Cuando tenemos un cachorro en casa y nos ponemos a jugar con él, es muy probable que acabemos con algún mordisquito en nuestras manos que no nos haga especial gracia.
¿Por qué estos pequeñajos siempre van a morder nuestros dedos? Y lo más importante, ¿cómo lo puedo evitar? Te damos algunos consejos para enseñarle a tu cachorro a no morder las manos.
¿Por qué muerde las manos?
Sabemos que el olfato es uno de los sentidos más importantes y más desarrollados de los perros. Sin embargo, cuando los perros nacen, aún no tienen el sentido del olfato muy desarrollado y se tienen que guiar por el tacto.
Porque efectivamente, que nuestros amigos peludos no tengan manos, no significa que no tengan el sentido del tacto desarrollado.
En su caso, la boca y la lengua les sirve para mucho más que apreciar el gusto de las cosas. Les funciona también para explorar el mundo, y claro, ¡nuestras manos son un gran atractivo de ese mundo!
Por lo tanto, es normal, que de pequeños, si no han sido adiestrados, pierdan el control de esa forma y muerdan más de lo que deberían.
Tienes que saber que forma parte de su naturaleza el querer lamer las manos o morder con suavidad los dedos para jugar, pero no tiene que ir más allá.
¡Tienen que ser gestos de cariño, no que causen dolor!
Consejos para evitar que tu cachorro te muerda las manos
Es muy importante que pongas solución a tiempo a este problema.
Siendo un cachorro puede parecer que la cosa no es muy grave, pero si no pones solución pronto, cuando el perro crezca te arrepentirás.
El peludo crecerá pensando que no te hace daño con esos mordiscos y cuando su fuerza aumente, no tendrá autocontrol en los juegos.
Debes tener claro que los perros tienen muchísimo control sobre la fuerza que poseen en su boca, solo tienen que saber lo que está bien y lo que no.
¿Conoces a algún perro de raza grande que su manera de ‘saludar’ es meterse tu brazo en la boca y babearlo sin daño? Ese perro habrá sido educado correctamente y sabe que morder duele a los humanos.
A la hora de enseñar a tu cachorro a no morder, este tiene que ser consciente de que sus mordiscos te hacen daño. Los perros son muy empáticos y se darán cuenta si estás sufriendo si les mandas las señales adecuadas.
En el momento en que te muerda, grita (sin llegar a ser excesivo). Simplemente que él oiga ese sonido de dolor. Piénsalo bien, cuando un pequeño perrito sufre dolor jugando con otro cachorro, también emite un ‘grito’ que hace que cese el juego.
No se trata de espantar al pequeño peludo, solo se trata de mandar una advertencia sonora de que eso que está haciendo nos duele.
Si con eso no logramos que el perro pare de morder, interrumpe el juego drásticamente y mírale. Así asociará el hecho de morder con el fin de la diversión.
¿Qué hago si continúa intentándolo?
Si continúa intentando morderte, sujétalo con firmeza pero sin hacer daño por el pecho. Si está inquieto, dile un NO rotundo. Recuerda, ¡sin hacerle daño! Una vez el pequeño se haya calmado, puedes soltarlo.
Es probable que a la primera no consigas grandes resultados, pero es normal. Como cualquier aprendizaje, lleva su tiempo. ¡Tómatelo con calma!
Por último, te aconsejamos que premies su buena actitud cuando aprenda a jugar contigo sin morderte: dedícales caricias y buenas palabras.
También te servirá de ayuda ofrecerles juguetes que sean específicos para morder y sacarlos con frecuencia a pasear y hacer ejercicio para que suelten toda la energía.
¡Caerán rendidos al llegar a casa y no pensarán en tus manos como su diversión!