Los perros son muy juguetones y activos, especialmente cuando son cachorros o jóvenes. Esto es parte de su naturaleza y hay que permitirles que sean así. Sin embargo, hay ocasiones en las que va a ser necesario que ayudar a nuestra mascota a que se calme un poco, especialmente cuando padece problemas de nerviosismo, estrés, ansiedad o miedo. Por ello, es importante saber cómo puedo relajar a mi perro. Hay varias técnicas que pueden funcionar.
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Cómo puedo relajar a un perro
El primer paso a la hora de relajar a un perro es averiguar la causa de su nerviosismo.
Un perro puede estar demasiado excitado por estrés, por ansiedad, por miedo o, simplemente, por una sobre estimulación puntual.
Si se trata de miedo, ansiedad o estrés, lo primero que hay que hacer es trabajar para eliminar ese problema, siempre que se pueda.
Es decir, un perro puede tener miedo a las tormentas, pero no puedes dominar la climatología. Sin embargo, también puede tener miedo a la lavadora y, en principio, puede bastar con cerrar la puerta de la estancia en la que esté y alejar al can de la misma cuando esta esté en marcha.
Aun así, puedes tener en cuenta estos factores para saber cómo relajar a un perro.
Juguetes diferentes
A tu mascota le va a venir muy bien tener a su alcance diversos juguetes.
En casos de nerviosismo, son especialmente útiles los que están destinados para morder con fuerza, pues les ayudará a liberar mucha tensión a través de su mordida.
Sácalo de paseo
Una de las razones que pueden poner muy nervioso a tu peludo es no hacer el ejercicio diario que le corresponde y/o estar mucho tiempo encerrado en casa.
Salir a la calla es fundamental para su salud física, porque le permite ejercitarse, pero también para su salud mental.
Además, caminar, correr y jugar en la calle, le ayudará a descargar tensión y al llegar a casa se mostrará más tranquilo y relajado.
Caricias y masajes relajantes
Al igual que a muchas personas, los masajes relajantes nos ayudan a rebajar el nerviosismo y la tensión, si te preguntas cómo relajar a mi perro, lo cierto es que en este animal también pueden funcionar.
Para ello, pide a tu mascota que se acerque a ti y empieza acariciándola como siempre haces para que se tranquilice un poco y se sienta cómoda.
Cuando ya se siente o acueste, emplea la yema de tus pulgares para ir haciendo círculos sobre su cuerpo, empezando por la parte trasera de sus orejas y de su cabeza, luego ve bajando por el cuello y el resto del cuerpo.
No ejerzas demasiada presión, ya que esto podría incomodar al perro y hacer que se marche antes de haber logrado tu objetivo.
Deja para el final sus patitas y almohadillas, porque no a todos los canes les suele gustar que se las toquen. Si ves que pone resistencia en esa zona, no insistas y vuelve a comenzar por sus orejas.
Natación
Antes hablábamos de los paseos, pero, sin duda, uno de los ejercicios más completos y que más pueden ayudar a tu mascota en su relajación es la natación.
Si tu perro padece de ansiedad, estrés o nerviosismo continuo, deberías plantearte que practique esta actividad lo máximo posible.
No solo le relajará, sino que es muy útil para aliviar dolores y molestias que derivan de enfermedades degenerativas.
Musicoterapia
La musicoterapia es una técnica que consiste en aprovechar los estímulos de relajación que puede provocar la música con el fin de obtener resultados beneficiosos.
Pon música relajante a un volumen suave (recuerda que tu perro tiene el sentido del oído más agudo que tú) y déjala un rato en la estancia en la que esté tu perro.
Puede que al principio no haga efecto en tu perro y que este esté muy nervioso jugando con sus juguetes. Pero entre una cosa y otra, poco a poco se irá calmando.
Además, también puedes compaginar la música con tus caricias y masajes.
Doga
Otro de los métodos para saber cómo relajar a mi perro es la realización de Doga, o lo que es lo mismo: yoga con perros.
En esta actividad participarás con tu mascota, así que los beneficios serán para ambas partes. Para ello, se adaptan las posturas tradicionales del yoga con el fin de poder practicarlas con tu peludo.
En el Doga se combinan varias técnicas de relación, en las que intervienen la respiración, los masajes y la realización de ciertas posturas que os ayudarán no solo a relajaros, sino a hacer que vuestros cuerpos estén más flexibles, ligeros y sanos.
Senderismo
Si los paseos son una fórmula maravillosa para que tu perro se relaje, practicar senderismo es ir mucho más allá.
Las caminatas y rutas por la naturaleza son un excelente ejercicio para lograr la relajación de tu mascota, ya que transitará por lugares nuevos, llenos de estímulos que encantarán a tu perro, le llevarán a estar muy activo y luego a relajarse más.
Eso sí, si deseas conseguir que lo disfrute, no puedes obligar al perro a que haga ejercicios que no quiera hacer, ni sobrecargarlo con rutas.
Asociación con manta
Este ejercicio es muy útil para lograr calmar a tu perro en momentos puntuales de miedo o nerviosismo, como cuando hay truenos o fuegos artificiales.
Consiste en lograr que el animal asocie una manta o sábana con la relajación, para que cuando lo haya logrado y se dé un momento de inquietud, recurra a refugiarse en ella por sí mismo para calmarse.
Para conseguir esto, primero debe haber un trabajo de relación. Hazte con una manta o tela que nunca antes haya visto tu perro y sitúala en un lugar cómodo para él.
Llama a tu perro para que acuda hasta ella. Debe ir por propia voluntad, nunca obligado. Cuando lo consigas, practica los ejercicios de caricias y masajes que te indicamos antes para que se calme.
Haz sesiones cortas durante varios días, incluso semanas, para que se acostumbre a ello, pero siempre, al finalizar las sesiones, debes guardar la manta. Nunca la debes dejar al alcance del can.
De esta manera, cuando ya el perro haya establecido la relación entre la manta y el momento de relax, podrás sacarla en esos instantes en los que se encuentre más nervioso.
Ahora ya sabes cómo relajar a un perro con diferentes técnicas. ¡Ponlas en práctica y favorece la salud de tu mascota!