El paso del tiempo no perdona a nadie, ni a nuestras amadas mascotas. Por eso, la demencia senil en gatos también existe. Hoy os vamos a hablar de esta enfermedad para que la conozcáis y hagáis la vida de vuestro gato abuelito lo más llevadera posible.
Demencia senil en gatos: ¿de qué se trata?
La demencia senil es una disfunción cognitiva, que se produce por un deterioro del cerebro, afectando a las capacidades cognitivas y comprensivas del gato.
Esto provocará que el felino tenga más dificultad a la hora de aprender o de entender su entorno, provocando que le cueste responder o actúe diferente.
La demencia senil puede aparecer en aquellos gatos que superen los 15 años de edad, aunque los primeros síntomas se pueden dar también a partir de los 10 años.
¿Cuáles son los síntomas de la demencia senil en gatos?
Si tu gato ha llegado a esa edad y empiezas a notar alguno de estos síntomas, puede ser una evidencia de que sufre demencia senil.
La gran mayoría de los síntomas van relacionados con su comportamiento.
- Se comporta contigo de manera diferente. Puede pasar que tu gato se vuelva algo más arisco, pero también puede darse el caso contrario: que requiera todo el tiempo tu atención y pida mimos.
- Su higiene personal se ve afectada. Los gatos son animales muy higiénicos a los que les encanta acicalarse. Por desgracia, la demencia senil hace que los gatetes dejen de limpiarse. Simplemente, se les olvida.
- No usa su arenero. Que tu gato deje de usar su arenero puede ser síntoma de muchas alteraciones, sin importar su edad, pero si lo hace en su vejez puede ser señal de la demencia senil.
- Maúlla más para llamar tu atención. Como dijimos antes, uno de los síntomas puede ser que el gato comience a reclamar tus mimos continuamente. Una de las formas en las que lo hará será maullando mucho.
- Se le nota confundido. Confundido, desorientado… así verás continuamente a un gato con demencia senil. Puede que se quede estático durante un tiempo, con la cabeza ladeada o que busque su propio cuenco de comida aunque no lo hayas movido.
- Duerme más. Lo normal es que un gato duerma entre 12 y 16 horas, pero un gato mayor suele dormir algo más. Sobre todo, teniendo en cuenta que si sufre esta enfermedad perderá el interés por muchas cosas y se pasará el día tumbado.
¿Qué puedo hacer si mi gato tiene demencia senil?
La respuesta empieza por lo básico: tener paciencia. Por desgracia, la demencia senil en gatos no tiene cura. Hay que comprender y aceptar la situación y tomar ciertas medidas para hacerle más llevaderos sus últimos años de vida.
- Por ejemplo, no muevas sus cosas de sitio. Si ves que es la hora de la comida y tu gato está buscando algo, puede que sea su plato. No se lo cambies de sitio nunca, pero guíalo hasta él.
- También es importante recordar que cada etapa de la vida de un animal requiere de un alimento adecuado. Elige para tu gatito la comida acorde con su edad.
- Si el lugar favorito de reposo de gato se encuentra un poco alto, facilítale el acceso con rampas para que pueda subir.
- Ya sabes que hay algunas situaciones muy estresantes para tu gato, por lo que siempre es recomendable que tengan un lugar tranquilo donde se sientan a salvo.
- Del mismo modo, si ves que tu gato descuida su higiene, ayúdale tú a mantenerse limpio: usa un paño húmedo para eliminar suciedad y cepíllalo como siempre.
Hay que aclarar que existe algún fármaco que puede ayudar a que la disfunción cognitiva de tu gato no empeore, pero solo un veterinario podrá recetarlo, ya que no es adecuado para todos lo felinos.
Por último, dedícale mucho tiempo. No nos referimos a que pares tu vida para estar siempre cerca de tu gato, pero si estás con él y te reclama mimos, mímale. Juega con él, haz que se entretenga. ¡Mejora su calidad de vida con tu compañía y cuídalo hasta el último momento!