“Mi perro no me hace caso” es una de las quejas más frecuentes en las familias con mascota canina, y es que hacer que un perro obedezca puede ser una de las tareas más complicadas y puede desesperar a sus dueños. Si un perro no obedece, ladra sin parar, destroza cosas en casa, son síntomas de una mala educación resultado de una “humanización” del animal. Tratar al perro como si fuera una persona es un error tan grave como habitual.
Una convivencia pacífica y agradable con un perro es una de las experiencias más gratificantes del ser humano, pero cuando al perro no se le enseña a obedecer, comportarse, respetar… En definitiva, cuando el perro, por culpa del dueño, cree que puede hacer lo que quiera y salirse con la suya, estamos ante un grave problema. Si tu perro no te hace caso, sigue leyendo; te damos consejos para solucionarlo.
Mi perro no me hace caso, ¿por qué?
Lo primero para entender por qué tu perro no te hace caso es conocer las dos cosas más importantes en la vida de un perro: sus instintos de comodidad y supervivencia. La clave para enseñar a un perro a obedecer es centrar su entrenamiento en estas dos bases.
¿Qué es la supervivencia? Simple, la supervivencia para un perro es alimento. Por ello, es recomendable enfocar el adiestramiento a la recompensa, premiar con comida a tu perro por sus buenos resultados reforzará ese aprendizaje.
¿Qué es la comodidad? La comodidad es la disponibilidad de un espacio cómodo y personal donde poder sentirse a gusto y poder sentir como propio. Además de disponer de una camita, la comodidad para un perro también es el sentirse parte de un hogar y recibir muestras de afecto.
Cuando un perro es separado de su madre y su camada para entrar a un hogar con humanos, experimenta un cambio de entorno muy drástico, empezando a considerar a sus compañeros humanos sus jefes de manada, por lo que lo natural es que los obedezca, pero conseguir esto lleva un proceso…
¿Por qué es tan importante el adiestramiento para que mi perro me haga caso?
Un perro bien adiestrado es felicidad y bienestar para él y todos los que le rodean, pero esto requiere unas fases de entrenamiento. No llevarlo a cabo hace que el perro desarrolle problemas de comportamiento que incomodarán a todos. Incluso puede suponer un peligro para los demás y para sí mismo: un perro que no obedece a una orden básica como “ven” puede acabar atropellado por un coche, por ejemplo.
Esto es así tengas un San Bernardo, un caniche o un perro pastor. El tamaño y raza del perro no influyen para nada en sus necesidades de adiestramiento, debes tener esto muy claro antes de adoptar un perro; es muy necesario comprometerse a seguir este proceso hasta conseguir buenos resultados. Además de las órdenes básicas de comportamiento que hacen posible la convivencia, podrás entrenar a tu perro para realizar tareas específicas, como proteger, alertar de presencias de intrusos, etc. Cualquier perro puede aprenderlo.
Mi perro no me hace caso, ¿qué hago para que me obedezca?
Lo primero que debes hacer en el proceso de adiestramiento para que tu perro te haga caso es hacer que reconozca y reaccione al oír su nombre. Es es elemental para que pueda aprender a obedecer todas las órdenes que quieras enseñarle.
Después, podrás continuar enseñándole la orden “ven”. Comienza con la correa puesta, dentro de casa. Según vaya aprendiendo, será momento de incrementar la lista de órdenes, pasando a lecciones más complejas.
¿Qué es el adiestramiento en positivo?
El adiestramiento en positivo se posiciona en contra de todo tipo de procedimientos de educación canina basados en el castigo al perro, ya sea físico o psicológico. La técnica del entrenamiento en positivo se basa en fomentar los buenos comportamientos y obediencia de los perros premiando su progreso, en lugar de castigar sus fallos. Muchos doctores expertos en adiestramiento canino han probado y recomendado rotundamente la valía de estos métodos, que además suponen muchas ventajas.
