Como bien sabemos, el sentido del oído es uno de los sentidos más desarrollados que poseen los perros, junto con el del olfato. Por eso, no nos debería sorprender los resultados de varios estudios que indican que a nuestras mascotas les gusta escuchar música y que esta puede ayudar a mejorar su comportamiento.
La música como terapia
Si buscamos por Internet, encontraremos una gran cantidad de vídeos con diversos estilos musicales que podemos permitir que escuchen nuestras mascotas para aportarles cierta tranquilidad.
La música es capaz de modificar nuestro estado de ánimo y lo mismo sucede con nuestros amigos peludos. Con ella no solo lograremos ponerles contentos, sino que podemos ayudarles a encontrar un poco de calma a través de las melodías. Esto es perfecto si han tenido un día ajetreado o si acaban de vivir una experiencia desagradable, como un encontronazo con otro animal o el ruido de los petardos.
Además, desde hace un tiempo, se trabaja con varias terapias alternativas en las que se emplea la música y los sonidos para tratar a perros y gatos que muestran un estado de excesivo nerviosismo o hiperactividad en su día a día, o de carácter muy agresivo. Con la música, se logra que su ritmo cardíaco baje y, consecuentemente, lo haga su nivel de pulsaciones. De esta manera su respiración será más lenta y logrará llegar a una estabilidad emocional.
¿Qué estilos de música son apropiados para las mascotas?
Es obvio que no toda la música es capaz de relajarnos. Hay canciones que empleamos para motivarnos y sentirnos más activos y lo mismo puede suceder si dichas canciones son escuchadas por nuestras mascotas.
Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Belfast ha demostrado que la música preferida por los perros y los gatos es la música clásica. Al ponerles este estilo de música comprobaban que los perros empezaban a cambiar progresivamente su comportamiento, relajándose poco a poco y ladrando menos. Lo contrario sucedía cuando escuchaban Heavy Metal u otros tipos de música con ritmos acelerados y sonidos fuertes.
Pero no solo la música clásica gusta a nuestras mascotas, pues también el jazz, el rock sinfónico o suave y el reggae va sumando seguidores entre nuestros amigos peludos.
También se ha demostrado que los perros y gatos prefieren escuchar música ambiente cuando se quedan en casa solos, que pasar el tiempo en completo silencio. Esto hace que se sienten acompañados en cierta forma y, por lo tanto, más tranquilos.
Para saber qué estilo de música es el que más conviene a tu mascota basta con esperar a que se acueste en su sitio favorito y ponerle la música a un volumen lo suficientemente alto para que lo escuche, pero sin ser excesivo. Si notas que no cambia su comportamiento, que se relaja o, incluso, se duerme, has dado en el clavo. Si se inquieta, se rasca o se mueve mucho, prueba con otro estilo.