Algunas personas sienten tanto amor por sus mascotas que se les va de las manos. Una mujer dejó escrito en su testamento que quería ser enterrada junto a su mascota. Eso supondría matarla aunque estuviese sana. ¿Amor o egoísmo?
Sacrifican a una perra sana para enterrarla junto a su dueña fallecida
Sí, esta historia es real. Por desgracia.
Emma, una perrita de la raza shih tzu, vivía con su dueña en el Estado de Virginia. Suponemos que para esta mujer su mascota era tan importante que decidió que, cuando muriese, ambas deberían descansar juntas a cualquier precio.
Por eso, entre sus últimas voluntades dejó claro que cuando sus días llegasen a su fin, su perrita debería ser sacrificada (aunque estuviese sana), incinerada y enterrada junto a ella. Un acto, a nuestro parecer, bastante cruel.
Emma llegó a un refugio de animales donde sus trabajadores lucharon por salvar la vida de la perrita, intentando hacer cambiar de opinión al albacea del testamento y a la familia de la mujer.
Tristemente, nada sirvió y aplicaron la inyección letal a Emma.
La falta de ética de este asunto ha creado una gran polémica que ha traspasado fronteras. ¿Dónde se encuentra la lógica de matar a un animal sano e inocente por el puro egoísmo de su dueño? ¿Qué límite tiene la palabra «propiedad»?
Las relaciones tóxicas de las personas con sus mascotas ocurren con más frecuencia de lo que pensamos y se traducen en una relación de dependencia emocional extrema.
Este caso es un gran ejemplo de ello. Posiblemente, la mujer pensó que la perrita no podría ser igual de feliz con otra persona que no fuese ella. Por eso, no le quiso dar la oportunidad de vivir con otra familia y puso fin a sus días a través de su testamento.
Muchos ven esto como un claro caso de maltrato animal. ¿Tú qué opinas?