Y es que… ¡educar a un perro es beneficioso para él, pero también para ti y todos los que te rodean! El ejemplo de adiestramiento en positivo más conocido quizás sea el uso de clicker, en el que este aparato emite un sonido que el perro previamente ha debido aprender a relacionar con cosas positivas; el adiestrador provoca el sonido en el clicker cada vez que el perro hace algo bien, haciéndole sentir contento y orgulloso de su progreso. Además, por supuesto, añadir a ese premio un poco de comida o unas caricias afianzan ese nuevo comportamiento.
En Wakyma estamos completamente en contra de aquellos métodos tradicionales de adiestramiento basados en el castigo físico, ya sean golpes por parte del dueño o collares de ultrasonidos o descargas eléctricas, entre otros. Además de suponer dolor físico, destrozan la integridad moral del perro. Sin embargo, los métodos positivos dan muy buenos resultados y todo tipo de ventajas si tu perro no te hace caso.
Las reglas básicas para que tu perro te haga caso
(Foto via: pixabay)
Lo más importante es comunicar al perro tu posición de líder; no se trata de ser dominante en el sentido negativo, de ser violento o hacerle sentir mal. Pero es esencial que el perro aprenda que lo correcto es hacer lo que tú le pides, que tú estás al mando.
Tus acciones cotidianas también deben tener prioridad: come antes que él, no le eches comida mientras estás en la mesa, pasa por las puertas antes que él, controla el ritmo y recorrido de sus paseos…
No permitas que tu perro duerma contigo o se suba al sofá. Es tuyo, él también tiene su camita y tú no la usas, ¿verdad? Igual que tú respetas su territorio, tu perro debe respetar el tuyo. Cada uno tiene su espacio personal.
A la hora de jugar, es mejor que tú le proporciones sus juguetes y los guardes al acabar, no dejes que los tenga indefinidamente a su disposición o dejará de apreciarlos. Jugar también es un premio, aunque esto no significa que no debáis jugar a diario.
Cuando haga algo mal házselo saber para que no crea que está bien y no repita esa conducta indeseada. Igualmente, si quieres que repita algo que ha hecho bien, recompensa inmediatamente su acción. Ambas cosas se deben hacer en el momento, un castigo horas después no tiene sentido, no lo entenderá.
¿Cómo enseñar a mi perro la orden básica de llamada?
Para que tu perro haga caso a la orden básica “ven aquí”, es necesario adiestramiento constante, pero merece la pena. Este es el procedimiento que te recomendamos seguir:
- Hazte con una correa larga y encuentra un lugar dentro de casa donde no haya distracciones. Asegúrate de tener a mano premios para alabar su buena respuesta.
- Pon a tu perro la correa y ordena que se siente. Cuando esté sentado y quieto, aléjate de él y di “ven aquí”. Si se acerca a ti, dale una golosina para perros o un juguete durante unos minutos. Repite varias veces el ejercicio.
- Cuando tu perro tenga clara esa orden, varía el método. Por ejemplo, puedes llamarle, esta vez, abriendo los brazos y con otro tono. Vuelve a premiarle si hace caso.
- Prueba a realizar este ejercicio sin correa, aún dentro de casa. Si lo supera sin dificultades, tras repetirlo unas cuantas veces puedes probar fuera de casa, siempre en un lugar cercado y seguro.
- Sólo cuando supere esta fase, podrás realizarlo en lugares más amplios y sin correa.
Recuerda siempre hacer de los entrenamientos algo positivo para que los dos os mantengáis motivados. Si observas que le cuesta avanzar, no tengas problema en retroceder y reforzar unas cuantas lecciones de días anteriores. La constancia es la clave, recuerda.
La importancia de tu tono de voz para que tu perro te haga caso
Para que el adiestramiento sea eficaz, el tono de tu voz es muy importante. Tus órdenes deben ser firmes, claras y fomentar la respuesta inmediata. No es aconsejable que tu perro perciba de ti inseguridad, miedo o frustración, se verá en control de la situación y no hará caso.
