¿Sabías que el estrés en los gatos es bastante frecuente? Situaciones como una mudanza, la falta de higiene o atención, enfermedades o traumas pueden causar en los gatos un estado de estrés o ansiedad que pone en grave peligro su salud y bienestar mental. Te contamos cómo detectarlo y qué hacer si tu gato vive estresado.
Síntomas del estrés en los gatos
Hay muchas situaciones adversas que pueden hacer que un gato sienta estrés o ansiedad. Sin embargo, la mayoría de ellos lo gestionan bastante bien y apenas les dura unos días o unas horas. Pero ¿qué pasa cuando los gatos son más sensibles y no son capaces de permanecer tranquilos ante los cambios en su entorno? En ese caso puede desarrollar una serie de síntomas que durarán hasta que la situación mejore.
Podemos encontrar síntomas conductuales:
- Cambia el carácter del gato, se vuelve más arisco, huidizo o incluso se aísla
- Agresividad
- Ansiedad generalizada
- Fobias y miedos que antes no tenía
- Conductas compulsivas
- Ingesta de objetos peligrosos por ansiedad, generalmente tela)
- Marcaje (arañazos) por todas partes
- Trastornos alimentarios, como anorexia y bulimia
- Hace sus necesidades fuera de la caja de arena
- Hiperactividad
- Maullidos excesivos y lloros
Y también pueden darse síntomas físicos. El gato, fruto de su estado de estrés, desarrolla enfermedades:
- Asma bronquial
- Colitis
- Cistitis
- Alopecia
- Hipersensibilidad
- Infecciones de todo tipo
- Enfermedades víricas y autoinmunes
Tratamiento del estrés en los gatos
Para poder tratar el estrés en los gatos es fundamental saber detectar qué lo produce. Lo primero será visitar al veterinario para descartar la posibilidad de que su estado no se deba a estrés, sino a una enfermedad. En caso de que así sea, entonces se procederá a determinar cuál es la causa de su estrés; en la medida de lo posible, habrá que eliminar o reducir al máximo ese estímulo que le produce malestar.
Cuida a tu gato. Procúrale un ambiente relajado y momentos de cariño y cuidados: juegos, masajes, caricias… haz que se sienta parte del hogar, eso le reconfortará.
Si el estrés le está provocando hiperactividad, ayúdale a canalizar toda esa energía en cosas positivas: haz que juegue y haga ejercicio. Una rutina diaria de juegos le puede ayudar mucho.
Cuida la alimentación de tu mascota. Procura que sea adecuada a sus necesidades y siempre de alta calidad; el bienestar mental empieza por una buena salud.
Puedes recurrir a tratamientos de feromonas artificiales, las venden en spray o gotas y pueden ayudar a tu gato a sentirse mucho mejor.
Si tu gato no mejora o tienes dudas, consulta a tu veterinario. Podría ser necesario recurrir a un etólogo o a otro tipo de tratamientos calmantes.
Cómo prevenir el estrés en los gatos
En general, cuanto mejores sean las atenciones y cuidados que des a tu gato, más improbable será que tenga estrés. La alimentación y socialización son muy importantes; dedica tiempo a investigar qué es lo que más le conviene a tu gato, a qué le gusta jugar, pasad tiempo juntos… Y enséñale a relacionarse con la gente y otros gatos.
Si tu gato ha llegado a casa hace poco, es normal que el cambio le produzca algo de estrés. La adaptación a un hogar puede llevar algo de tiempo, pero con cariño y paciencia le ayudarás mucho.
Por supuesto, deberás cubrir todas sus necesidades básicas, no sólo su alimentación. Recuerda la importancia de que tenga una cama donde dormir colocada en un lugar adecuado, una caja de arena y juguetes con los que entretenerse. Es muy recomendable que los gatos tengan un rascador, especialmente si son propensos a estresarse. Si no lo tiene, ¡rascará los muebles! No debes pretender que el gato no rasque, forma parte de su naturaleza; lo que debes hacer es educarle y enseñarle a rascar en el rascador.
En definitiva, ofrécele a tu gato un ambiente en el que se sienta querido, cómodo y seguro. Y sé paciente y comprensivo ante el estrés en los gatos.
¿Tu gato está estresado? ¿Qué haces para que se sienta mejor?