Hay personas que desearían tener un perro como mascota, pero por diversas circunstancias no pueden mantenerlo en casa. Si eres una de esas personas, en este artículo te hablamos de 7 formas de disfrutar de un perro aunque no vivas con él.
Disfruta de un perro aunque no sea tu mascota
Antes de tener una mascota debes plantearte varias cuestiones para asegurarte de que podrías mantenerla, ya que un animal de compañía es una gran responsabilidad.
Los motivos que pueden hacer que una persona no pueda tener a un perro (u otro animal) como mascota en casa pueden ser varios.
Podría tratarse de falta de tiempo para cuidarle, alergias, que tu vivienda no es apta para tener animales de compañía, causas económicas, etc.
Si estás pasando por alguna de estas circunstancias, quizás encuentres entre nuestras propuestas la que más se adapte a ti para poder disfrutar de un perro.
1. Hazte voluntario en un refugio de animales
Por desgracia, los abandonos de animales no dejan de crecer y las protectoras y refugios de animales están desbordados de animalitos y de trabajo.
Si quieres disfrutar de la compañía de los perros, pero no puedes llevarte uno a casa, ofrécete para ayudar en sus cuidados en uno de estos centros.
¡Recibirás todo su amor y, además, estarás haciendo una grandísima labor!
2. Haz de canguro
Si no puedes mantener a un perro en tu vivienda porque, por ejemplo, viajas mucho, quizás puedas ofrecerte a cuidar de mascotas cuando sepas que sí vas a estar en casa.
Le estarás haciendo un gran favor a alguien, disfrutarás de estos peluditos durante un tiempo determinado y luego volverán con sus dueños sin ningún compromiso para ti.
Además, si has creado un vínculo especial con el animal y resulta que sus dueños son conocidos tuyos, podrás mantener el contacto con él y disfrutarlo más veces.
3. Pasea perros
Quizás no puedas tener un perro, pero ¿y si te ofreces para pasearlos? ¡Puedes hacer de esta actividad un trabajo o hacerlo simplemente por placer!
En cualquiera de los casos, disfrutarás de uno de los momentos favoritos de los perretes: las salidas a la calle.
Eso sí, si quieres disfrutar del paseo con perro, es necesario que tengas en cuenta algunas recomendaciones, como, por ejemplo, hacerlo con seguridad.
4. Acude a cafés con perros
En este caso no solo nos referimos a que acudas a cafeterías dogfriendly, donde los propietarios de perros pueden ir con su mascota. En ese caso podrías, simplemente, disfrutar del ambiente.
Nos referimos más concretamente a cafés donde hay perritos, normalmente en adopción, y se paga una entrada para interactuar con ellos mientras disfrutas de tu taza de café.
El dinero recaudado en estos sitios, suele estar destinado, en parte, a ayudar a protectoras y refugios y, a la vez, intentan encontrar hogar para esos peludos que no lo tienen.
5. Apadrina a un perrete
Si tu caso es que tienes mucha alergia a los perros y no puedes interactuar con ellos, ni siquiera esporádicamente, entonces tienes la opción de apadrinar a uno de ellos.
Cuando apadrinas a un animal, haces una aportación económica mensual al refugio o protectora que se encarga de sus cuidados y, a cambio, normalmente, recibirás fotos, vídeos, informes, etc. de tu ahijado perruno. Y si no tienes alergia, ¡puedes conocerlo en persona!
¡Es una forma muy bonita de ayudar!
6. Haz alguna donación
Igual que en el caso anterior, si tu problema es que amas a los perros, pero no puedes interactuar con ellos, otra manera de ayudar es hacer donaciones a aquellos centros de animales necesitados que los cuidan.
Podrías aportar comida, materiales de higiene, sanitarios, juguetes… Recuerda que estos centros sobreviven gracias a las ayudas de las personas.
7. Casa de acogida
Cuando un animalito es abandonado, puede pasar por una casa de acogida antes de ser adoptado definitivamente. Esto suele hacerse cuando los refugios están desbordados o cuando el animal necesita de unos cuidados especiales.
Si quieres disfrutar de un perro de manera temporal y puedes tenerlo en tu vivienda, ofrécete como casa de acogida.
Normalmente se suele establecer un tiempo acordado con la protectora de la que viene el animal, así te aseguras de que sea algo de un tiempo determinado.
Esta también es una grandísima opción si tienes posibilidades de adoptar a un peludo, pero no sabes muy bien si serías capaz de convivir con él a largo plazo. Puede ser que las cosas vayan de maravilla y acabes adoptándolo tú mismo y, si no es así, por lo menos has ayudado a ese animal dándole un hogar hasta encontrar a su familia perfecta.
Recuerda que una mascota no es un capricho y mucho menos pasajero. Por eso, sé responsable y si no puedes tenerla, recuerda que siempre puedes disfrutar de los animales con alguna de las acciones que te hemos comentado a lo largo de este artículo.