¿Alguna vez te ha picado una abeja? ¿Sabías que su veneno tiene efectos positivos? Se trata de un tratamiento natural que se llama apiterapia y se usa para enfermedades autoinmunes e incluso para a esclerosis múltiple.
Se inyecta o bien con inyección o con la abeja viva (sí, has leído bien). Además de esto, el tratamiento se completa con otros productos de la colmena como como la miel, el polen, el propóleo y la jalea real.
Además, las propiedades de las abejas se utilizan desde hace muuucho tiempo… Si no pregúntales a Carlomagno o a Iván el Terrible… ¡Usaron esta terapia!
(Vía: Tumblr)
¿Para qué sirve?
¿Queréis alucinar un poco? Según Pedro Pérez, un experto de la materia en España, la picadura de abeja es CIEN VECES MÁS POTENTE como antiinflamatorio que la hidrocortisona. Por lo tanto, se utiliza sobre todo para dolores que presentan inflamación, donde señala que para estos casos «no existe nada mejor que la picadura de abeja»
Además de esto, según el experto, cada producto de la colmena tiene propiedades que el cuerpo necesita para mejorar. En concreto, la pitoxina (el veneno de abeja) pasa a la sangre del cuerpo y se encarga de proporcionar los beneficios de este tratamiento «allí donde hay algo que reparar».
¿Qué enfermedades pueden ser tratadas?
Dentro de las reumáticas se utiliza para la artritis, espondilitis, bursitis, etc. Dentro de las cardiovasculares se usa para la hipertensión, arritmias, aterosclerosis y varices.
Además de esto, también se usa para problemas de la piel (eccemas, psoriasis, verrugas), para algunos problemas pulmonares como el asma, y para la laringitis o mastitis.
Aunque sea más efectiva para procesos dolorosos como antiinflamatorio, también sirve para otras enfermedades como la esclerosis múltiple o problemas circulatorios, ya que aunque no los cure, mejora el proceso.
La última noticia sobre esta terapia fue en 2013: se descubrió que podía ser un nuevo tratamiento para la enfermedad de Parkinson. La apamina, uno de los componentes del veneno, frena la degeneración de las neuronas dopaminérgicas, un síntoma de esta enfermedad. Es decir, que frena que la enfermedad se desarrolle en cierto modo.
¿En qué consiste el tratamiento?
Para empezar, es importante que sepáis que no es una abeja cualquiera… ¡Es una abeja melifera! Es decir, la que da la miel. Las sesiones consisten en lo siguiente:
- En la primera sesión se hace una evaluación de la enfermedad del paciente.
- Después, y muy importante, hay que hacerle una prueba de alergia al paciente, porque naturalmente, como sea alérgico a las abejas, está K.O.
- Y ya sí, en las siguientes sesiones se le aplica al paciente un aguijón o una inyección en la zona afectada o en algún otro punto específico (dependiendo de la enfermedad).
- Generalmente, el tratamiento dura entre 7 y 10 sesiones.
Así que ya sabes… Cuando veas una abeja, no huyas, deja que te pique. Es broma. No lo pruebes en casa.