Así es el comportamiento de los conejos enanos

¿Cómo es el comportamiento de los conejos enanos? Si tienes uno, observarás que hace montones de cosas en diferentes situaciones. ¿Por qué las hace? ¿Qué es lo más importante que debes saber sobre la actitud de estos pequeños peludos? ¡Sigue leyendo!

Comportamiento de los conejos enanos

Cada necesidad, estado de ánimo o situación la expresan de una manera diferente:

Expresión de sentimientos en el conejo enano

Seguridad a través del silencio: uno de los más característicos comportamientos de los conejos enanos es el sigilo, que les asegura pasar desapercibidos frente a los depredadores. Refugiarse en sus madrigueras en silencio es su principal método de supervivencia.
Felicidad: cuando un conejo enano está contento o disfrutando de caricias y mimos, lo demuestra frotando sus dientes. Produce un sonido muy leve que sólo oirás si te encuentras en un ambiente realmente silencioso.
Dolor: el mecanismo es el mismo, pero incrementan la fuerza. Si tu conejo hace chirriar los dientes, probablemente esté sufriendo algún dolor. También lo mostrará por medio de la apatía, posturas forzadas y ojos turbios.
Apareamiento: los machos de conejo enano emiten gruñidos guturales muy profundos durante el proceso de cortejo y cópula.
Defensa: cuando se sienten amenazados y tienen miedo, lo muestran por medio de gruñidos, silbidos y bufidos, alertando al depredador para que se mantenga alejado.
Inquietud: cuando algo de lo que haces no les gusta o les incomoda, emiten una especie de gruñidos muy especiales, como balidos.
Soledad y miedo a morir: cuando se sienten abandonados y tienen miedo, chillan de un modo muy agudo.
Excitación: si tu conejo está excitado, nervioso o se siente en peligro, golpea con sus patas traseras en el suelo. ¿Te acuerdas de Tambor, el amigo de Bambi? ¡Lo hacía siempre que estaba contento!

Expresión corporal del conejo enano

Postura erguida: este es un típico comportamiento de los conejos enanos cuando están alerta o algo les llama la atención. Se poner erguidos para observar y escuchar mejor todo a su alrededor.
Huida: carreras, saltos, giros en el aire… Los conejos son animales realmente enérgicos y hábiles y son capaces de utilizar este don para huir de depredadores. Además, les sirve para quemar energías.
Momentos de relajación: cuando un conejo está en estado de relax, lo demuestra sentándose con las orejas erguidas, o tumbándose sobre su vientre o costado. Aunque paradójicamente, a veces demuestran ese confort y tranquilidad volviéndose muy activos, brincando, revolcándose en arena…
Arañar y escarbar, que lo hacen por diferentes motivos: cuando las hembras están en celo y los machos quieren aparearse, por falta de cajón de arena pueden hacerlo compulsivamente en otros lugares, o bien para mostrar dominancia y marcar territorio frente a otros conejos.
Entrelazar las patas durante el apareamiento: en el momento de la cópula, el macho rodea a la hembra con sus patas para sujetarla y estimularla.
Saludo y despedida: frotar su hocico contra ti en busca de atención, significa que quiere que juegues con él. Pero si te golpea más fuerte, agacha sus orejas o te muerde, querrá que le dejes tranquilo.
Higiene social: los conejos, en la naturaleza, se limpian unos a otros. Ese instinto que tienen hará que de vez en cuando te lama a ti, como si fueras parte de su comunidad. Es una forma de mostrar aprecio: te limpio porque te quiero.
Camuflaje: cuando corren peligro pero no da tiempo a refugiarse en la madriguera, los conejos recurren al mecanismo de emergencia; se camuflan aplanándose contra el suelo y agachando sus orejas, volviéndose lo menos notables posible. Si esto ocurre, es que tu conejo se ha asustado por algo, actúa con tranquilidad y procura no causarle más ansiedad.
Curiosidad: cuerpo alzado, cabeza erguida y orientada hacia adelante y preparado para correr. Este estado de curiosidad les prepara para lo que sea que tenga que venir.
Nivel de seguridad en sí mismo: si el conejito se siente seguro, se relacionan levantando la colita. Sin embargo, cuando son más tímidos y no tienen instinto dominante, esconden la colita y bajan las orejas.
Alerta frente a una agresión: postura tensa, orejas atrasadas, ¡preparado para correr! A veces, también emiten gruñidos.