El bienestar de nuestras mascotas depende de muchísimos factores. Uno de ellos es la temperatura del ambiente en el que se encuentran. Por eso, las altas temperaturas pueden ser un hándicap para que el perro se sienta bien. En esta ocasión, te damos las claves para poder prevenir cualquier padecimiento derivado del calor con estos consejos para refrescar al perro en verano.
¿Por qué es importante refrescar al perro en verano?
Al igual que los humanos sufrimos cuando el calor se hace asfixiante, las mascotas también lo pasan mal. Por desgracia, ellos no tienen la posibilidad de comprarse un ventilador, enchufarlo y ponerse delante. Tampoco lo tienen tan fácil como algunas personas para acudir a la playa o a la piscina (aunque hay piscinas para perros).
Ni siquiera pueden obtener agua fresca para beber por sus propios medios.
De todo ello se tiene que hacer cargo su humano y debes saber que es esencial cuidar cualquier detalle que tenga que ver con la protección de tu mascota ante el calor veraniego.
Con ello evitarás que el perro se deshidrate, le dé una insolación, sufra quemaduras solares o lo peor: un golpe de calor en perros, que podría acabar con la vida de tu mascota.
Además, el calor puede influir en el apetito del perro, así como en su descanso, lo cual puede desencadenar también otros problemas.
Así que ya sabes que es fundamental refrescar al perro en verano. Veamos ahora cómo puedes hacerlo.
Consejos para refrescar al perro en verano
Aquí tienes algunas sugerencias para que tu perro pueda estar lo más fresquito posible cuando el calor aprieta.
1. La hidratación, lo más importante
Durante las 24 horas del día el perro debe tener a su disposición agua limpia y fresca. Lo ideal es que si la casa en la que vivís es grande, dispongas durante el verano de varios bebederos.
Estos deben estar a la sombra y tienes que comprobar con asiduidad que no se queden vacíos.
Además, el agua se va a calentar con mucha facilidad, lo cual puede influir en que el animal deje de beber. Por ello, puedes incluir un cubito de hielo en su plato, para que se vaya disolviendo y el líquido esté fresco más tiempo.
Adicionalmente, debes recordar que es más importante que nunca que lleves un bebedero portátil cuando salgas a pasearlo.
2. Protégelo siempre del sol
El perro debe tener siempre un lugar fresco al que acceder cuando haya mucho calor. Esto debes tenerlo en cuenta, sobre todo, si es un perro que vive en el exterior.
Siempre que te sea posible, plantéate meterlo en la vivienda, al menos en las horas de máximo calor.
3. Refresca el ambiente
Cuando tu perro esté en casa, no le prives de disfrutar del aire acondicionado o los ventiladores. Es cierto que, al igual que a nosotros, a ellos tampoco les conviene que les dé el chorro de aire directamente.
No obstante, tu mascota sabrá colocarse en el punto preciso donde se sienta a gusto con él.
4. Mójalo
Si hay muchísimo calor, una forma simple de refrescar a tu perro en verano es mojarte las manos y pasárselas por la cabeza, cuello y tronco.
Si tienes terraza o jardín, no dudes en ponerle una pequeña piscina para que juegue y se moje si le apetece. O si tienes manguera, puedes refrescarlo con ella.
5. Cuando sea posible, córtale el pelo
Si se trata de un perro de los que les crece mucho el pelo y hay que recortárselo de vez en cuando, el verano es el momento adecuado. Eso sí, no lo rasures.
El pelo protege de las quemaduras solares, por lo que afeitarlo podría ser un grave error. Siempre hay que dejarle un poco de manto para que le proteja.
6. Adapta su cama al calor
Durante los meses de verano, muchos perros optan por dormir en el suelo. Eso puede ser consecuencia de que la cama le resulta demasiado calurosa.
No obstante, podrías ayudarle optando por camas que ayuden a la dispersión del calor, como las que están hechas con materiales transpirables o las que están un poco elevadas del suelo.
7. Alfombrillas refrigerantes
En el mercado también encontrarás las alfombrillas refrigerantes. Se trata de una especie de alfombras pequeñas o colchones finos, en cuyo interior hay un gel refrigerante que se activa al contacto con el cuerpo del animal.
Son elementos ideales para refrescar al perro en verano, pero también sirven para refrescar al gato, por ejemplo.
Además, pueden ser también una solución para ponerla sobre el colchón de tu mascota, si no tienes la posibilidad de comprarle una cama más fresquita.
8. Dale helados caninos
El azúcar, el chocolate y otros ingredientes que suelen incluir los helados que comemos son altamente perjudiciales para nuestro perro. Por ello, no debes ofrecérselos, ni siquiera para que los pruebe.
Sin embargo, puedes hacerles algunos caseros. Por ejemplo, hazte con los moldes o simplemente con una cubitera de hielo y elabora unos con caldo de pollo sin sal. Sí, a ti puede que no te atraigan nada, pero a tu mascota le encantará.
9. Cepíllale el pelo
El cepillado del pelo del perro va mucho más allá de una cuestión estética en el caso de tu mascota.
Con esta acción eliminarás el pelo muerto y el subpelo, es decir, ese pelaje más fino que sirve para proteger del frío en invierno.
10. Evita las actividades en las horas de más sol
Quizás en verano te toque adaptar los horarios de paseo para evitar salir a las horas de más sol.
Eso no es únicamente importante por la incidencia del sol sobre el cuerpo del animal, sino porque el pavimento estará muchísimo más caliente, lo que puede provocarle graves quemaduras en las almohadillas en el animal.
11. Comer en las horas más frescas
Al igual que quizás tengas que adaptar las horas de paseo, también es posible que te toque modificar poco a poco las horas de comida para poder servírsela en el momento más fresco del día.
Si sigues estas recomendaciones básicas, tu perro podrá disfrutar del verano sin que el calor suponga un grave problema para él. ¡No dudes en ponerlas en práctica!