El virus de la leucemia felina es de lo peor que le puede pasar a un gato, se trata de una enfermedad letal y por desgracia frecuente. Sin embargo, hay ciertas medidas que puedes tomar para prevenir que tu gato se contagie y reducir el riesgo al mínimo. ¡Hablamos de ello!
¿Es contagioso el virus de la leucemia felina?
Mucho. Hay diferentes formas por las que un gato enfermo de leucemia podría infectar a uno sano: por medio del contacto con la saliva, lágrimas y secreciones nasales, aunque también por vía fetal de una madre enferma a sus bebés, o en la etapa de lactancia.
Debido a que se contagia por fluidos tan cotidianos como la saliva, el riesgo de contagio es alto; puede ser por un simple lamido, al compartir un bebedero, en peleas callejeras… Por eso es común en colonias de gatos callejeros, que no están protegidos contra este virus y conviven entre sí.
Un gato que no sale de casa muy difícilmente contraerá leucemia. Si dejas a tu gato salir, tener contacto con otros gatos, lo llevas a la peluquería o a exposiciones… el riesgo aparece. Sin embargo, no siempre que se tiene contacto con el virus se desarrolla la enfermedad; a menudo, el gato hace frente al virus con anticuerpos y se inmuniza. Los gatos que contraen leucemia generalmente son los que tienen contacto permanente o muy frecuente con el virus.
¿Qué ocurre cuando un gato entra en contacto con el virus de la leucemia felina?
Si un gato contacta con otro gato enfermo de leucemia y contrae el virus, hay diferentes situaciones que se pueden dar:
- Inmunidad: el gato entra en contacto con el virus, pero desarrolla anticuerpos para hacerle frente y se vuelve inmune, de modo que no desarrolla la enfermedad.
- Viremia persistente: el virus penetra en el organismo y entra en el torrente sanguíneo, infectando la saliva y la sangre. El virus de la leucemia felina hace que el sistema inmunitario del gato se debilite mucho, por lo que es completamente vulnerable a todo tipo de enfermedades.
Llegados a este punto, si el gato no recibe tratamiento morirá antes de 6 meses. Aun con tratamiento, los gatos enfermos no suelen tener una esperanza de vida más allá de 3 años tras en contagio.
- Infección latente: el gato consigue eliminar el virus de la sangre y la saliva, pero este queda acumulado en la médula ósea, por lo que sus defensas quedan muy debilitadas. Un gato puede vivir así durante años, pero no podrá salir de casa y tendrá que llevar un control veterinario exhaustivo, así como vivir sin estrés, para evitar el contagio de cualquier infección.
¿Cómo se puede prevenir el contagio de leucemia?
Si tu gato vive dentro de casa y no tiene contacto con el exterior no debes preocuparte; en estos casos, el riesgo de contagio del virus de la leucemia felina es prácticamente inexistente.
Sin embargo, si tu gato sí socializa a menudo con otros de su especie, hay medidas que puedes tomar:
- Vacuna a tu gato contra la leucemia, es bastante efectiva.
- ¿Ya tienes un gato y vas a adoptar otro? Especialmente si es callejero o si proviene de una protectora o similar, hazle pruebas de leucemia felina al gato nuevo antes de meterlo en casa.
- Lo mismo si estás pensando en ser casa de acogida y cobijar en casa a otros gatitos. Si ya tienes uno, vacúnalo y asegúrate de que los gatos que entren en casa no estén enfermos de leucemia.
- Lleva una buena higiene. El virus de la leucemia felina no es muy resistente fuera del cuerpo del gato, por lo que si desinfectas con frecuencia sus cosas (cama, juguetes, comederos y bebederos, mantas, arenero…) reducirás mucho el riesgo de contagio.
Por último, debes saber que el virus de la leucemia felina no es una zoonosis, es decir, no se contagia entre especies. Si tienes un gato enfermo de leucemia, no temas, no te lo podrá contagiar a ti ni a tu familia, sólo a otros gatos.
¿Conocías esta enfermedad felina? ¿Tu gato está vacunado contra la leucemia?