¿Tengo un gato anciano? Señales de que tu gato ha llegado a la vejez
Los años pasan por todos, y aunque nos gustaría que nuestras mascotas fuesen eternas, a ellas también les llega la vejez. Pero, ¿qué comportamientos indican que tienes un gato anciano en casa? ¡Te hablamos sobre ello!
La edad en los gatos
La eterna duda con los perros es siempre si un año canino equivale a siete años humanos. Lo cierto es que esa es una concepción errónea, ya que trasladar la edad de los perros a años humanos es muy relativo. Cada perro va envejeciendo según algunas de sus características, por lo tanto, hay perros que llegan a la vejez antes que otros.
Pero, ¿y qué pasa con la edad de los gatos?
Bueno, aunque sus años también se suelen traducir a años de persona, lo que ahora mismo nos conviene saber es que se empieza a considerar a un gato anciano cuando este cumple sus 10-11 años de vida.
Comparándolos con los canes, en los felinos es más difícil detectar que se están haciendo viejitos porque no muestran señales físicas tan evidentes como en el caso de los perros. Lo que va identificando a un gato anciano es, más bien, su comportamiento.
Síntomas de un gato anciano
Si quieres saber si tu gato ha alcanzado la vejez, estas señales te darán una pista:
1. Su higiene va disminuyendo
Los gatos se asean a sí mismos continuamente. Un gato anciano cada vez se limpiará menos, algo que puede estar provocado por dolores musculares o articulares.
2. Humor cambiante
Un gato que se está haciendo mayor disfruta de tiempo a solas para descansar más. Por ello, no es de extrañar que esté tranquilo y que, de pronto, se muestre irritado si intentas interactuar con él.
3. Falta de agilidad
Si hay algo indiscutible sobre los gatos es que son animales muy ágiles. Por ello, es muy representativo en un gato anciano ver que se mueve mucho menos. Actitudes como correr o saltar serán cada vez menos frecuentes.
4. Cambios de comportamiento
Además de moverse menos, es bastante común que un gato en la vejez cambie ciertos comportamientos que siempre habían sido normales en él.
Uno de ellos es dejar de usar el arenero y hacer sus necesidades cerca de él. Esto suele deberse a que su capacidad de controlar la orina y las heces disminuye, o porque la bandeja de arena le queda demasiado lejos para lo que le permiten moverse sus dolores.
5. Aumento de peso
Al hacer menos ejercicio, es muy normal que el gato anciano aumente de peso.
Por ello, es esencial que tú, como dueño de ese gato, le incites cada día a moverse un poco y jugar y, además, le proporciones una alimentación adecuada a su edad y necesidades.
No le puedes dar el mismo alimento que cuando era joven y ágil, ya que los nutrientes y las vitaminas que necesita no son los mismos. El veterinario te recomendará lo mejor para él.
6. Come menos
También puede pasar que el gato, en lugar de ganar peso, lo pierda. Esto puede deberse a que has hecho lo correcto cambiando su alimentación a una adecuada a su edad, pero este no se come la cantidad diaria necesaria.
Podría ser, por ejemplo, porque al ir su metabolismo más lento se llene antes o porque sufre un dolor en la boca que le impide comer todo lo necesario.
7. Los sentidos se ven afectados
Como pasa con los humanos, la edad afecta a los sentidos. Tu gato ya no será el mismo experto cazador, ágil y atento, ya que su visión, vista y olfato se verán perjudicados con la edad.
8. Aparición de ciertas enfermedades
Un tumor puede aparecer en cualquier etapa de la vida del felino, pero es cierto que, con el paso del tiempo, son más propensos a ellos.
Hay algunos tumores que puedes evitar con la esterilización, como son el del próstata o el de mama.
Los problemas renales son otro de los padecimientos que más achacan a los gatos en su vejez. ¡Un fallo renal puede acabar con la vida de tu gatito!
Además, la diabetes es muy común también en los gatos mayores, especialmente por el aumento de peso.
Identificar todas las señales que hemos mencionado es esencial para ofrecer los cuidados que requiere un gato anciano. ¡Toma nota de ellas y cuida a tu gatete!