¿Pueden los perros sufrir hipertiroidismo? La respuesta es SÍ. Aunque es menos común que el hipotiroidismo canino, el hipertiroidismo en perros también se da y hay que ponerle solución lo antes posible.
¿Qué es el hipertiroidismo canino?
Al contrario de lo que sucede con el hipotiroidismo, el hipertiroidismo se da cuando la glándula tiroides genera más hormonas de lo que se considera ‘normal’. Específicamente, se dará una secreción alta de las hormonas T4 y T3.
Esta glándula se encuentra localizada en el cuello, concretamente en la tráquea.
Síntomas del hipertiroidismo en perros
Los síntomas que presenta el hipertiroidismo canino pueden ser varios y ante cualquiera de ellos, hay que acudir al veterinario. Estos son:
- Si tu mascota sufre hipertiroidismo, aumentará su apetito y consumirá también más agua.
- El perro adelgazará, aunque coma más.
- Puede presentar un bulto en su cuello.
- Aumenta su nerviosismo y ansiedad.
- Puede tener taquicardias y temblores.
- Los vómitos y las diarreas son frecuentes.
- Puede tener problemas respiratorios o tos.
- El pelo pierde su brillo o se le cae.
- Tiene problemas de piel, como heridas y rojeces.
- No lleva bien el calor.
También son varias las causas que provocan el hipertiroidismo en perros. Las más frecuentes son los tumores que crecen en la propia glándula tiroides.
Por otro lado, puede darse por un trastorno en el sistema inmunológico del can o una malformación de la glándula tiroides.
Aunque ninguna raza está exenta de la enfermedad, al igual que en el caso del hipotiroidismo, el hipertiroidismo canino suele afectar más a razas medianas o grandes. Por ejemplo: los Cocker, los Golden Retriever y Labradores o los Dóberman.
¿Cómo se trata el hipertiroidismo canino?
Tras la visita al veterinario y las pruebas pertinentes (examen físico, análisis de sangre, ecografías, etc.) el profesional recomendará un tratamiento.
En el caso de que la causa sea un tumor, lo más probable es que se recomiende cirugía para extirparlo. Si no es posible la operación, quizás se necesite radioterapia y medicación con el fin de que este vaya menguando y sea operable.
En cualquiera de los casos, la medicación tendrá que ser dada rigurosamente y llevar controles veterinarios para comprobar que todo va bien.
Y sobre todo: ¡mucho amor! Tu perro necesita todo el cariño del mundo para recuperarse.