¿Te has decidido a alimentar a tu perro con la dieta BARF? ¿No sabes si deberías descartar el pienso por completo? ¿Es bueno para los perros mezclar la dieta BARF con pienso? Algunas personas no tienen suficiente tiempo para alimentar a sus mascotas con alimentos preparados en casa todos los días y quieren complementarlo con pienso. ¿Se puede hacer eso? ¡Vamos a verlo!
¿Es bueno para los perros mezclar la dieta BARF con pienso?
Una dieta es un hábito de alimentación durante un período de tiempo determinado. Cuanto más natural y equilibrada sea la dieta, ¡mejor! Pero en este tema, como en todo lo demás, hay multitud de opiniones… Algunos piensan que los piensos son buenos, otros prefieren dar a su mascota la dieta BARF… Pero, ¿se pueden combinar ambas cosas? ¡Sí!
La clave de una buena dieta está en el equilibrio y la variedad. Como te hemos comentado en otros artículos sobre la dieta BARF, es cierto que los piensos comerciales para perros contienen aditivos y otras sustancias innecesarias para ellos, pero también contienen los nutrientes que sí necesitan. La dieta BARF también les aporta todo lo necesario para estar bien nutridos, ¡es que cada dieta tiene sus ventajas!
¿Cómo puedo combinar la dieta BARF con pienso?
Si tienes tiempo y ganas y te asesoras muy bien, es posible (¡y beneficioso!) alimentar a tu perro solamente con la dieta BARF. Pero encontrar un equilibrio saludable entre esta y el pienso, ¡también es posible!
¿Cómo hacerlo? Lo mejor es no mezclar el pienso con alimentos naturales en una misma comida. El pienso seco supone un esfuerzo de digestión diferente que, por ejemplo, la carne fresca. Los tiempos de digestión son diferentes y comer las dos cosas de una vez podría causar conflictos digestivos.
La solución es alternar los alimentos. Por ejemplo, puedes darle comida natural de dieta BARF por la noche y pienso por la mañana, o al revés. O también puedes hacerlo por períodos de tiempo, por ejemplo una semana BARF y otra pienso. Tampoco es beneficioso espaciar mucho los cambios, ya que el metabolismo del perro podría cambiar, causando dificultades para digerir en los cambios. Lo más importante de todo es que observes a tu perro, ¡cada perro es un mundo! Así podrás ir viendo qué le va mejor, cómo reacciona a ello, cómo son sus digestiones… Y encontrarás un equilibrio perfecto.