La rabia en perros es una de las enfermedades más temidas por los dueños de estos peludos. En nuestro país está prácticamente erradicada gracias a los controles de vacunación, pero no sucede lo mismo en el resto del mundo y sus consecuencias son mortales.
Causas y síntomas de rabia en perros
La causa de la rabia es un microorganismo muy maligno. Para que el contagio se produzca, un perro infectado debe morder a otro, pues el virus se transmite por la saliva.
Su efecto va directo al sistema nervioso del perro, convirtiéndolo en un ser agresivo y muy violento.
A día de hoy, aún se sacrifican unos 20 millones de perros alrededor del mundo por esta enfermedad y son 55000 las personas que fallecen anualmente por esta infección. Por este motivo, es muy importante estar atento a sus síntomas.
Los síntomas de la rabia en perros se suelen presentar en tres fases, pero no siempre sucede exclusivamente así.
La primera fase suele durar unos tres días. Durante este tiempo se produce un cambio en la conducta del animal, que pasará a estar nervioso y muy asustadizo, aumentando su ansiedad. En esta etapa, el perro puede tener fiebre.
La segunda fase también se conoce como etapa furiosa, trae las señales que más caracterizan a la enfermedad. Hiperactividad sin descanso, agresividad sin control y dificultad para orientarse, acompañado de convulsiones, son algunos de los síntomas de la rabia en esta fase.
Hay perros que fallecen antes de llegar a la tercera fase. En esta última etapa los perros comienzan a sufrir insuficiencia respiratoria debido a que los músculos de cabeza y cuello se paralizan.
Soluciones para la rabia en perros
Sin duda, la prevención es su mejor solución y, para ello, hay que echar mano de la vacunación. En España, según la comunidad autónoma en la que nos encontremos, podemos contemplar que existen diferentes normas referentes a la vacunación.
Aún en algunas comunidades, la vacunación preventiva de la rabia en perros es opcional, pero, por suerte, está bastante regulado.
Nuestros amigos peludos pueden sufrir ciertos efectos al ser vacunados, ya que cuando se les pone la inyección, se les está introduciendo una pequeña proporción del virus en su cuerpo. Con esto se consigue que sus anticuerpos comiencen a actuar y se mantengan alerta antes posibles contagios.
La vacuna puede provocar fiebre y vómitos en los perros, pero si crees que tu mascota está sufriendo unos síntomas exagerados, acude al veterinario de inmediato.
Aunque en nuestro país existan comunidades donde no es obligatorio poner esta vacuna a nuestras mascotas, debes saber que si vas a viajar por Europa con ellas, tienes que ponérsela. Esto quedará registrado en el Pasaporte Europeo para Animales de Compañía, donde se demostrará que el perro está sano para poder viajar.
Ahora que conoces un poco más sobre esta enfermedad, ¿crees que merece la pena correr el riesgo de no vacunar a tu peludo?