Que los animales son una fuente de cosas positivas para las personas lo sabemos. Sin embargo, pueden llegar a ser mucho más que eso. Algunas terapias tienen como protagonistas a los animales, ayudando a los seres humanos en diversos aspectos de su salud. Para ello se utiliza lo que se conoce como zooterapia.
¿Qué es la zooterapia?
La zooterapia, también conocida como Terapia Asistida con Animales (TAA) es una forma de terapia alternativa en la cual intervienen animales en el tratamiento.
Para ello, se seleccionan animales, se les entrena y certifica para que sean un apoyo en tratamientos y terapias con pacientes de diferentes edades, que padecen enfermedades que les afectan en el plano cognitivo, físico, emocional o social.
La zooterapia forma parte de la Intervención Asistida con Animales (IAA) que es un término genérico que abarca cualquier intervención o tratamiento que incluya animales en un contexto terapéutico.
Hace años este tipo terapias se centraba solamente en pacientes geriátricos o personas con alguna discapacidad intelectual. Sin embargo, actualmente son muchos los profesionales que han ampliado su uso a otros ámbitos, sobre todo los relacionados con las emociones y abriendo el abanico de edad hasta los niños.
Estos últimos han encontrado en la zooterapia muchos beneficios en casos de fracaso escolar, violencia doméstica o autismo.
Beneficios de la zooterapia
La zooterapia puede emplearse para tratar diversos problemas, encontrando, según los mismos, diferentes beneficios.
Por ejemplo, puede mejorar la salud emocional, psicológica o física de las personas, de aquellas que tengan cierta discapacidad o sufran secuelas de violencia familiar o de género, o hayan pasado por otras experiencias traumáticas.
Sin embargo, si hablásemos de ellos de forma general, encontraríamos los siguientes.
Ayuda a modificar la visión exterior de las propias personas
Los animales de terapia pueden ayudar a las personas que tienen una baja autoestima, depresión, son muy tímidas, etc. a cambiar la visión que tienen de ellas mismas.
Empatía
Los vínculos que se crean con los animales favorecen el hecho de ponerse en la situación de los demás.
Mejora la socialización
Muchos estudios han demostrado que las terapias asistidas con animales favorecen la socialización entre personas.
Tras las sesiones, los pacientes se muestran mucho más alegres y comunicativos con los demás, mejorando las relaciones.
Estímulo mental
Los animales de terapia ofrecen entretenimiento, distracción, alegría y juegos.
Todo ello favorece la estimulación mental de las personas que están en procesos terapéuticos.
Beneficios fisiológicos y físicos
La zooterapia ayuda a reducir el estrés y la presión arterial. Además, algunas de las TAA ayudan a mejorar físicamente cuando son utilizadas en conjunción a la fisioterapia.
Características básicas de la terapia asistida con animales
A la hora de llevar a cabo sesiones de terapia asistida con animales, se usan ejemplares que han sido preparados específicamente y entrenados para realizar una misión concreta.
Además, detrás de esto siempre hay un equipo de profesionales especializados que organizan y dirigen las actividades, por lo que nada es fruto de la improvisación.
Por supuesto, todo se lleva a cabo bajo un entrenamiento muy cuidado, en el cual no solo se atienden las necesidades de los pacientes, sino que se respeta al animal.
Tipos de zooterapia más usados
Para llevar a cabo sesiones de zooterapia se puede acudir a diversas especies animales.
Algunas de las zooterapias más conocidas son las que siguen.
Canoterapia
Se trata de la terapia asistida por perros, sin duda, una de las zooterapias más recurridas por las propias características de este animal y el vínculo que puede desarrollar con los humanos.
La terapia con canes aporta grandes beneficios en cuestiones como son el sentimiento de soledad, la reducción de ansiedad, el aumento de la concentración y la atención y la mejora de la autoestima.
En este aspecto merece la pena recordar que un perro de asistencia y uno de terapia no son lo mismo.
Gatoterapia
Es la terapia en la que intervienen gatos. El simple hecho de convivir con ello, ya aporta grandes beneficios para la salud que se han comprobado científicamente, como la reducción del estrés o de la presión arterial.
La gatoterapia es muy utilizada para tratar trastornos como el Alzheimer o la demencia senil, además del autismo.
Para poder llevar a cabo este tipo de terapia, el felino debe haber pasado por un adiestramiento en el que haya mejorado su confianza con los humanos y su paciencia, con el fin de que permita ser tocado por los pacientes.
Equinoterapia
En este tipo de terapia asistida participan caballos.
Esta zooterapia está especialmente indicada para mejorar aspectos motores y físicos, como el control del cuerpo, el tono muscular, etc.
Uno de los principales beneficios de la equinoterapia o hipoterapia es la «termoterapia», que se basa en la transmisión del calor corporal de este animal al humano (su temperatura se sitúa en los 38º C).
Además de esto, los impulsos del ritmo del caballo hacen que el contacto con la pelvis de las personas transmitan una media de 100 impulsos por minuto. Esto mejora la estabilidad del tronco y el equilibrio, además de la rectitud de la columna vertebral.
Cuniterapia
Es la terapia asistida por conejos. Las sesiones se basan en el contacto con el animal a través de caricias.
Compartiendo tiempo con estos animales se reducen los niveles de cortisol, que es la hormona del estrés. A la vez, aumenta la serotonina y las endorfinas, produciendo una situación muy agradable.
Los niños con TDAH, parálisis cerebral o personas con trastorno autista pueden encontrar en la cuniterapia grandes beneficios.
Delfinoterapia
Quizás sea la terapia de más difícil acceso por el medio en el que habitan estos animales, sin embargo, no es imposible.
Esta terapia tiene un alto componente lúdico, pero también grandes beneficios para la salud de las personas. Estos provienen, sobre todo, de las ondas alfa con las que se comunican los delfines, que tienen un efecto relajante en los humanos.
Por supuesto, hay que recordar que la zooterapia no es, en absoluto, una sustitución de los tratamientos médicos o farmacológicos que requiera el paciente en función de su diagnóstico. Estas terapias deben ser valoradas como una herramienta más al alcance de la salud, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de los pacientes.