¿Tienes un perro? ¡Felicidades por haber tomado esta decisión! En compensación a toda la felicidad que te dará, tu perro necesita unos cuidados y una educación para ser feliz. Para adiestrar a un perro hace falta paciencia, cariño y comprensión; puede llegar a ser una experiencia muy enriquecedora, pero a veces, el adiestramiento de perros puede resultar algo complicado.
Si observas que tu perro no avanza o tienes dificultades para adiestrarlo, ¡no te preocupes! Te damos consejos y te contamos qué debes valorar para solucionarlo.
Cuida la duración y frecuencia de los ejercicios
Cuando se está adiestrando a un perro, la perseverancia es la clave. En la etapa de aprendizaje, es necesario dedicar un tiempo cada día a aprender las órdenes de comportamiento. Sin embargo, ¡tampoco conviene saturar al perro con sesiones demasiado largas! Se cansará, perderá el interés, se distraerá…
Al principio, basta con dedicar al adiestramiento de perros entre 5 y 10 minutos cada día, ¡no más! Poco a poco, según veas que aguanta más, podrás aumentar el tiempo a unos 15 – 20 minutos.
Empieza repasando las lecciones ya aprendidas para afianzarlas, y en los últimos minutos puedes empezar a enseñarle una orden nueva.
Siempre atiende al estado de ánimo de tu perro: si está nervioso, cansado o distraído, déjalo para otro momento.
Elige bien el lugar
Busca un lugar amplio y tranquilo. Es muy importante, en el adiestramiento de perros, evitar lugares que supongan distracciones. Una vez el perro haya afianzado conocimientos, ya podrás practicar en otros lugares, incluso en la calle, donde hay montones de estímulos externos. Así incrementarás la dificultad de los ejercicios, poniendo a prueba su capacidad de prestar atención.
¡Para que tu perro te haga caso e ignore las distracciones hace falta que tenga mucha confianza y respeto hacia ti! Lo conseguirás con el tiempo.
Utiliza el refuerzo positivo
¿Tu perro pasa de ti durante las sesiones de adiestramiento? Prueba a darle un buen incentivo. Muchas veces, cuando los perros no nos hacen caso, es porque la recompensa que ofrecemos no les motiva demasiado.
Elige su chuchería favorita o un juguete que le encante, de esta manera mantendrás su atención e interés sin problema. El refuerzo positivo da muy buenos resultados y mantiene el interés y las ganas de aprender del perro. ¡Nunca optes por el adiestramiento basado en el castigo!
Por otro lado, ten en cuenta una cosa: algunos perros son un saco sin fondo y nunca dirán que no a un premio. Pero otros, puede que si justo acaban de comer no quieran aceptar ese tipo de recompensas. Observa a tu perro y verás si es así. En ese caso, es preferible entrenar antes de comer, cuando el perro no está lleno y así las galletas y golosinas para perros servirán de premio. Aparte, ¡tampoco abuses de ellas! Recuerda que es un complemento a la dieta de pienso. Ten mesura a la hora de ofrecérselas o hazlas trocitos.
No todos los premios son comida
No debes dar comida a tu perro siempre que haga algo bien, dependerá de la magnitud de su acción, o del contexto. Por ejemplo, si se trata de una orden nueva que acaba de aprender y la ha repetido bien, entonces sí, motívale con comida. Pero si le has mandado, por ejemplo, sentarse, y eso para él es algo superbásico que hace todos los días, bastará con decir «muy bien» o hacerle una caricia. ¡Las palabras amables y muestras de cariño también le hacen sentir bien!
Dale siempre los premios, comida o cualquier otro, en el momento adecuado. Funcionará perfecto si se lo das justo después de que haya hecho lo que le has pedido, así lo asociará con su buen comportamiento.
Introducir nuevas órdenes en el adiestramiento de perros
Para cada orden que le quieras enseñar, busca una palabra sencilla, fácil de identificar y de asociar a la acción. Además, se coherente y utiliza siempre la misma, o no te entenderá. Por ejemplo, si decides que la orden para sentarse es «sit», usa siempre esa, no digas a veces «sit» y otras «siéntate». No lo entenderá.
Cada orden debe tener su palabra clave específica y deben ser fácilmente diferenciables unas de otras. Le llevará unas cuantas repeticiones, pero poco a poco irá aprendiendo a reconocerlas y a actuar en consecuencia.
Comprender el proceso de aprendizaje canino
El aprendizaje es continuo, en personas y perros. Si tu perro ha aprendido a reaccionar a una orden, es posible que lo haga dentro del contexto del adiestramiento, pero luego no haga caso en cualquier otro momento del día u otro lugar. ¡Paciencia! Aprender lleva tiempo, deberás trabajarlo en diferentes momentos, contextos y lugares para que aprenda a comportarse en todo tipo de situaciones.
Si entrenas en diferentes entornos, observarás que cada vez responde mejor y va obedeciendo con más rapidez. Si no generalizas los ejercicios, tu perro sólo responderá en el lugar inicial, por ejemplo, el salón de tu casa. Eso no sirve de mucho, ¿no?
Primero aprender, luego recordar
En el adiestramiento de perros no vale sólo enseñar. Después de enseñarle las órdenes y juegos, será necesario repetirlas, seguir entrenándolas a lo largo del tiempo para que no las olvide.
Si eres constante con las sesiones de refuerzo, cada vez será más fácil y sus conocimientos se afianzarán a largo plazo. Si notas que algún ejercicio concreto parece que lo está olvidando o ya no responde con la misma fluidez que antes, es conveniente volverlo a priorizar en las sesiones de adiestramiento. Eso sí, recordarlo costará menos que aprender algo de cero.
Después de unos años, los conocimientos se volverán hábitos, especialmente las acciones cotidianas como sentarse, tumbarse o venir. Pero si de vez en cuando haces una sesión de refuerzo, ¡mucho mejor!
Practicar el adiestramiento de perros puede ser una tarea dura y larga, requiere paciencia, pero también es realmente gratificante. Si eres constante, no sólo conseguirás unos resultados excelentes, sino que además crearás fuertes lazos con tu mascota.