Cuando nos comprometemos a cuidar de una mascota, una de las principales responsabilidades que asumimos es educarlas. La educación y adiestramiento de un perro es fundamental para que la convivencia sea adecuada y también para ser felices, tanto tu perro como los que vivís con él. Si no lo hacemos correctamente, pueden surgir problemas de conducta en perros. Por ejemplo, si un perro no se ha educado y socializado para relacionarse, verse rodeado de otros perros y personas desconocidas le causará ansiedad y provocará una situación incómoda y, en ciertas ocasiones, incluso peligrosa.
Te contamos cuáles son los problemas de conducta en perros a los que nos enfrentamos con mayor frecuencia.
Problemas de conducta en perros: actitud defensiva y agresividad
Cuando un perro se siente amenazado, recurre a adoptar actitudes de defensa para protegerse. Estas son cuatro fundamentalmente:
- Huida
- Lucha
- Inmovilidad total
- Adulación
Cuál adoptará un perro depende mucho de la situación, del nivel de peligro y de su propio carácter. Si tienes un perro de carácter fuerte, seguramente decida luchar contra otro perro si se siente amenazado; por el contrario, si tu perro es más bien sumiso y asustadizo, lo más probable es que huya o que se quede paralizado por el miedo, quedando indefenso.
Esto forma parte de su naturaleza, estas conductas no son como tal un problema. ¿Cuándo hablamos entonces de problemas de conducta en perros? Cuando las utilizan en exceso o bien de forma injustificada. Por ejemplo, cuando un perro tiene demasiado arraigada la actitud agresiva y la utiliza constantemente al más mínimo estímulo.
Cómo funciona la conducta agresiva
Un perro sin problemas de conducta y con un carácter equilibrado sólo utilizará las técnicas de defensa agresivas cuando se sienta en peligro, se tratará de un mero instinto para salvar su integridad. De hecho, aun estando en una situación comprometida, no atacará a la primera de cambio, sino sólo como último recurso tras haber lanzado multitud de señales de advertencia al contrincante.
Por ejemplo, si un perro está asustado agachará las orejas y has echará hacia atrás, además de enseñar los dientes para imponer al otro y esconder la cola entre las piernas. Si por el contrario no está asustado, su actitud de defensa será diferente, se mostrará seguro de sí mismo e igualmente enseñará los dientes, gruñirá, ladrará…
Después de estos avisos, si el peligro no desaparece, comenzará a dar otras señales más claras de su incomodidad con la situación, como amagos de ataque: avanza hacia el estímulo peligroso y hace como que muerde, pero sin llegar a hacerlo, y después retrocederá de nuevo.
Si no logra disuadir al invasor después de un buen rato de amagos, puede que el perro decida proceder a atacar de verdad; morderá para defenderse, ya que no ve ninguna otra salida.
Problemas de conducta en perros: agresividad hacia humanos
Uno de los peores problemas de conducta en perros es la agresividad hacia humanos, ya que puede ser realmente peligrosa. Gruñidos amenazantes, ladridos persistentes, marcado con los dientes o incluso mordiscos son señales inequívocas de que estamos ante un perro agresivo. Si es el caso de tu mascota, ¡sin duda tienes un problema que resolver!
Lo ideal es contactar con un etólogo para que te ayude a solucionar este problema de comportamiento de tu perro antes de que cause daño a los demás. Durante el proceso de rehabilitación conductual, procura llevar a tu perro por lugares sin mucho tránsito y con bozal, por si pudiera morder a alguien.
La agresividad canina muy a menudo es consecuencia de una mala socialización. Los perros necesitan ser socializados con su entorno (humanos, otros perros y resto de animales) desde que son cachorros. Es la única manera de que aprendan a convivir con lo que les rodea y puedan ser felices. Un perro sin socializar no sólo puede ser peligroso, además es casi seguro que también será infeliz, ya que creerá vivir rodeado de peligros y eso produce mucho estrés. Además, lidiar en casa con un perro agresivo puede ser realmente complicado.
Agresividad hacia otros perros
La agresividad hacia los humanos no es muy frecuente, por suerte. Los perros son buenos por naturaleza, sólo necesitan ser enseñados a comportarse y relacionarse con el entorno, pero si se hace bien lo consiguen sin problemas.
Sin embargo, se dan casos también de agresividad entre perros, a menudo motivada por instintos territoriales demasiado fuertes y su percepción de la jerarquía canina. Este tipo de situaciones suceden sobre todo entre machos, o bien entre un perro adulto y un cachorro.
Cuando se pueden controlar, suceden de forma ocasional y no llegan a la pelea, no son más que mero instinto, son falsas peleas que en realidad para ellos suponen un simple juego. El problema viene cuando un perro busca pelea de forma constante con todos los perros que se cruza y es realmente agresivo, no busca jugarse una jerarquía de forma simbólica sino que busca herir al otro perro.
Son muchas las causas que pueden desencadenar esta situación, pero la más frecuente es la misma de antes: una mala socialización. No son pocos los dueños que no permiten que sus mascotas saluden siquiera a los otros perros de la calle, que incluso cambian de acera o itinerario para evitar esa relación. Eso nada más fomenta que el perro perciba la relación con otros perros como algo malo y que les tome miedo, o bien se vuelva agresivo. ¡Permite que tu mascota se relacione con otros perros! Son seres sociales igual que nosotros y necesitan contacto con su propia especie.
Si no sabes bien cómo socializar a tu perro, ¡consulta nuestros artículos para evitar los peores problemas de conducta en perros!