Si has llegado hasta aquí seguramente estés pasando por una de las situaciones más desesperantes que se pueden dar en las comunidades de vecinos: los ruidos incesantes. En concreto, en este caso, nos centraremos en hablar sobre qué hacer cuando el perro del vecino ladra mucho y a todas horas. ¿Es tu caso? ¡Sigue leyendo!
Primero: ten presente la naturaleza canina
Antes de entrar en detalles sobre qué podrías hacer si tu paciencia está llegando a su límite en lo que a ladridos del perro del vecino se refiere, queremos aclarar una cosa.
Los perros usan el ladrido, normalmente, para cosas que no son molestar a los humanos. Y decimos «normalmente» porque hay perros que ladran para llamar la atención de su dueño.
El ladrido del perro es una forma de comunicarse para ellos, de expresarse. Por eso, debes entender que a veces lo hagan. No se le puede pedir silencio absoluto.
Otra cosa es cuando el perro del vecino ladra constantemente, de forma incontrolable y a todas horas. Ahí sí hay un problema y puedes intervenir.
Qué hacer si el perro del vecino ladra mucho
Veamos ahora qué es lo que puedes hacer si el perro de tu vecino molesta incesantemente con su ladrido.
1. Habla con el propietario del perro
El primer paso que debes dar siempre es acudir a hablar con el propietario del animal. Mira el lado bueno: sabes dónde vive.
Puede suceder que el dueño de la mascota no sea consciente de las molestias que causa su perro si se pasa el día y/o la noche fuera de casa y es en ese momento cuando el perro ladra.
También puede suceder que sea consciente de que su perro ladra, pero no de con qué volumen llegan sus ladridos a los vecinos. O que sí lo sepa y, por ello, esté trabajando ya en corregir la conducta de su mascota.
Es esencial que esta persona sea informada y que tú recibas su feedback para aclarar la situación.
Por supuesto, al ir a hablar hay que ir con calma y no a la defensiva. Es mejor comentarlo amistosamente. Por ello, este es nuestro consejo: no esperes a estar totalmente harto o harta de la situación. No llegues a ese punto sin hablarlo.
2. Consúltalo con la presidencia de la comunidad de vecinos
Esta acción la puedes llevar a cabo antes del punto anterior o después si el perro del vecino ladra igualmente aun habiendo hablado con su dueño.
Dirígete a la persona que esté al mando de la presidencia de la comunidad vecinal en la que vives.
Esa persona te podrá informar de varios aspectos:
- Si hay alguna norma comunitaria que regule este tipo de problemas. Quizás no lo haya para casos de perros en concreto, pero sí para los ruidos en determinadas franjas horarias, como las noches.
- Si hay más vecinos en tu misma situación y están planteándose tomar cartas en el asunto.
Dependiendo de cuándo consultes esta información, esta te puede servir, bien para tenerla en cuenta cuando vayas a hablar con el propietario del peludo ladrador o para después, para los siguientes pasos.
3. Denuncia en la policía local
Este es un paso importante que debes dar una vez hayas dado los dos pasos anteriores.
De hecho, si la conversación con tu vecino fue amistosa, te prometió que pararían los ladridos de su perro, pero no ha sido así, lo ideal es que vayas a darle un segundo aviso antes de acudir a la policía. Ve con buena intención, pero aclarando que sigues molesto.
Si la situación ya es insostenible, entonces puedes acudir a la policía a interponer una denuncia. Eso sí, tendrás que presentar pruebas.
Para dar por buena la denuncia porque el perro del vecino ladra, la policía acudirá a tu comunidad para medir con un sonómetro los ladridos. Si estos superan unos determinados decibelios (los marcados como límite en la Ordenanza Municipal del lugar donde resides), las acciones a seguir serán:
- Avisar al dueño de una posible sanción por las molestias que causan los ladridos continuos de su perro y exigir que estos paren de inmediato.
- Si lo anterior no funciona, hay que pasarle el testigo a la persona que lleve la presidencia de la comunidad de vecinos. Esa persona será la encargada de hacer cumplir ese mandato de la policía.
4. Interponer una demanda
Cuando el perro del vecino ladra hasta el punto de afectar a vuestra salud y todo lo anterior no ha dado ningún resultado, hay una opción final que es acudir a un juzgado con un abogado para interponer una demanda, acogiéndote al Código Civil.
Es una opción muy extrema, por eso lo adecuado siempre es usar las palabras y tratar de solucionarlo de buena fe, hablando con el dueño del animal.
Si dicha demanda fuese aceptada, las resoluciones son bastante duras. Por un lado, se le puede prohibir a la persona habitar en dicha vivienda hasta 3 años. Otra opción interpuesta es enviar al perro a una perrera… Si eres amante de las mascotas, esta opción final puede ser realmente dolorosa.
Hay algo que debemos tener en cuenta: si el perro del vecino ladra constantemente, sin importar si es de día o es de noche, no es por maldad. Es porque existe algo en él que le está afectando: está solo, aburrido, estresado, con ansiedad, tiene hambre, etc.
Antes de llegar a límites extremos, si su dueño no es consciente de todo ello, trata de hacérselo ver y explicarle que SIEMPRE puede haber solución. Si esa persona no es capaz de encontrarla, recomiéndale que consulte con un educador canino y puede que lo tenga en cuenta.
Por otro lado, después de la primera conversación, dale un tiempo para el cambio. El perro no va a dejar de ladrar de un día para otro a no ser que el problema causante fuese evidente (por ejemplo, que no comía). Una vez des el primer paso, espera un poco para observar resultados y no te precipites en tomar las siguientes acciones. ¡Estamos seguros de que todos queréis vivir en armonía!