Por diversas razones, tu perro o gato puede llegar a deshidratarse tan severamente que será necesario acudir a un centro veterinario para que puedan ayudarle. En ese caso, lo más común es aplicar la fluidoterapia en mascotas para restablecer los desequilibrios que existan en el animal por esa falta de hidratación. Veamos en qué consiste este método.
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¿Qué es la fluidoterapia en mascotas?
La fluidoterapia en los gatos y los perros es una terapia de soporte, que funciona igual que en los humanos.
Esta consiste en la administración por vía parental de fluidos para compensar aquellos desequilibrios ocasionados por una patología. Normalmente, las vías más empleadas son la subcutánea y la intravenosa.
¿Cómo pierden fluidos los animales?
El contenido total de agua en un organismo se encuentra repartido por todo él y corresponde, de forma aproximada, al 60% del peso corporal.
Los fluidos se pueden perder de manera fisiológica, aunque el organismo es capaz de compensarlo, normalmente a través de la ingesta de agua. Sin embargo, cuando las pérdidas de líquidos son mayores que la ingesta del mismo, entonces da pie a una deshidratación que solo será corregida con un plan de fluidoterapia.
Las maneras que tienen los animales de perder fluidos son:
- Por vía digestiva. En las heces hay pérdida de agua. Si se da el caso de que tu mascota sufre de vómitos y/o diarreas, entonces las pérdidas se multiplican. Al existir más pérdida que ingesta, todo se descompensa y el animal se deshidrata.
- Vía renal. Mediante la orina, las mascotas pierden fluidos, pero esta es compensada con la ingesta de agua, por lo que si no beben se deshidratan.
- Pérdidas insensibles. Son aquellas que nosotros no percibimos como tal en los animales, pero también suponen una pérdida de agua:
- Por la respiración.
- Por el sudor. Porque sí, aunque no lo notes, los gatos sudan y los perros también.
- A través del jadeo.
De todo esto se deduce que tu mascota se puede deshidratar fácilmente tanto por reducir la ingesta de agua como por el aumento de las pérdidas, derivados de diarreas, vómitos, sudoración excesiva o problemas renales, por ejemplo.
Algunas de esas pérdidas podrían parecer insignificantes, como las que se da por el jadeo de un perro, sin embargo, pueden ser las peores. Por ejemplo, si el animal sufriese un golpe de calor, con el jadeo intentaría termorregularse, pero sus pérdidas serían tan grandes que si no se aplica la fluidoterapia de manera urgente, se deshidratará gravemente.
Aplicación de la fluidoterapia en mascotas
A la hora de establecer soluciones, existen 3 tipos diferentes que se emplean en veterinaria: los coloides, sangres y derivados, y los cristaloides. Estos últimos son los más empleados en la fluidoterapia en mascotas.
Dentro de este grupo hay dos tipos que son los más usados en las clínicas veterinarias para este tipo de terapia de soporte:
- Ringer lactato.
- Suero fisiológico (Na CL O.9%).
Cuando una mascota llega al centro, se le examina para poder saber qué plan de fluidoterapia necesita.
Se tendrá en cuenta para ello:
- Si está deshidratado y a qué nivel.
- La cantidad de orina.
- Las pérdidas que ha tenido el animal: cuántas veces ha vomitado, si solo tiene diarrea, si tiene diarrea y vómitos, etc.
- Los datos analíticos obtenidos, pues estos ayudan a saber cuánto de deshidratado está, además de conocer otros factores.
- La historia clínica: si es un cachorro o un adulto, desde cuándo tiene esos síntomas…
- Si el animal está bebiendo agua o no.
Tras comprobar la situación, el profesional encargado de atenderle se planteará una hospitalización de día o de 24 horas, teniendo en cuenta del tipo de centro al que se acuda y la patología que exista.
Con los datos recabados, se calcula el plan de fluidoterapia en mascotas, puesto que no necesita el mismo suero un cachorro de 2 kilos con diarreas, que un adulto de 30 kilos con diarreas y vómitos.
Además, dependiendo de los valores analíticos obtenidos se utilizará un suero u otro.
¿Cómo administrar el suero en la fluidoterapia en mascotas?
Hay varias maneras de administrar el suero y la adecuada será aquella que corresponda a la patología y estado del animal.
Estas formas son:
- Vía intravenosa: suele ser la más escogida, ya que permite administrar grandes cantidades en escaso tiempo, administrar fármacos evitando que pasen por aparato digestivo y es muy rápida.
- Vía subcutánea: de absorción lenta, sirve para aplicarla en el hogar cuando la mascota ya está más estable, pero siempre que el veterinario haya instaurado las pautas apropiadas.
- Por vía oral: esta solo se usa en animales que no presentan vómitos ni diarreas. Además, si comen y beben, tampoco es viable.
Síntomas de deshidratación en perros y gatos
Detectar los síntomas de deshidratación en tu mascota es esencial para poder establecer a tiempo un programa de fluidoterapia en mascotas y ayudarle a recuperar los líquidos que ha perdido.
Entre los signos que indican deshidratación en un perro y un gato están:
- Escasa orina o inexistente.
- Si hay orina suele ser de color más oscuro al estar más concentrada.
- Apatía, debilidad y decaimiento.
- Piel seca y menos elasticidad en la misma.
- Encías secas en lugar de húmedas.
- Falta de apetito.
Por supuesto, el hecho de que existan vómitos, diarrea y jadeos excesivos son señales de que la situación puede conducir a una deshidratación.
A este problema hay que darle la importancia que merece, pues puede agravarse con consecuencias verdaderamente negativas para el animal.
Por ello, no dudes en acudir a un centro veterinario si sospechas que tu mascota está deshidratada para que puedan aplicarle la fluidoterapia.