También es importante enseñarle a obedecer esas órdenes en cualquier entorno o situación, incluso si la oye pero no te ve.
Otros consejos para que tu perro te haga caso
( Foto via: cesarsway)
- El aprendizaje de la obediencia debe ser parte de su rutina diaria.
- Inicia el adiestramiento desde el momento en que el perro entra en casa. Si es cachorro suele ser más fácil, pero un perro adulto también podrá aprender. Aunque si no lo has hecho en su momento, nunca es tarde para empezar.
- ¡Paciencia! Aprender lleva tiempo, no podrá obedecer a todo el primer día. Puede demorar dos o tres semanas, incluso meses, que aprenda e interiorice bien una orden, pero no desistas. Merece la pena esforzarse.
- Recuerda que tu perro no se comporta mal por hacerte daño, o porque tenga mala intención. Simplemente no sabe qué es lo correcto y necesita que se lo enseñes.
- Comienza siempre por las órdenes más básicas y ve añadiendo complejidad una vez las haya dominado.
- Recuerda siempre premiar y reforzar sus buenas conductas.
- Cuando esté aprendiendo algo nuevo, no le des el premio antes de que cumpla la orden. Al principio, necesitará que le acompañes con gestos o señales para entender qué quieres que haga.
- Practica unos minutos cada día y no dejes que tu perro pierda motivación u olvide lo aprendido. Tampoco le fuerces de más si se muestra receptivo.
- No castigues físicamente a tu perro ni le produzcas miedo.
- Si quieres que te respete, muéstrale también respeto.
Mi perro no me hace caso cuando lo llamo, ¿qué debo hacer?
El procedimiento para que tu perro aprenda a atender tus llamadas es muy sencillo. Simplemente necesitas hacer que le apetezca ir contigo, que te perciba como algo bueno y divertido y prefiera dejar lo que está haciendo para ir a tu lado cuando lo llamas. Tiene que asociar esa llamada con algo bueno que puedas ofrecerle, que no tiene por qué ser siempre algo material.
Esto es lo que nunca debes hacer:
- Llamarlo con un tono que perciba como agresivo o negativo. Para tu perro, su nombre es algo que asocia a las cosas buenas. No tiene sentido para él que digas su nombre regañándolo, igual que para ti no tendría sentido que te insultaran y luego te dieran un beso, por ejemplo. Recuerda siempre que la lógica de los perros es distinta a la nuestra.
- Utilizar la llamada sólo para volver a casa. Nunca lo hagas.
- No repitas una orden varias veces sin haberle dado tiempo a reaccionar a la primera.
- No riñas a tu perro cuando por fin consigas que te haga caso, si ha fallado las primeras veces. Olvida esos fallos y premia el resultado final.
Esto es lo que sí debes hacer:
- Durante el aprendizaje, es recomendable que lo llames varias veces al día, aunque sea sin motivo. Cuando acuda, felicítalo y deja que vuelva a lo que estaba haciendo.
- Aprovecha los momentos de despiste para llamar a tu perro y dejar que acuda a encontrarte. Prémialo al conseguirlo, lo percibirá como un juego del escondite.
- Llámalo y corre a otro lugar cuando tengas su atención, invitándole a que te persiga. Es otra forma de jugar.
El último paso para que tu perro te haga caso: favorece la permanencia de resultados
Una vez tu perro te haga caso y aprenda a acudir a ti en cualquier situación, no dejes que lo olvide. Reforzar estos comportamientos a lo largo del tiempo es una garantía de buena convivencia y también es un seguro de buena calidad de vida para tu perro, libre de riesgos.
Esperamos que este artículo te ayude en el proceso de educación de tu mejor amigo y que no tengas que volver a repetir frustrado “mi perro no me hace caso”.