Entre los problemas que se pueden presentar en el cuerpo de tu mascota, la pioderma es uno de ellos. Veamos en qué consiste la pioderma en perros, cuáles pueden ser sus posibles causas y cuáles sus síntomas para que sepas reconocerlos y actuar con rapidez.
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¿Qué es la pioderma en perros?
La pioderma, independientemente que se dé en perros u otros seres, es una infección de la piel provocada por bacterias. Esta se manifiesta con pústulas y costras.
Normalmente, en los canes esta infección es causada por la bacteria Staphylococcus pseudintermedius.
¿Qué causa la pioderma en perros?
La piel de tu fiel amigo de cuatro patas se encuentra protegida por una serie de mecanismos naturales. Entre ellos está su propio sudor (porque sí, los perros sudan), la renovación celular continua, así como los aceites de su piel.
De hecho, por esta razón no es apropiado bañar al perro con mucha frecuencia, porque con los baños se eliminan esos aceites, dejando desprotegida la piel del animal.
Además de lo mencionado, en la piel del can también viven ciertos microorganismos, como bacterias y levaduras. Estas se alimentan de la piel muerta, pero, a cambio, ayudan en la defensa de enfermedades.
No obstante, por diversas causas, el sistema inmunitario del animal puede desequilibrarse, provocando infecciones en la piel y surgiendo la pioderma en perros.
Entre esas causas están:
- La aparición de parásitos, como las pulgas.
- Los ácaros.
- Lesiones.
- Alergias en la piel.
- Infecciones por hongos.
- Trastornos hormonales.
- Piel seca.
- Los pliegues en la piel de algunas razas, como la de carlino o bullldog.
Síntomas de la pioderma en mascotas
Para detectar cualquier síntoma de pioderma en perros es muy importante observar de cerca la piel de tu mascota, ya que esta enfermedad se va a reflejar con cambios en la misma.
Los síntomas más comunes son:
- Rojez.
- Pápulas.
- Pústulas.
- Incrustaciones.
- Cobertizo.
- Descamaciones.
- Pérdida de pelo en las zonas afectadas.
- Descoloramiento.
- Y, sobre todo, mucha picazón. Además, como los perros afectados se rascan, los problemas se exacerban.
Normalmente, los cambios que se dan en la piel pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo del animal. No obstante, principalmente se dan en áreas con menos pelo, como en el interior de los muslos, o en zonas donde se formen pliegues.
Cómo se diagnostica la pioderma en el perro
Si tu mascota muestra síntomas de pioderma, es esencial acudir a un veterinario para que este haga el diagnóstico adecuado.
Para confirmar la enfermedad, el profesional tomará unas muestras células de la piel para examinarlas y confirmar el problema.
Por lo general, los perros con pioderma son fáciles de tratar, pero es importante realizar por completo el tratamiento pautado por el veterinario sin detenerlo antes de tiempo al ver que los síntomas se alivian.
Además, es fundamental tratar también el desencadenante real de la pioderma, como pueden ser las alergias, los parásitos o los trastornos hormonales.
Dependiendo de la causa, las medidas a tomar y las posibilidades de recuperación variarán, pero son posibles.
Tratamiento de la pioderma canina
Las medidas a establecer frente a esta enfermedad van a depender de la causa, la propagación y la gravedad de la misma.
Principalmente, el uso de un champú que contenga antibióticos, puede ser suficiente. Este debe ser aplicado de manera correcta para que pueda cumplir su misión, por lo que es habitual tener ponérselo y esperar algunos minutos para que actúe antes de aclarar.
Sin embargo, es posible que también haya que proporcionarle al perro antibióticos en forma de medicamentos. Eso, siempre y cuando, lo haya recetado el veterinario.
¿La pioderma se contagia?
Puedes dormir con tranquilidad: la pioderma no es contagiosa, ni para ti ni para otros animales.
Al fin y al cabo, este problema es el resultado de otro problema básico que provoca un debilitamiento del sistema inmune. Esa es la única manera en que las bacterias que ya habitan en la piel desencadenen una infección. Por tanto, no es posible transferir la pioderma.
Sin embargo, recordemos que una de las causas que pueden dar lugar a ello son los parásitos y estos sí que se pueden transmitir.
Por ello, es esencial que aquellos motivadores de la patología que se puedan prevenir, se tengan en cuenta.
La correcta desparasitación de tu mascota, así como una buena higiene, son esenciales para ello.
De la misma manera, proporcionarles una adecuada alimentación ayudará a que los perros crezcan sanos y fuertes, favoreciendo también el fortalecimiento de su sistema inmune.