La Rickettsia es una bacteria que puede atacar a nuestros perros a través de la picadura de parásitos como las pulgas y las garrapatas. Dicha bacteria puede producir ciertas enfermedades, algunas de las cuales también podemos acabar padeciéndolas nosotros.
La Rickettsia y sus consecuencias
Muchos pasan por alto la desparasitación de sus mascotas porque no son plenamente conscientes de los peligros que pueden provocar las pulgas o las garrapatas.
Uno de esos problemas viene de la mano de la Rickettsia, una bacteria intracelular que acaba en el organismo de los perros a través de la picadura de esos parásitos.
El agravante es que, además de afectar a nuestros peludos, al ser considerado un agente zoonótico significa que puede perjudicar también a las personas.
Como consecuencias principales encontramos dos enfermedades: la fiebre botonosa del Mediterráneo y la fiebre de las Montañas Rocosas.
La fiebre botonosa del Mediterráneo y sus síntomas
Esta enfermedad se da por la acción de la bacteria Rickettsia conorii, siendo España y Francia los países con mayor número de casos.
Un perro infectado por dicha bacteria no presentará síntomas relevantes. Solo lo hará en caso de acabar desarrollando la enfermedad.
En el caso de los humanos que hayan sido picados por una garrapata afectada por la bacteria, los síntomas que aparecen suelen ser:
- Dolores de músculos y articulaciones.
- Marcas oscuras donde ha picado
- Erupciones en la piel.
- Fiebre.
- Problemas renales y/o hepáticos en casos más avanzados.
Aunque como todo, estos síntomas pueden variar en función de la persona. En el caso de los perros, aquellos que sí desarrollen la enfermedad, podrían presentar señales como las mencionadas.
La fiebre de las Montañas Rocosas y sus síntomas
El nombre se le da porque el origen se encuentra en la zona denominada igual de Estados Unidos.
Las épocas del año en las que de dan mayor número de contagios son las más cálidas (primavera y verano) y la enfermedad está producida por el ataque de la bacteria Rickettsia rickettsi.
Entre los síntomas de la enfermedad, están:
- Tos.
- Problemas respiratorios.
- Apatía.
- Diarrea.
- Anorexia.
- Dolores musculares y articulatorios.
- Inestabilidad en los movimientos.
- Vómitos.
- Conjuntivitis.
- Problemas cardíacos.
- Hemorragias.
¿Qué podemos hacer ante estos casos?
Lo primordial es que, ante cualquiera de los síntomas, acudamos de inmediato a un centro veterinario con nuestra mascota.
Una pronta detección es esencial. Por ejemplo, en el caso de la acción de la Rickettsia rickettsi, un tratamiento de varias semanas basado en el uso de antibióticos puede ayudar a atajar la enfermedad.
Pero, obviamente, lo más importante es prevenir, porque no solo son estas las enfermedades que pueden transmitir los parásitos.
Para ello, no debes olvidar nunca la importancia de la desparasitación de tu perro. Este debe estar correctamente protegido frente a los parásitos y debes tener muy presente el calendario de desparasitación de tu mascota.
De esa manera, no pasarás por alto ninguna «actualización» y podrás consultar con tu veterinario los posibles refuerzos en las épocas que más propensión hay a la aparición de garrapatas y otros parásitos.
Además de esto, es importante mantener la higiene de las mascotas y de su entorno. Lavar con frecuencia sus objetos y las zonas en las que suele estar el perro, ayudará a evitar que aniden los parásitos.
También es esencial llevar a cabo inspecciones por el cuerpo de nuestra mascota que nos ayudarán a detectar cualquier parásito externo. Eso sí, en caso de ver alguno, usa siempre guantes si vas a retirarlo.
Pero sobre todo recuerda: ante cualquier síntoma o duda, ¡acude al veterinario!