Cuando tenemos una mascota y la vemos temblar, nuestro primer pensamiento es que tiene frío y solemos tender a abrigarla. Sin embargo, no todos los temblores tienen que ver con la temperatura y es importante conocer todas las posibles causas. Si te preguntas: «¿Por qué mi gato tiembla?», te invitamos a descubrir las posibles razones.
¿Qué son los temblores en gatos?
Los temblores en los felinos son, como en nosotros, una manifestación involuntaria y rítmica en la que los músculos se contraen y relajan.
Dichos temblores pueden afectar a todo el cuerpo o a tan solo una parte, como la cabeza o una extremidad.
Los temblores en los gatos pueden aparecer de manera gradual y sutil o, por el contrario, de forma repentina y violenta.
Son muchas las causas que pueden responder a «¿Por qué mi gato tiembla?». Veamos las más comunes, indicadas por los expertos.
Causas por las que mi gato tiembla
Estas son las causas que señalan los expertos y que dan razón a por qué un felino puede temblar.
1. Hipotermia
Por supuesto, el frío puede ser una de las razones. La hipotermia es un descenso de la temperatura corporal por debajo de los límites normales.
En el caso de los gatos debes saber que su temperatura normal ronda los 38-39 °C, por lo que cuando desciende alrededor de los 36 °C, este está sufriendo una hipotermia.
Si este es el problema, trata de darle calor a tu felino envolviéndolo en una manta o acercándolo a una fuente de calor. Eso sí, en este último caso, ten mucho cuidado con el calor en exceso, pues eso puede ser contraproducente.
Recuerda que la subida de temperatura debe hacerse de manera gradual.
2. Hipoglucemia
La hipoglucemia es un estado clínico que se da cuando los niveles de azúcar descienden.
Esto puede ser motivo común de temblores y es muy importante actuar rápido para solucionarlo.
Para ello, diluye un poco de azúcar en agua u ofrécele un poco de leche condensada o miel al animal. Con ello podrás estabilizarlo un poco, pero es fundamental que acudas a un centro veterinario lo antes posible.
3. Dolores intensos
Si mi gato tiembla, quizás debería preguntarme si está sufriendo algún dolor, pues este puede ser otra razón de sus temblores.
Eso sí, estos solo suele darse si el dolor es muy intenso, algo que se notará también por otros comportamientos. Por ejemplo, menos actividad, salivar de manera excesiva o que el gato maúlle mucho más de lo normal.
Es esencial que ante cualquier síntoma de dolor o enfermedad, acudas con tu fiel amigo a un veterinario. Nunca debes medicar a tus mascotas por tu cuenta.
4. Sueño muy profundo
Si te preguntas: «¿Por qué mi gato tiembla cuando duerme?», no deberías preocuparte.
Los felinos, al igual que nosotros, también entran en fases profundas de sueño. Concretamente en la fase REM es muy habitual verlos temblar. Sin embargo, dichos temblores desaparecerán en unos 6-8 minutos.
Si no es así, plantéate que quizás el gatito tenga frío y abrígalo un poco.
5. Intoxicaciones
Otra de las razones que dan respuesta a «mi gato tiembla» es la intoxicación.
Las intoxicaciones en gatos se pueden dar por múltiples motivos:
En caso de que sospeches que esto es lo que le está produciendo el temblor a tu mascota, acude de inmediato a una clínica veterinaria.
6. Hipertermia o fiebre
La hipertermia es lo contrario a la hipotermia. Es decir, la hipertermia se da cuando la temperatura del cuerpo se eleva a niveles superiores a los normales y su sistema de termorregulación no funciona de manera correcta.
La hipertermia en gatos o fiebre se da cuando su temperatura se eleva a los 39,5 °C o más.
En esos casos, lo mejor es tratar de rebajar esa temperatura, pero hay que hacerlo con mucho cuidado y de manera gradual para que no se produzca un shock térmico.
Para ello, trata de refrescar algunas zonas de su cuerpo con un paño húmedo, como las ingles o la cara interna de las orejas. Eso sí, hazlo mientras vas de camino a un centro veterinario.
7. Shock
Si a tu gato, por alguna razón, no le llega la suficiente sangre y oxígeno a los tejidos y a los órganos, la situación puede suponerle un shock.
Si esto sucediera, además de comprobar que el gato tiembla, verías que sus encías están pálidas, sus pulsaciones aumentan o descienden y sus extremidades estarán muy frías.
Esto es motivo de atención urgente por parte de un profesional.
8. Deficiencias nutricionales
Saber de qué se compone la alimentación de tu gato es fundamental para que este se alimente con todos los nutrientes que necesita para vivir.
Un error es creer que los gatos puede comer comida de perro, pues estos dos animales no tienen las mismas necesidades alimenticias. Por si no lo sabías, los gatos son animales carnívoros, mientras que los perros son omnívoros.
Cuando el gato no recibe en su plato el alimento que de verdad le corresponde, sufre un déficit de vitaminas y minerales, lo que le supone, entre otras reacciones, temblar.
9. Desequilibrio psicológico
Al igual que nos sucede a los humanos, los gatos también pueden vivir momentos de miedo intenso, estrés y ansiedad. Ante esas situaciones, uno de los síntomas podría ser que mi gato tiembla.
Por supuesto, todo ello se puede prevenir, ofreciéndole al animal un entorno tranquilo, alejado de factores externos que le puedan alterar.
10. Hiperestesia
La hiperestesia en gatos es una afección que produce una alteración del sistema neuromuscular. Este provoca un incremento anormal de la sensibilidad de la piel.
Las causas de este síndrome no se han podido constatar al 100%, pero se suelen asociar con un trastorno obsesivo-compulsivo, con el estrés o con la epilepsia.
Además de los temblores, otros síntomas de la hiperestesia felina pueden ser que se lama o persiga la cola compulsivamente, se presente más agresivo, que corra sin rumbo o que sus pupilas se dilaten.
Como veis, las razones que explican por qué mi gato tiembla son muchas y muy variadas, con orígenes algunos en el propio felino y otras que vienen de desencadenantes externos.
En cualquier caso, si notas que tu gato tiembla, presta mucha atención y actúa consecuentemente.