¡Mi gato no puede orinar! La dificultad para orinar, también conocida como disuria, puede ser señal de que tu gato tiene un problema de salud, que incluso podría ser grave, porque sus riñones podrían correr peligro. Te lo contamos todo sobre esta patología en los gatos. ¡Sigue leyendo!
Cómo se si mi gato no puede orinar
Es complicado saber realmente si el gato orina mucho o poco, pero hay algunas señales que nos pueden indicar que algo no funciona bien en su sistema urinario:
- Va demasiadas veces al arenero, mucho más a menudo que de costumbre.
- Pasa demasiado tiempo en el arenero e incluso maúlla porque le duele hacer pis.
- Aunque va muchas veces, la arena no parece estar muy sucia. En caso de haber sangre en la orina, el arenero tendrá coloración rojiza.
- El gato rechaza el arenero porque lo asocia con el dolor y hace pis en otros lugares.
- La posición al hacer pis no es la habitual de marcado de territorio, sino agachada y algo encogida.
- Al pasar más tiempo en el arenero y además no limpiarse (porque le duele), el gato se mancha más de orina.
Causas por las que mi gato no puede orinar
La disuria, es decir, la dificultad para orinar, generalmente se debe a las siguientes causas:
- Cálculos urinarios: los más frecuentes en los gatos son los cristales de estruvita. Aunque esto puede venir como consecuencia de diversas razones, generalmente se debe a un consumo de agua escaso y de un exceso de magnesio en la dieta.
- Infecciones urinarias, como cistitis o uretritis, que provocan una inflamación y estrechamiento de las vías urinarias, por eso a la orina le cuesta salir.
- Masas internas o externas que entorpecen la salida de la orina, tales como la inflamación de la próstata o diversos tumores.
- Inflamación del pene, debido a que los pelos se enrollan a su alrededor.
- Traumatismos, como una rotura de la vejiga. Esto puede llegar a ser muy peligroso y requiere intervención inmediata, ya que la presencia de orina en el abdomen puede causar peritonitis aguda y matar al gato.
Qué hago si mi gato no puede orinar
La disuria puede ser peligrosa, pero la anuria (imposibilidad total de evacuar orina) puede ser letal en cuestión de 2 o 3 días, ya que al entrar en insuficiencia renal aguda se puede producir un coma urémico debido a la acumulación de toxinas en el organismo.
Por eso, en cuanto detectes que tu gato tiene problemas para hacer pis, tanto si no hace nada como si hace demasiado poco, debes acudir de inmediato al veterinario. En la clínica le realizarán pruebas para llegar a un diagnóstico y poder poner el tratamiento más adecuado lo antes posible.
Si tu gato no puede orinar, ¡podría correr mucho peligro! Recuerda que necesita atención urgente.