La ceguera en los perros es un problema más habitual de lo que puedas imaginar. Puede ser total o parcial, afectar a ambos ojos o sólo a uno, y además ser congénita o progresiva, consecuencia de la edad o de otro problema de salud. ¿Qué se puede hacer ante la ceguera en perros? ¿Cómo es la vida de un perro ciego? Te lo contamos todo en este nuevo post.
Cómo detectar la ceguera en los perros
¿Se puede saber si un perro es ciego? Claro, ¡pero no siempre es fácil! Un perro que se ha quedado completamente ciego por una lesión o problema, por lo general, se muestra desorientado y asustado. Además, puede que deje de hacer las cosas que antes hacía sin problemas en su día a día, como por ejemplo jugar.
Por otro lado, cuando la ceguera es progresiva, no es tan fácil notarlo, ya que los síntomas no son tan evidentes. El hecho de que sea progresiva, le hace ir poco a poco adaptándose a esa pérdida de visión, por lo que no se mostrará tan asustado y torpe como otros perros que no ven. Cuando un perro se está quedando ciego poco a poco, suele tomar objetos o lugares como referencia, anda pegado a las paredes… se va buscando técnicas propias de orientación. Notarás, por ejemplo, que se comporta de forma diferente en los paseos, especialmente de noche, y quizás se choque si colocas mobiliario nuevo en casa.
Cuando la ceguera de un perro es congénita, la situación es menos preocupante, aunque pueda parecer lo contrario. Al faltarle el sentido de la vista, desarrolla el resto en mayor medida, de modo que puede llevar una vida completamente normal, igual a la de cualquier otro perro. Si se les da cariño y se tiene paciencia, son completamente felices.
Cómo cuidar a un perro con ceguera
Hay que tomar ciertas precauciones especiales cuando tienes en casa un perro ciego. Por ejemplo, no pongas objetos que puedan obstaculizar el camino a sus lugares favoritos, como la zona de comer o beber agua o su cama.
A la hora de salir de paseo, evita lugares con muchos obstáculos, como hoyos o escaleras. Procura hacer siempre el mismo recorrido, así poco a poco irá acostumbrándose al recorrido y a reconocerlo por medio de los olores. En poco tiempo, paseará sin problemas y con mucha agilidad.
Dentro de casa, no le dejes acceder a zonas peligrosas, como balcones o terrazas. Además, es mejor que no lo subas a sitios altos, como camas o sofás. ¡Se podría llevar un susto!
Si tienes escaleras, piensa si es realmente necesario dejar que suba y baje. Si es así, coloca al principio y final de las escaleras una alfombra; en poco tiempo la relacionará con un obstáculo, poco a poco aprenderá a subir y bajar.
En el resto de cuidados, la ceguera en los perros no supone ninguna diferencia, estos perros necesitan los mismos cuidados y atenciones que cualquier otro: higiene, alimentación, paseos, atención sanitaria ¡y mucho amor!
Jugar con un perro con ceguera
Es de esperar que un perro que no ve tarde un poquito más en aprender ciertas cosas, pero con cariño y paciencia lo lograréis juntos sin problemas. ¡Y desde luego, os podéis divertir! La ceguera en perros no le impide jugar y pasarlo genial.
Los juegos se basan en lo mismo que los de cualquier otro perro, sólo que con algunos detalles que facilitan la situación al perro ciego. Por ejemplo, coloca un cascabel en su pelota, o directamente cómprale juguetes sonoros. Podrás tirarlo y lo recogerá sin problemas.
También, por ejemplo, podéis jugar al pilla pilla; el sonido de tus pasos y tu olor serán más que suficientes para que sepa dónde estás en todo momento. ¡Recuerda que el resto de sus sentidos están más desarrollados de lo normal!
¿Se puede tratar la ceguera en los perros?
Lo primero que debes hacer si detectas síntomas de ceguera en tu perro es acudir al veterinario. Dependiendo de la raíz del problema, podría ser tratable y reversible. Otras cegueras, por desgracia, son permanentes.
Algunas de las causas más habituales de ceguera en los perros son:
- Cataratas
- Glaucoma
- Deterioro de la retina
- Problemas en el cristalino o la córnea
- Alteraciones del nervio óptico
- Tumores
Algunas cegueras tienen solución, o al menos un tratamiento adecuado puede ralentizar el proceso. Cuanto antes determine la causa el veterinario, más fácil será tratarla. En cualquier caso, te ayudará a hacerle la vida lo más fácil posible a tu mejor amigo.
La ceguera no es una condición que dificulte en gran medida la convivencia con una mascota, por lo que no debe ser nunca motivo para abandonarla. Un perro ciego es igual de digno, cariñoso y fiel que cualquier otro, sólo necesita un extra de sensibilidad y paciencia a la hora de educarlo. ¡Te vea o no, ambos seréis muy felices!
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