Te enseñamos cómo bañar a un gato

Te enseñamos cómo bañar a un gato… ¡sin morir en el intento!

¿Cómo bañar a un gato sin vivir una experiencia tediosa? Como todo el mundo sabe, los gatos reniegan del agua, y esto puede hacer del baño felino un rato bastante complicado.

También es cierto que bueno, los gatos odian el agua, pero para compensar se acicalan bastante ellos solos y son muy limpios. Por este motivo, si tienes un gato lo más seguro es que no tengas que bañarlo muy a menudo. Pero ¿qué pasa cuando el gato tiene suciedad que no puede quitarse bien él mismo? Entonces, el «momento bañera» es irremediable. Te enseñamos cómo bañar a un gato sin desesperar…

Cómo bañar a un gato

Vamos a ver cómo bañar a un gato de forma fácil y segura. Te recomendamos que bañes a tu gato en el fregadero, ya que la altura y tamaño de la pila son apropiados y harán el baño más fácil. Esto es lo que debes hacer:

  • Llena la pila unos cuantos centímetros de agua tibia. Ten al gato ya contigo, así se irá acostumbrando a oír el ruido del grifo.
  • Habla a tu gato con un tono tranquilo, transmitiendo calma.
  • Elegir el momento adecuado para el baño es esencial para que salga bien: hazlo cuando tu gato esté tranquilo. Si quieres, puedes planificarlo y jugar un rato con él para que se canse un poco; así no se pondrá tan nervioso a la hora del baño.
  • Antes de mojarlo, asegúrate de peinarlo bien para eliminar nudos y pelos muertos.
  • Coloca una bolita de algodón en cada oído para evitar que entre agua. ¡Tampoco lo metas demasiado! Sólo se trata de tapar  sus oídos.
  • No llenes el baño con más de 10 cm de agua, y procura que no esté demasiado caliente.

Ahora que ya lo tenemos listo… ¡llegó la hora! ¿Cómo bañar a un gato de forma segura?

Cómo bañar a un gato de forma segura

  • Cuando ya esté todo preparado, es hora de mojar al gato. Hazlo poco a poco, preferentemente con una duchita de mano.
  • Cuando tu gato esté completamente mojado, es el momento del champú. Usa uno especial para gatos, aplícalo haciendo masajes, siempre a favor del pelo.
  • ¡Ten cuidado de no mojar su cara y sus orejas!
  • Cuando hayas terminado, asegúrate de aclarar completamente el champú. ¡Si quedan restos podría irritarse su piel!
  • Como decíamos, no enfoques la ducha a su cara. Si quieres limpiarla, mejor usa un paño limpio mojado en agua tibia. Si tiene la cara muy sucia, puedes diluir un poco de champú y limpiarla con esa agua jabonosa, siempre con cuidado de que no entre en sus ojos.
  • ¡Por cierto! Si quieres cortar o limar sus uñas, lo mejor es hacerlo antes del baño, cuando el gato todavía está seco. Aprovecha el rato de peinado.

 

¡Ya sabemos cómo bañar a un gato! ¿Ahora qué?

Después de bañar a tu gato, llega el momento del secado… ¡y este paso es igual de importante!

Envuelve a tu gato en una toalla y deja que se vaya secando en un lugar cálido, por ejemplo, cerca de un radiador. ¡Evita las corrientes de aire! Por lo general, los ruidos les suelen dar miedo a los animales, pero si tu gato es un valiente, puedes probar a secarlo con secador.

Si quieres que tu gato se porte bien en los momentos del baño y lo asocie con algo bueno, en cuanto termines el secado, será el momento ideal para darle una gran recompensa. ¡Las mascotas adoran las golosinas! Dale un premio y verás que poco a poco va percibiendo la experiencia del baño de manera más positiva.

 

¿Tu gato tiene PÁNICO ABSOLUTO al agua y es imposible bañarlo? Aquí tienes otro método…

Tu gato tiene PÁNICO ABSOLUTO al agua y es imposible bañarlo

¿Cómo bañar a un gato tremendamente asustadizo?  Si es imposible que tu felino perciba el baño como algo bueno y se pone hecho una furia… Vas a tener que cambiar de estrategia.

En este caso, vamos a intentar que el baño sea lo más rápido posible para que sufra menos… ¡y nosotros acabemos con la menor cantidad posible de arañazos!

  • Después de peinarlo (este proceso es exactamente el mismo de antes), lleva a tu gato a la bañera. ¡Pero nada de agua corriente! Los grifos no deben estar abiertos.
  • Mete un cubo con agua tibia dentro de la bañera, y al gato en el cubo. Él se quedará apoyado sobre las dos patas traseras, así que sujeta bien con la mano las delanteras.
  • Lava su pelo con jabón diluido y acláralo bien echándole agua del cubo con la mano, ¡no con la ducha!
  • ¡Hazlo todo muy deprisa! Que no le dé tiempo a enfurruñarse ni a tener miedo. Cuando quiera enterarse de qué está pasando, el baño con suerte habrá terminado.

 

Si este método también resulta imposible, te recomendamos la técnica de las tres palanganas…

Cómo bañar a un gato con las tres palanganas

  • Llena tres palanganas con agua tibia y ponlas en la bañera, el jardín… donde te convenga, pero procura que estén apoyadas en una superficie estable para que no vuelquen.
  • Diluye champú para gatos en la primera palangana y mételo dentro. Al haber menos profundidad de agua, probablemente el gato se asuste menos que en la bañera, esto es poco más que pisar un charco.
  • Lava al gato con esa agua jabonosa y luego usa las palanganas de agua limpia para ir aclarándolo, siempre teniendo cuidado de no mojar su cabeza.

 

¿Lo has conseguido? ¿Has llegado vivo aquí! ¡Enhorabuena! Ya sabes cómo bañar a un gato. Lo más importante de todo es que el gato se acostumbre a los baños desde cachorro. Que las mascotas adultas adquieran nuevas costumbres no es imposible, pero sí más complicado. ¡Paciencia!

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