Simba, un bulldog francés de siete años, viajaba como carga en la bodega de un avión de Air Canada entre Tel Aviv y Toronto. Pero hubo un problema que podía peligrar la vida de Simba… ¡No funcionaba la calefacción!
¿Cómo creéis que reaccionó el piloto del avión? ¿Y los pasajeros? Si quieres descubrir esta maravillosa historia, ¡sigue leyendo!
«La temperatura exterior puede ser de 50 o 60 grados bajo cero»
Phyl Durby, un experto en aviación, reconoció que la temperatura podía ser extrema y podía haberle causado la muerte a Simba. El piloto no dudó al tomar su decisión: desvió la ruta del avión hacia el aeropuerto de Frankfurt para salvar al perro. Tanto él como los expertos están seguros de que tomó la decisión correcta a pesar del retraso del vuelo y del alto coste que supuso para la compañía.
Y por supuesto, nosotros también tenemos claro que este héroe inesperado hizo lo correcto. El piloto tiene la responsabilidad de salvar todas las vidas del vuelo, da igual que sean humanas o animales.
«La gente entendió que el perro estaba en peligro»
¿Y el resto de los pasajeros? ¿Qué crees que pensaron? La parada supuso un retraso de 75 minutos para todos y hubo reacciones de todo tipo. Sin embargo, en general las reacciones fueron positivas, entendieron que una vida estaba en juego.
Por supuesto, el dueño de Simba no tenía palabras para agradecérselo al piloto del avión. Lo reconoció entre lágrimas por la emoción:
«Él es como mi hijo, es mi familia, es mi todo. Si le hubiera pasado algo me habría muerto de tristeza»
La compañía perdió miles de dólares, pero… ¿Creéis que este acto heroico quedó como si nada? Estamos seguros de que esto potenciará su imagen. De una forma u otra, lo que tenemos claro es que siempre recordaremos el buen corazón de este piloto.
