¿Te vas a mudar dentro de poco? ¿Te aterra tu mudanza? Lo cierto es que si compartes tu vida con un gato (o varios), debes saber que las mudanzas son realmente peligrosas para los gatos. Y es que, nuestros amigos los felinos, ¡son muy territoriales! Y sienten un gran vínculo con lo que consideran «su territorio».
Para que tu gato no sufra ningún riesgo durante tu mudanza, ¡deberás tener mucho cuidado! Hoy en Wakyma te contamos todas las posibles consecuencias que podría tener una mudanza para tu gato. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
Riesgos de las mudanzas para los gatos
Lo cierto es que aunque muchas veces no nos demos cuenta, las mudanzas no solamente nos afectan a nosotros, sino también a nuestras mascotas. Hacer una mudanza con un gato, ¡puede resultar muy complicado!
Los Gatos se estresan
Como comentábamos al principio de este post, lo cierto es que los gatos crean un vínculo muy fuerte con lo que consideran «su territorio». Este, es un motivo añadido por el que no les gustan las mudanzas.
No obstante, durante las mudanzas, los gatos pueden sentir mucho miedo, ansiedad e incluso estrés. ¡Y esto no es todo! Lo peor es que este tipo de problemas, pueden terminar provocándole a tu gato pérdida de apetito e incluso trastornos en su comportamiento (como por ejemplo la agresividad felina).
Si tu gato se limpia constantemente, no quiere usar su arenero y empieza a esconderse más de lo habitual, ¡es posible que no esté llevando nada bien vuestra mudanza!
Los felinos pueden desarrollar enfermedades
Es muy importante saber que los felinos pueden desarrollar enfermedades a consecuencia del estrés.
Mi gato se hace pis
¿Tu gato nunca se ha hecho pis en casa y ahora si? ¿Tiene fugas inesperadas que nunca le habían ocurrido? Esta suele ser una consecuencia directa de la mudanza que acabáis de hacer.
Durante las primeras semanas que un felino vive en un nuevo hogar, ¡nunca dejes puertas ni ventanas abiertas! Es posible que tu gato intente volver a su antiguo hogar.
Lo mejor para tu gato, es una mudanza lenta
Si estás intentando evitar que tu gato sufra con la mudanza, o que esta le suponga un trauma. Lo mejor que puedes hacer es una mudanza gradual. De esta forma, tu gato irá viendo el cambio poco a poco, y se irá acostumbrando.