Puede que ya lo supieses o puede que esta información sea nueva para ti, pero es cierta: los conejos entierran a sus crías recién nacidas vivas en la naturaleza. Y aunque pueda sonar un poco macabro, el motivo por el que lo hacen es muy positivo. Te contamos por qué un animal como el conejo entierra a sus crías vivas.
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El peligro de los conejos recién nacidos
Cuando nacen, algunos sentidos de los conejos no están desarrollados. Estos llegan al mundo siendo completamente ciegos, sordos y, además, no tienen pelo. Son animales muy indefensos y en la naturaleza son presa fácil para todos los depredadores de la especie. Eso comprende a los humanos y muchos animales, incluyendo a los conejos macho.
Los conejos de este sexo suelen atacar y matar a las crías de conejos por dos razones principales:
- Por un lado, porque con la muerte de los gazapos pueden forzar un periodo de celo nuevo con su madre y pueden copular con ella.
- Por otro lado, porque de esa manera eliminan a futuros competidores por las hembras.
Debido a ello, las conejas no pueden dar a luz dentro de las madrigueras, donde los conejos adultos viven en comunidad para refugiarse. Tienen que hacerlo fuera de ellas y, además, una vez nacidas las crías, las entierran vivas. Pero, ¿por qué?
¿Por qué un conejo entierra a sus crías vivas?
A pesar de que pueda sonar a algo muy negativo, lo cierto es que la razón por la que un conejo entierra a sus crías vivas es por asegurar su supervivencia.
Dado que la madre sabe el riesgo que corren sus crías desde que llegan al mundo, la única manera de protegerlos es enterrarlos para que sus depredadores no los encuentren.
Tras esconderlos, la mamá coneja se aleja para no dejar rastro y regresa solo las dos veces al día que debe hacerlo para amamantar a sus crías. Una vez llega a la conejera, nombre que reciben estos agujeros bajo tierra donde se encuentran los gazapos, comienza a quitar una capa de tierra pequeña, tras haber comprobado que no había ningún peligro cerca.
Así, poco a poco van saliendo a la superficie las crías para amamantarse. Una vez alimentadas, la madre vuelve a resguardarlas enterrándolas.
Y esa es la razón por la que un conejo entierra a sus crías vivas: para salvaguardar su vida.
¿Cómo sobreviven las crías de conejo bajo tierra?
La naturaleza es sabia y, curiosamente, como hemos visto, los conejitos están más seguros bajo tierra que sobre ella. Sin embargo, es normal que nos preguntemos cómo pueden aguantar ahí debajo.
La razón es que al taparlas, la madre deja un pequeño orificio abierto por el que pasa el oxígeno suficiente que necesitan los gazapos para poder vivir. Por lo tanto, lo tienen fácil para mantenerse con vida bajo tierra.
La gestación del conejo
Vista ya la razón por la que el conejo entierra a sus crías vivas, hablemos un poco sobre la gestación de este animal.
El periodo de gestación de los conejos es muy corto, siendo considerado, de hecho, uno de los más efímeros dentro del reino animal.
Este periodo en el conejo dura entre 29 y 35 días, con una media de 31.
En un parto pueden llegar, en una sola camada, entre 4 y 12 crías. Sin embargo, al año una misma coneja puede dar a luz a varias camadas, así que ese número puede alcanzar los 80 gazapos anuales.
De hecho, esta es la razón por la que este animal se ha convertido en una plaga en algunos países.
En libertad, cuando las crías nacen, la coneja los deposita en la conejera. Tras su nacimiento, los pequeños tardan alrededor de 10 días en abrir los ojos, así como en empezar a desarrollar el pelo.
El periodo de lactancia en conejos dura unos 30 días, pero a partir de los 20, los conejitos ya están más desarrollados y empiezan a asomarse más a menudo al exterior (no solo para amamantarse) y a ser más activos. Además, también empiezan a ingerir otros alimentos.
¿Te ha sorprendido la razón por la que un conejo entierra a sus crías vivas? ¡Sin duda es, cuanto menos, curiosa!
