Perros pequeños, medianos, grandes, con pelo corto, largo, liso, rizado, cola larga o corta, orejas erguidas o hacia abajo… ¿Te has parado a analizar las diferencias que hay entre unos perros y otros? En este artículo queremos centrarnos en el motivo de una característica en concreto: ¿por qué existen perros con orejas caídas?
Muchos perros y un mismo origen
Los perros tienen un mismo origen común: los lobos. Pero, entonces: ¿por qué hay tantas razas de perros en el mundo?
La principal razón es que, durante el proceso de domesticación, iniciado hace unos 20.000 años, el perro ha ido adaptándose evolutivamente a las necesidades humanas. Por eso existen razas de perros que son muy apropiadas para el pastoreo, otros con características adecuadas para la caza, otros para ser guardianes y otros, simplemente, que son fieles compañeros inseparables.
Otra razón es la intervención humana a propósito, realizando cruces entre determinados perros para obtener ciertas razas: perros sin pelo, perros toy, perros híbridos entre dos razas, etc.
La razón de la existencia de perros con orejas caídas
Si eres amante de los animales sabrás que hay gatos y perros con orejas caídas.
Centrándonos en los canes, es normal preguntarnos cómo de un lobo salvaje se ha podido llegar a un dócil Poodle, por ejemplo. Pues bien, tanto el aspecto físico como el comportamiento de los perros, son fruto de la domesticación.
Hace miles de años, los lobos menos fieros se empezaron a acercar a los humanos con el fin de buscar cobijo. A su vez, los humanos, al comprobar que estos no eran peligrosos, empezaron a aceptarlos de manera próxima y a encontrar beneficios en su presencia.
Del hecho de cruzar a los ejemplares más mansos, unido a la necesidad de adaptarse al entorno, fueron surgiendo los diferentes perros.
Las características físicas de un perro a otro pueden variar drásticamente. Centrándonos en los perros de orejas caídas… ¿por qué estos no conservaron las orejas erguidas los lobos? Pues bien, según los estudios de Charles Darwin y que muchos investigadores están avalando, la razón final estaría en ese proceso de domesticación.
Veámoslo por partes.
Según investigaciones profesionales sobre genética animal, existe una relación entre la caída de orejas y una escasez de células derivadas de la cresta neural. Esto es así porque dicha deficiencia dificulta la formación del cartílago que permite que las orejas de los perros estén erguidas.
A su vez, un menor número de células en la cresta neuronal implica menos producción de la hormona de la adrenalina. ¿Y qué significa esto? Pues que los ejemplares son mucho más tranquilos. Eran aquellos lobos más tranquilos los que se empezaron a acercar a nuestros antepasados. Por lo tanto, el que fuesen mansos influyó en la domesticación y aparición de los perretes.
Por así decirlo y para entender bien todo en conjunto, la relación sería la siguiente:
Orejas caídas – DEBIDO A – Dificultad para desarrollar el tejido del cartílago
Dificultad para desarrollar el tejido del cartílago – DEBIDO A – Deficiencia de células en la cresta neuronal
Deficiencia de células en la cresta neuronal = Menos adrenalina
Menos adrenalina = Perros mansos
Perros mansos = Domesticación
Con todo esto, ese cambio físico se explicaría como un rasgo evolutivo.
Esta es la razón que con más fuerza se expone en la actualidad, pero durante mucho tiempo se mencionó otra que, aunque relacionada, no era tan exacta.
Los perros de orejas caídas no están en alerta
El hecho de que en el pasado, durante el proceso evolutivo de lobos a perros, estos viviesen en estado más salvaje (aunque fuesen desempeñando labores de ayuda para los humanos), les obligaba a tener las orejas siempre erguidas para estar en alerta continua por lo que pasase a su alrededor.
El acomodamiento surgido por la domesticación hizo que ya no necesitasen tener las orejas erectas continuamente, pues todas sus necesidades solían estar cubiertas y eran sabedores de que su vida estaba a salvo.
Esto también se explicaría como un rasgo evolutivo, incluso relacionado con la domesticación, pero en vez de por su comportamiento, por sus necesidades.
Lo cierto es que esas orejas caídas favorecen ciertos rasgos de algunas razas. Por ejemplo, ¿sabías que las orejas largas y caídas de perros rastreadores como el Beagle o el Basset Hound, con su movimiento, les permiten airear mejor los olores hacia su trufa y potenciar su olfato? ¡No es una mala característica!