Seguro que alguna vez, mientras te comías un yogur, tu gato ha comenzado a merodearte con cara de «quiero probar eso». Puede que le hayas permitido probar un poco o no, pero quizás en ese momento te haya surgido la duda: ¿los gatos pueden comer yogur? Aclaremos este tema.
Los gatos son carnívoros
Los felinos son animales puramente carnívoros y su cuerpo está adaptado a ello. Por ejemplo, cuentan con una dentadura en la que hay menos molares y premolares, pues está preparada para el desgarro de presas y mínima masticación de comida dura. Además, su estómago es de menor tamaño que el de los perros, por ejemplo, y su tracto gastrointestinal más corto.
Para una correcta alimentación necesitan algunos aminoácidos esenciales y ácidos grasos que solo pueden conseguir a través de la proteína del tejido animal, es decir, de la carne. Eso no implica que en la dieta casera de un gato no se puedan incluir algunas frutas y verduras, pero sí significa que los gatos pueden vivir alimentándose solo de carne.
¿Pueden los gatos beber leche?
Antes de explicar si los gatos pueden comer yogur es importante saber si los gatos pueden beber leche. Los gatos recién nacidos no solo pueden beber leche, sino que esta es esencial para su crecimiento. Eso sí, no vale cualquier leche: debe ser la leche materna o maternizada. Esta es la única que contiene todos los nutrientes que el gatito necesita para crecer fuerte.
Otra cuestión es la de los gatos adultos. En su caso la leche no suele ser aconsejable por un motivo: a medida que el animal crece, la mayoría se vuelve intolerante a la lactosa.
Esto sucede porque mientras los gatos son pequeños y están amamantándose producen la enzima lactasa, encargada de digerir la lactosa que posee la leche. Sin embargo, cuando el gato va creciendo, deja de producir dicha enzima, por lo que la digestión de la lactosa se complica.
Esto hará que un gato que ingiera leche siendo intolerante a la lactosa presente síntomas como vómitos, diarreas o flatulencias. No sucede en todos los felinos y en los que sucede no siempre tiene las mismas consecuencias, pero hay que vigilarlos muy de cerca su beben leche.
Sin embargo, si unimos el dato de que los felinos son carnívoros y que la leche puede sentarles mal, llegamos a la conclusión de que los lácteos no son ni necesarios, ni del todo buenos para los gatos.
¿Los gatos pueden comer yogur?
El yogur es un producto derivado de la leche, por lo tanto posee lactosa, además de una alta cantidad de azúcar (en los yogures normales), elemento también muy perjudicial para los animales.
Respondiendo a la pregunta, los gatos pueden comer yogur, aunque no deberían, pero solo siempre y cuando se le ofrezca siguiendo unas pautas.
¿Cómo puedo darle yogur al gato?
Para ofrecerle un poco de yogur a tu mascota, este debe tener las siguientes características:
- Tiene que ser yogur natural.
- Sin azúcar ni edulcorante.
- Sin mucha grasa.
- No puede tener sabores ni aromas artificiales.
Una vez lo tengas, los gatos pueden comer yogur como máximo una cucharada, 1 o 2 veces por semana. Pero para ello, primero tendrás que realizar una prueba.
Dale a probar el yogur a tu gato y comprueba sus reacciones en las próximas horas: ¿tienen el abdomen hinchado? ¿Se queja de dolor? ¿Tiene gases? ¿Ha vomitado o tiene diarrea? Si presenta cualquiera de estos síntomas, no le vuelvas a ofrecer yogur.
Eso sí, quizás la primera vez no suceda nada, por eso, si otro día le das a probar, sigue observándolo. Si todo va bien siempre, los gatos pueden comer yogur como snack o premio con la frecuencia mencionada.
Como hemos dicho, lo ideal es darle una cucharada la cual pondremos en un plato que no sea hondo. Darle el yogur desde el propio vaso no es aconsejable, pues los gatos odian que sus bigotes choquen con los bordes de un recipiente.
Beneficios del yogur para gatos en pocas cantidades
Si el felino no presenta reacciones adversas a este alimento y se lo comienzas a dar de manera ocasional, puede reportarle ciertos beneficios.
Los yogures naturales poseen ciertas bacterias (bifidus, lactobacillus bulgaricus, lactobacillus acidophilus y streptococcus thermophilus) que son beneficiosas para su tracto digestivo. Esto es porque se encargan de descomponer la lactosa en ácido láctico durante el proceso de fermentación, lo que facilita a los gatos digerirla.
Además de facilitarle el tránsito intestinal, si se elige el yogur adecuado, este le proporcionará calcio, magnesio, fósforo, hierro y vitaminas A, B y D y puede ayudar a aliviar trastornos digestivos.
Aun así, recuerda que ni el yogur ni cualquier producto lácteo debe ser la base de su dieta y que ante cualquier alimento nuevo que se le ofrezca, siempre hay que ir con cautela. Por supuesto, si tu mascota presenta síntomas adversos tras ingerir cualquier alimento y estos perduran más de 24 horas, no dudes en acudir a la consulta de un profesional veterinario.