Hay noticias que todavía nos hacen creer en la bondad de las personas. Este es el caso de un sacerdote brasileño que invita a perros callejeros a sus misas para presentárselos a los feligreses y que puedan encontrar entre ellos una familia. Pero no solo les abre las puertas de su parroquia: también los alimenta, los cuida y les permite refugiarse en ella. ¡Te contamos su historia!
Un párroco que ama a los perros
El protagonista de esta historia se llama João Paulo Araujo Gomes y es el párroco de la iglesia de Santana, ubicada en Gravatá (Brasil).
En este templo los perros siempre son bienvenidos para que estén protegidos de los peligros de la calle, coman y beban. Además, si alguno está herido o enfermo, el propio cura se encarga de llevarlos al veterinario.
Luego, cada domingo, los perretes campan a sus anchas por la iglesia mientras el párroco oficia la misa. Aunque muchas veces los peludos simplemente se tumban o se sientan a observar, otras veces se mueven entre las personas y se acercan al padre João en busca de sus caricias. ¡Y él no duda en dárselas mientras sigue pregonando la palabra de Dios!
Ahora hay muchos menos perros abandonados en la ciudad
Gracias a la caridad del párroco, muchos perros han encontrado una familia y un hogar. ¡El número de perros callejeros se ha reducido muchísimo en Gravatá!
De hecho, el propio cura ha adoptado a tres perretes a los que quiere como hijos.
Esta historia ha sido conocida gracias a que el padre João comparte las fotos de sus misas en sus redes sociales. Estas se han vuelto virales al mostrar una imagen poco común, pero que toca la fibra de cualquiera.
No importa si no eres religioso y, si lo eres, no importa tu religión. La bondad no entiende de esas cosas y la gente que cuida a los animales merece todo nuestro respeto.