Que los perros son nuestros mejores amigos lo sabemos bien. Sin embargo, en ocasiones la presencia de los canes supone una grandísima ayuda para las personas cuando la vida se nos complica. Es ahí cuando entran en juego algunos perros de trabajo, como son los de asistencia y de terapia. Pero, ¿son lo mismo? No, no lo son. Veamos la diferencia entre perros de asistencia y de terapia.
¿Qué son los perros de trabajo?
Dentro de la clasificación de la Federación Cinológica Internacional, ciertas razas de perros son consideradas como perros de trabajo.
Estos serían aquellos canes que son genéticamente seleccionados con el fin de que desempeñen algunos trabajos concretos, como pueden ser la guarda, la defensa, el pastoreo, etc.
Dentro de los perros de trabajo también se encuentran todos aquellos que, sin importar si son de raza o no, han sido sometidos a un entrenamiento con el objetivo de desarrollar una labor profesional específica. Por ejemplo, se trataría de los perros policía, perros de rescate, perros de ayuda, perros guía, etc. Todos ellos tienen, como sabemos, una misión muy relevante dentro de la sociedad humana.
Pues bien, para hablar de la diferencia entre perros de asistencia y de terapia, primero tenemos que englobarlos en uno de esos grupos y, en su caso, se trataría de los perros de ayuda.
¿Qué son los perros de ayuda?
Es cierto que todos los canes adiestrados para ejercer un trabajo están ayudando a los humanos, pero hay unos que lo hacen de una manera más concreta. Son los que precisamente se denominan perros de ayuda.
Dentro de los perros de ayuda estarían los perros de asistencia y los de terapia.
Diferencia entre perros de asistencia y de terapia
Aunque ambos tipos de canes se encuentren dentro del grupo de perros de ayuda, veamos la diferencia entre perros de asistencia y de terapia. Para ello, lo mejor es entender qué es cada uno.
¿Qué es un perro de asistencia?
El perro de asistencia es aquel que ha sido adiestrado con el fin de ayudar en el desarrollo de las tareas cotidianas a las personas que tienen algún tipo de discapacidad física o intelectual.
Este perro convive con aquella persona a la que asiste, al contrario de lo que sucede con el perro de terapia, que solo participa en actividades guiadas.
Dentro de los perros de asistencia, los más conocidos son los perros guías, que ayudan a las personas ciegas y los perros señuelo, que son los que asisten a las personas sordas.
Con ellos se busca una mejora en la calidad de vida de las personas y una mayor autonomía en ellas.
¿Qué es un perro de terapia?
Se trata de aquellos perros que participan en terapias como facilitadores de las mismas, como apoyo al terapeuta que dirige cada sesión, para lograr mejores resultados de los pacientes.
Por ejemplo, pueden ser útiles para reducir el estrés, mejorar la confianza y el optimismo, etc.
Esto suele lograrse gracias al gran vínculo que se crea entre los animales y las personas, que suele hacer aflorar sentimientos positivos que apoyan su recuperación.
Es lo que se conoce como canoterapia y puede ser muy beneficiosa en psiquiatría, psicología, fisioterapia, etc.
En los casos en los que exista una mejora objetiva, es decir, que sea intencionada, medible y evaluada, se hablaría de Terapia Asistida por Perros (TAP). Por su parte, cuando no se busca una mejora medible o no hay evaluación, sino que los fines son más recreativos y/o motivacionales, se hablaría de una Actividad Asistida por Perros (AAP).
Las habilidades de un perro de terapia y uno de asistencia
Un perro de asistencia tienen que aprender a realizar actividades que ayuden a su propietario en su día a día. Por eso, su entrenamiento puede ir destinado a cosas como encender y apagar luces, agarrar objetos, abrir cajones, guiar hacia escaleras, etc.
Por su parte, el entrenamiento de un perro de terapia dependerá del tipo de terapia, pues las habilidades que tenga que desarrollar en un caso u otro pueden diferir.
Un ejemplo sería el de los perros que participan en sesiones con una mujer víctima de maltrato. En ese caso, la terapia quizás solo consista en que el perro se mantenga quieto hasta que se le pida que se acerque.
Eso va a ser muy diferente del caso de un perro que trabaje con niños autistas. A estos perros se les puede entrenar para que realice movimientos que causen atención en los menores, como dar la pata, revolcarse por el suelo, etc.
Similitudes entre los perros de terapia y de asistencia
A pesar de que exista diferencia entre perros de asistencia y de terapia, también hay algunas similitudes. Por ejemplo:
- Ambos necesitan un adiestramiento riguroso para su misión.
- No tienen por qué ser perros de raza.
- Lo más importante es que sean perros con un carácter afable, sociables y que no respondan con agresividad a estímulos desconocidos.
- Deben tener una gran capacidad de aprendizaje.
Pero, por supuesto, la gran similitud entre los perros de terapia y de asistencia es que ambos mejoran la vida de muchísimas personas. No solo a través del desarrollo de tareas, sino también gracias al gran vínculo que se crea entre los perros y los usuarios de las terapias o propietarios de los de asistencia.