La criptorquidia en perros es una patología que afecta al desarrollo sexual de los machos. Es un problema que se da siendo un cachorro y que aunque en esos momentos parezca algo inofensivo, puede provocar complicaciones cuando los perros que la sufren llegan a su edad adulta.
¿Qué es la criptorquidia en perros?
La criptorquidia es la ausencia de uno de o de los dos testículos en la que es su posición normal, es decir, en la bolsa escrotal. El problema se da cuando el testículo no desciende de manera normal, algo que debería suceder cuando el perro cumple 8 semanas de vida, aproximadamente.
Los testículos deben estar en el canal inguinal cuando nacen y, semanas más tarde, llegar a la bolsa escrotal. Sin embargo, puede suceder que uno o los dos no realicen ese recorrido, produciéndose la criptorquidia. Cuando los testículos no descienden pueden quedarse en el canal inguinal o en el abdomen.
Aunque no hay una respuesta exacta a qué es lo que produce esta alteración, se suele decir que se trata de una patología heredable. Además, existen algunas razas de perros que tienen cierta tendencia a su desarrollo. Entre esas razas están el Pequinés, el Bichón Maltés, el Yorkshire terrier, el Schnauzer miniatura, el Caniche, el Teckel y el Bóxer.
¿Cómo se puede detectar la criptorquidia en perros?
Para dar un diagnóstico, el veterinario debe realizar una palpación. Si el testículo o los testículos están en la ingle se podrán notar fácilmente. Sin embargo, si están en el abdomen no se podrán localizar con una palpación. En esos casos, habrá que realizar una ecografía para poder localizarlos correctamente.
Lo normal, como se ha dicho, es que estos bajen a las 8 semanas de vida, sin embargo, en algunos casos puede tardar más. Por ello, hasta aproximadamente los 6 meses habrá que esperar para tener un diagnóstico definitivo.
Existen varios tipos de criptorquidia en perros
La criptorquidia en perros se puede clasificar en diferentes tipos dependiendo de si solo hay un testículo afectado o son los dos y de dónde se encuentran. Veamos esos tipos.
- Criptorquidia inguinal: uno o los dos testículos se quedan ubicados en el canal inguinal.
- Criptorquidia abdominal: cuando uno o dos testículos se encuentran en el abdomen.
- Criptorquidia bilateral: ninguno de los dos testículos desciende a la bolsa escrotal.
- Criptorquidia unilateral: uno de los testículos está en la bolsa escrotal, pero el otro no.
Síntomas de la criptorquidia en perros y tratamiento
En el cachorro no hay síntomas aparentes, ni se producen cambios en su comportamiento. Sin embargo, sí que podrían sufrir problemas a la larga si no se trata el problema.
Esto es así porque los testículos que no descienden a su posición normal, quedan sometidos a temperaturas más elevadas de lo que deberían. Por ello, se atrofian y dejan de ser funcionales. Además, pueden dar lugar a tumores con el tiempo.
Por otro parte, la criptorquidia abdominal puede provocar una torsión testicular, lo que producirá un dolor muy intenso al animal.
Adicional a lo mencionado, cuando se presentan tumoraciones suele darse una segregación muy elevada de hormonas femeninas. Esto dará lugar a ciertos cambios físicos y de comportamiento en el perro, como pueden ser:
- El perro adopta la posición de la hembra al orinar.
- El tamaño del pene disminuye.
- Las glándulas mamarias crecen.
En cuanto al tratamiento, una vez se tenga el diagnóstico veterinario definitivo que confirme la criptorquidia, la solución pasa por la extirpación del testículo o testículos afectados. Esta es la única manera de que, a la larga, no se produzcan tumores u otros problemas de salud.
La recuperación postoperatoria no suele ser complicada y bastarán unos 2-3 días para que el can tenga de nuevo su ánimo natural si se le ofrecen los cuidados correspondientes.