¿Cómo? ¿Una rata como mascota? ¡Sí! Cada vez es más gente la que busca amor y compañía en animales diferentes a los clásicos perros y gatos. ¡Hoy te enseñamos cómo cuidar a una rata! Estos pequeños roedores pueden ser mascotas perfectas y muy cariñosas si sabes qué hacer para que crezcan sanos y felices, así que… ¡no te lo pierdas!
Cómo cuidar a una rata
Para aprender cómo cuidar a una rata de la mejor forma posible, ten en cuenta los siguientes aspectos:
¡Cuida su alimentación!
Esto es fundamental, si tienes esta mascota, lo primero que debes saber sobre cómo cuidar a una rata es que no puede comer cualquier cosa. Es un error que comete mucha gente, como son ratas, creen que todo vale. ¡No!
Si quieres que tu rata mascota esté sana (lo cual también repercutirá en tu propia salud) y que viva mucho tiempo, es importante que prestes atención a su alimentación. Son omnívoros, pero esto no significa que les venga bien comer de la basura, por ejemplo.
La digestión de las ratas es muy corta, por lo que comen muchas veces al día, pero muy poca cantidad. Por eso, deja que tenga comida a su alcance en todo momento, para que coma cuando quiera. ¡Pero poquita cantidad! Si no, se cebará. Lo mejor es recurrir a piensos especiales para estos roedores, ya que tienen las verduras, fibra, proteínas y cereales que necesitan.
Si no encuentras comida para ratas, elige uno para hámsters con muchas semillas y poca grasa. Tendrás que complementarlo con verduras y frutas frescas y algo de proteína. ¡Pero no demasiada! El exceso de proteína produce obesidad en las ratas muy frecuentemente.
Socialización y apareamiento de las ratas
Las ratas son seres sociales, por lo que necesitan vivir en compañía. La humana está bien, pero si le vas a dar otros amigos de su misma especie, es mejor que sean del mismo sexo; si no, ¡se reproducirán de forma descontrolada! No te recomendamos que hagas criar a tus ratas, ya que luego no sabrás qué hacer con sus bebés. ¡Sé responsable y evita el abandono de animales!
No te preocupes por los enfrentamientos. Otras especies animales, como los hámsters, tienen instintos territoriales más marcados y pueden surgir altercados cuando dos o más animales del mismo sexo comparten un espacio. Pero las ratas, en cambio, son más sociables y viven a gusto en compañía de otros. ¡Incluso se hacen mimitos y juegan juntas! A veces, cuidan en grupo sus camadas.
La jaula
Otro aspecto fundamental de cómo cuidar a una rata es escoger y adecuar bien su jaula. ¡Es el lugar donde vivirá! Por eso, hay que saber bien qué es lo que más le conviene.
No hace falta que sea muy grande, ya que son pequeñitas. Pero sí necesitará que la abastezcas de entretenimiento: juguetes y complementos para correr, saltar… Puedes poner túneles, escaleras, cuerdas, diferentes pisos… Para evitar que estos pequeños roedores acaben con todo, pon un mineral para que desgaste bien sus dientes. Si no, ¡recurrirá a la madera o plástico de sus juguetes!
Además, por supuesto, necesitará un comedero y bebedero, además de un nido donde relajarse y refugiarse cuando quiera.
Limpieza
Al contrario de lo que muchos creen, las ratas son animales realmente limpios. Se acicalan a sí mismas cada día. Por eso, no es necesario bañarlas con mucha frecuencia, sólo en momentos determinados en los que estén muy sucias; para ello, utiliza un pequeño recipiente donde no pueda ahogarse, agua tibia y jabón neutro.
La jaula debes limpiarla, eso sí, con más frecuencia. Cada día, deberás retirar los restos de comida, los desechos y heces del lecho. Una vez a la semana, haz una higienización más profunda para desinfectar todo, ¡barrotes incluidos!
Consejo: la limpieza del fondo será mucho más fácil si lo cubres siempre con papel de periódico.
Salud de las ratas
El riesgo de cáncer en las ratas es bastante alto. No a todas les pasa, pero el porcentaje de ratas que desarrollan tumores es alto, así que si tienes una rata mascota deberás tener presente que es muy probable que ocurra.
¡Recuerda! Hasta la mascota más pequeña supone una gran responsabilidad, tener una mascota es un compromiso de cariño y cuidados que debe durar hasta el final de la vida del animal. ¡No tengas una rata si no estás seguro de poder o querer cuidarla!