Estamos acostumbrados a ver a perros lazarillos acompañando a personas ciegas. Pero, ¿y los perros? También pueden quedarse ciegos… ¡Y también tienen derecho a tener un guía! ¿Te animas a descubrir la historia de Hoshi y Zen?
¿Qué le paso a Hoshi?
Hoshi, un perro esquimal americano, fue diagnosticado con glaucoma en estado avanzado y tuvieron que sacar sus dos ojos cuando tenía 11 años para no poner su vida en peligro. Imaginaos la noticia después de haber estado tanto tiempo acostumbrado a ver…
Para ser previsores y que Hoshi no se sintiera tan solo, sus dueños adoptaron a Zen, un pequeño pomerania, seis meses antes de la operación. Desde que se conocieron, los dos perritos congeniaron muy bien. Les pusieron un arnés para unir a los dos perros y que caminaran a la par, pero esto no funcionó.
Sin embargo… Poco a poco Zen fue convirtiéndose en su guía por instinto.
¿Cuál es el papel de Zen?
Dicen que los perros tienen un sexto sentido y Zen es la demostración perfecta de ello: ¡es como si supiera perfectamente que Hoshi no puede ver! Desde el comienzo, Zen asumió su papel y decidió ayudarle. Primero comenzó a guiarlo a través de ladridos, y después con una pequeña correa atada a ambos.
“The fluffy duo” (El dúo achuchable)
Y cómo no… ¡Las redes sociales adoran estas amistades perrunas! Estos perros se han hecho famosos en Instagram y se hacen llamar “The fluffy duo”, que significa “El dúo achuchable”.