Chatarrero, boxeador y defensor de los animales. Así se define el propio Javier García Roche orgulloso de sí mismo. Ha pasado de fomentar la adopción en redes sociales a hacer un llamamiento para prohibir el Toro de la Vega.
¡Y no solo eso! Dentro de poco se convertirá en el protagonista del próximo programa de Mediaset. «A cara de perro» recorrerá todo el país para defender los derechos de los animales y frenar el maltrato.
De boxeador a defensor de los animales
De la noche a la mañana, Javier se convirtió en líder de masas gracias a la fundación de un «club de la lucha» llamado Chatarras Palace. ¡Sus combates de boxeo se popularizaron en Internet! El actual defensor de los animales consiguió el título de campeón de España de superwelter en boxeo. Sin embargo, ahora ha dejado este mundo atrás para hacer justicia a los animales.
«El que muerde es el ser humano, un pitbull es cariñoso y fiel»
En una entrevista a VICE, Javier reconoce que tuvo un pasado complicado:
«La chatarrería es muy importante para mí, si no lo más seguro es que sería un delincuente o estaría preso… Yo era un pirata, yo traficaba.»
Sin embargo, gracias a su trabajo como chatarrero y su pasión por el boxeo, evolucionó hasta convertirse en un gran defensor de los animales. ¡Y en Wakyma no podemos estar más orgullosos!
«Mi padre ha sido chatarrero y él me transmitió que trabajando honradamente uno se podía ganar la vida. Poco a poco vimos que había nacido para esto».
Aprovechó la popularidad en redes sociales por los animales
Cuando sus «peleas chatarreras» se hicieron famosas gracias a las redes sociales y a la tele, se encontró con un importante «poder social». ¿Y sabéis para qué lo aprovechó? Decidió que era un buen momento para luchar contra las injusticias animales: fomentar la adopción animal, denunciar abusos, etc.
¡Incluso jugó un papel importante en contra del Toro de la Vega! En 2016 hizo un llamamiento mediante redes sociales para reunirse en Tordesillas el 13 de septiembre. Sin embargo, se dieron cuenta de que no era buena idea desplegar a cientos de personas allí, ya que podrían crear demasiada «provocación» y los activistas animalistas podían terminar con agresiones o multas.
Aun así, según Javier hubo una «presión social tan fuerte por un peligro de batalla campal, que Castilla y León sacó un decreto ley nuevo impidiendo la muerte y el lanceo del Toro de la Vega».
Actualmente, Javier vive con su mujer y con sus «hijos»: tres grandes perros.
«La gente dirá ‘dónde vas, ya tendrás un hijo’, pero no sé, el amor que yo siento hacia ellos es muy grande».
¡Así que ya sabes! Estate atento al próximo programa A cara de perro de Cuatro: dentro de muy poco defenderá los derechos de los animales.
