Para empezar a conocer a la raza de perro grifón belga, veamos primero las características esenciales:
- Altura: 15 – 35 cm.
- Peso: 3 – 10 kg.
- Perro ideal para: Pisos, casas, familias con niños
Está claro de qué país proviene la raza del grifón belga, pero ¿cuál es su historia?
(Foto via: tuamigoelperro)
La raza grifón belga y otras dos razas, el grifón de Bruselas y el petit brabançon, comparten historia: todos descienden del smousje, una antigua línea de perros terrier propia de Bruselas. Era un perro ratonero. Durante el siglo XIX, estos perros fueron cruzados con otras razas, como los pugs y los carlinos, dando como resultado las tres razas que mencionamos.
Como ocurrió con muchos otros perros, los grifones belgas estuvieron al borde de la extinción debido al peligro de las dos guerras mundiales, pero consiguieron ser salvados gracias a la posterior repoblación por parte de criadores ingleses. Desde entonces, no han sido realmente perros muy populares, y menos aún fuera de su país de origen. A día de hoy, el grifón belga es un perro exclusivamente utilizado como mascota doméstica.
La apariencia física del perro de raza grifón belga
(Foto via: expertoanimal)
La única característica que diferencia a la raza del grifón belga de las otras dos variantes es su pelaje. El perro grifón es una raza de pelo de doble capa, duro, largo y ondulado. El color es típicamente negro, pero puede ser combinación de negro y fuego o negro y pardo.
Por lo demás, las tres razas mencionadas antes son prácticamente idénticas. Son de talla pequeña y peso ligero pero bastante robustos, de aspecto cuadrado (su altura a la cruz es muy similar al largo de su cuerpo). Pese a estas características, los grifones no son para nada rudos o torpes a la hora de moverse.
Llama bastante la atención la cabeza. Es notablemente grande, redonda y de hocico corto, lo que le da un aspecto compacto. La trufa es siempre negra y los ojos oscuros, por lo que cuando el grifón es enteramente negro, cuesta distinguir a primera vista las partes de su cara. Sus ojos son los típicos de las razas de tamaño pequeño: grandes, redondos, y oscuros. Lo mismo suele ocurrir con los bichones o en general las razas terrier.
Las orejas son pequeñas y altas. Tradicionalmente, se les solían cortar y por desgracia es un estándar aún aceptado por el FCI. Sin embargo, esto no es más que un capricho estético de los humanos que no supone ningún beneficio para el perro, sino todo lo contrario. Lo mismo ocurre con la cola. Por suerte, la práctica de amputar miembros a los animales cada vez es más criticada y menos practicada, siendo ilegal en algunos lugares del mundo. La cola natural de la raza grifón belga es alta y poblada, y el perro la suele llevar levantada.
El temperamento de la raza del grifón belga
(Foto via: expertoanimal)
Algunos de los grifones belgas y las otras dos razas “hermanas” son algo nerviosos, aunque no siempre se da y además es un comportamiento que suele desaparecer al acabar la infancia del perro. En general son perros muy activos, valientes y alegres.
Por lo general, el perro de raza grifón belga es amigable y juguetón, pero puede resultar algo tímido y distante con desconocidos, siendo incluso agresivo si se siente intimidado. En cuanto a la relación con su familia, es cariñoso con todos, pero tiene tendencia a elegir a uno de los miembros como guía y se apega a él especialmente.
Como todos los perros, el grifón necesita una socialización temprana, para acostumbrarse a tratar con personas, perros y otros animales. De lo contrario, de adulto podría ser arisco, distante y desagradable.
Tienen una personalidad muy fuerte, así que necesitan una educación firme, así como vivir en un ambiente adecuado. Necesitan mucha compañía, no son perros que deban pasar muchas horas solos a lo largo del día. De ser así, el perro de raza grifón puede volverse nervioso, sufrir ansiedad por separación y desarrollar una actitud destructiva o incluso molestar a los vecinos por exceso de ladridos.
Sin embargo, si la socialización y cuidados son correctos, el grifón belga se convierte en una excelente mascota, cariñosa e inteligente. Debido a su especial temperamento, puede ser una mascota inapropiada para familias con niños y propietarios primerizos.
Cuidar de un perro de raza grifón
Como decíamos, el perro de raza grifón necesita mucha compañía y atención de su familia, especialmente de la persona que escogen como “favorita”. Disfrutan de los juegos al aire libre acompañados de su familia, pero son perros de vida interior. Pasarán la mayor parte del tiempo dentro de casa (excluyendo, por supuesto, los ratos de paseo).
Se pueden adaptar a vivir en cualquier lugar, pero es mejor que sean zonas no demasiado urbanas o pobladas, porque los ruidos pueden alterar o incomodar a los perros de raza grifón.
Es una raza que necesita mucho ejercicio, pero gracias a su pequeño tamaño, parte de este se puede practicar dentro de casa (juegos, etc). Por otro lado, dos o tres salidas al aire libre para pasear y ejercitarse todos los días. ¡Cuidado con los choques térmicos! No les hagas ejercitarse demasiado o los saques a las horas de más calor en verano, especialmente si vives en zonas de clima húmedo.
El pelo del perro grifón también necesita atención. Es apropiado cepillar su pelo de dos a tres veces por semana, además de realizarles una sesión de “stripping” ocasionalmente (retirar a mano los pelos muertos).
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El grifón belga y su salud
Por lo general, el perro de raza grifón es bastante saludable y no presenta enfermedades caninas con frecuencia. Pero esto no significa que sean de hierro; algunas enfermedades que se han detectado en perros grifón son:
- Narinas estenótica
- Protusión de los globos oculares, o exoftalmia
- Otras lesiones oculares, como cataratas o atrofia de retina
- Luxación patelar
- Distiquiasis
Para prevenir estas enfermedades, recomendamos hacerle revisiones periódicas en el veterinario (cada 6 meses aproximadamente), además de llevar al día sus vacunas y desparasitaciones.