Si te estás planteando llevar a un animal a tu hogar, es importante que estudies las necesidades y características de todas las posibilidades que estés barajando. Si una de esas opciones es un conejito, ¡es una gran idea! Por eso, en esta ocasión lo que queremos es que tengas presente 10 razones para tener un conejo como mascota.
10 razones para tener un conejo como mascota
Es cierto que, en popularidad, ningún animal gana a los perros y los gatos como elecciones para ser mascotas. En España, el tercer puesto se lo lleva el hurón, pero también son muchos los hogares que deciden adoptar a un conejito.
¿Por qué tienen tanta fama estos animales? Pues ya os adelantamos que no es solo por su suave apariencia. ¡Veamos los motivos!
1. No necesitan mucho espacio
El conejo necesita una jaula que deberá tener unas medidas apropiadas para que el animal se pueda mover con comodidad, tenga espacio para descansar, comer y hacer sus necesidades.
Será en este lugar donde dormirá, se refugiará, se alimentará y beberá y, en definitiva, donde pasará todo el tiempo que no podamos vigilarlo.
Si estamos nosotros presentes, el conejo debe salir de la jaula para poder moverse con mayor libertad, por un sitio seguro.
Sin embargo, a pesar de ello, por su reducido tamaño, no es una mascota que requiera de un gran espacio. ¡No estamos ante un pastor alemán!
2. Los conejos son cariñosos
Otra de las razones para tener un conejo como mascota es que estos son animales muy cariñosos.
Si los tratamos con delicadeza y les enseñamos a socializar adecuadamente con nosotros desde que llegan a nuestra vida, crearemos un vínculo muy especial con el animal.
3. Son muy inteligentes
Educar a un conejo es posible. Podemos enseñarle pautas de convivencia, como por ejemplo hacer sus necesidades en una bandeja de arena.
Eso sí, esa enseñanza requiere de algo de tiempo y paciencia, pero se puede conseguir, ya que son animales muy avispados.
4. Los conejos son silenciosos
Durante el día los conejos son animales bastante tranquilos, puesto que se trata de seres cuya mayor actividad la realizan de noche.
Por eso, hay que tener mucho cuidado cuando se les deja libres fuera de la jaula, porque podemos no oírlos acercarse y hacerles daño.
Además, lo ideal es que su jaula esté lejos de tu lugar de descanso, para que por la noche no te despierten con sus movimientos y juegos.
5. No demandan mucho tiempo
Claro que esta mascota necesita que la atendamos con tiempo: debemos jugar con el conejo, asearlo, limpiar su jaula, socializar con él, etc.
No obstante, no se puede comparar con las necesidades de otros animales, como los perros, que deben ser paseados varias veces al día.
6. Pueden ir con nosotros de vacaciones
Otra de las razones para tener un conejo como mascota es que, dado su reducido tamaño, es sencillo llevárnoslo a la casa del pueblo en vacaciones. Tan solo hará falta trasladar su jaula de un sitio a otro y listo.
Además, al ser una de las mascotas más comunes, muchas aerolíneas también permiten su traslado en los aviones.
7. No necesitan baños
Bañar a un conejo no es lo recomendado por los expertos. Los baños les causan mucho estrés y si no se hace adecuadamente, pueden llegar a enfermar.
Lo que sí es muy necesario es que se les cepille el pelo (1-2 veces por semana si son de pelo corto, todos los días para los de pelo largo). Así que esto debe formar parte de nuestra rutina de cuidados.
8. Se pueden adaptar con facilidad a cualquier hogar
La siguiente de las razones para tener un conejo como mascota es que, mientras este tenga cubiertas sus necesidades básicas (agua, comida, aseo, cariño y juguetes para conejos), se podrán adaptar fácilmente a cualquier hogar.
Eso sí, para que este sea seguro, cuando estén fuera de su jaula debes comprobar que no haya peligros al alcance del animal: agujeros, rendijas, cables que puedan roer…
9. Perfecto para los niños
Sin duda, por todas sus características, el conejo es una mascota apropiada para los niños y para que estos comiencen a aprender lo que es la responsabilidad.
Por ello, no dudes en involucrar a tus hijos en el cuidado de esta mascota, enseñándoles siempre primero a tratarla con delicadeza.
10. Animales sanos
Los conejos necesitan cuidados para crecer sanos y felices, además de requerir vacunas y visitas regulares al veterinario.
Sin embargo, no son mascotas dadas a padecer enfermedades graves si se toman las precauciones adecuadas.
Cuidando correctamente a tu mascota, la esperanza de vida de un conejo ronda los 6-8 años.
Razas de conejos más elegidas como mascotas
Conejitos hay muchos y todos son fabulosos. No obstante, hay algunas razas que son las que más predominan en los hogares. Estas son:
- El conejo holandés.
- Mini rex.
- El conejo belier.
- Conejo lanoso de Jersey.
- Conejo Lionhead o cabeza de león.
- El conejo californiano.
- El conejo Hotot enano.
- Conejo de Angora.
- El Himalaya.
- Mini Lop.
- Holland Lop.
- Conejo arlequín.
Los consejos clave en el cuidado de los conejos
Ahora que conoces las razones para tener un conejo como mascota y cuáles de ellos suelen ser los más elegidos, te vamos a hacer un resumen de los principales cuidados y necesidades que debes brindarle a estos animales.
- Cuando llegue un conejo a tu vida, requerirá de una visita veterinaria inicial para conocer el estado de su salud. Luego, dichas visitas se tendrán que realizar cada año y cuando detectes que algo va mal en su estado.
- Debes vigilar constantemente el crecimiento de sus dientes. Estos no paran de desarrollarse, por ello debes ofrecer al animal objetos para que pueda roer y desgastarlos.
- Cuida su pelaje y mantenlo limpio con el cepillado, pero recuerda que no debes bañarlo.
- Vacuna a tu conejo según las indicaciones de tu veterinario.
- Permítele hacer ejercicio correteando fuera de su jaula varias horas al día.
- Esteriliza o castra a tu conejo si convive con otros de su especie. Si no es así, también es una práctica recomendable, ya que permite evitar enfermedades relacionadas con el aparato reproductor.
- Ofrécele una buena alimentación basada en heno, pienso para conejos y vegetales. Además, ten presente que nunca le debe faltar agua.
- ¡Y dale mucho amor!