Todos los que han conocido a Jacob, un pit bull de 6 años, lo describen con una palabra: fuerte. Este último año no ha sido fácil para él ni física ni mentalmente, pero por fin ha encontrado un sitio al que puede llamar hogar.
Un accidente que marcó su vida
Jacob tuvo un accidente en el que estuvo a punto de perder la vida: iba en un camión cuando el conductor, al que posteriormente acusaron de conducir bajo los efectos de las drogas, se chocó contra un árbol.
La policía contó el accidente a The Dodo:
El perro salió disparado fuera del vehículo tras el golpe. El conductor huyó a pie.
Ante la escena, los policías trasladaron a Jacob a un centro veterinario de Manchester y se encontraron con la dueña de la clínica, la doctora Deborah Kelloway. Se dio cuenta de que el can estaba a punto de morirse, tenía la cadera dislocada y una hemorragia interna. «El pobre estaba en shock».
Deborah y su equipo estuvieron toda la noche intentando salvar a Jacob… ¡Y su esfuerzo mereció la pena!
Trabajamos lo más rápido que pudimos. Milagrosamente, conseguimos salvarle.
Se recuperó gracias a los policías y voluntarios
Tuvieron que operarle varias veces para recuperar su cadera, por lo que Jacob estuvo viviendo en el hospital de animales durante una época. Después de su permanencia en el hospital, le trasladaron a All Better Pets, una organización de rescate animal al lado del hospital.
El coste médico para cuidar de Jacob era enorme, así que la policía se encargó de recolectar dinero. «Era lo que había que hacer. Teníamos mucho apoyo en la comunidad. Es bonito que tenga una segunda oportunidad».
Sin embargo, cuando Jacob consiguió recuperarse de sus operaciones y empezó a moverse cada vez más, Deborah se dio cuenta de que tenía otro problema: era muy agresivo con los demás perros. Antes era demasiado débil, pero en cuanto se recuperó, estaba fuera de control.
Para que pudieran adoptar a Jacob, necesitaron adiestradores y voluntarios que le educaran. Sin embargo, aunque estaba creando nuevos hábitos, la gente no se decidía a adoptarle… ¡Hasta que surgió una bonita historia dentro de la clínica!
Un final feliz para Jacob
Jacob siempre fue muy cariñoso con su veterinaria favorita. No es solo que le guste abrazarla, es que quiere dormir con ella y meterse bajo las sábanas. «Me da con la pata para que abra la cama y pueda meterse. Es un personaje», dijo Jamie a The Dodo.
Finalmente, su veterinaria cedió y le concedió un hogar a Jacob para siempre. «Estaba totalmente destrozado. Es increíble lo bien que se maneja ahora, como si nada hubiera pasado. Toda mi familia lo adora».