¿Quién no se encuentra enamorado de la mirada de su perrete? ¡Es imposible no quedarse prendado de esos ojitos! Eso sí, hay miradas… y miradas. Está, por ejemplo, la mirada de amor cuando vuelves a casa… o la mirada que te echa mientras defeca. ¿Te has preguntado alguna vez «por qué mi perro me mira mientras hace caca»? Hay un buen motivo para ello y te va a sorprender.
¿Por qué mi perro me mira cuando hace caca?
No, queridos wakymeros. Si tu perro te mira cuando hace caca, no significa que mirarte le inspire para dicha tarea. En absoluto, así que podemos estar tranquilos. El motivo es mucho más básico: la supervivencia.
Resulta que el momento de hacer caca y la postura que debe adoptar el can al defecar le produce un sentimiento muy grande de vulnerabilidad.
Por este motivo suelen buscar un lugar lo más resguardado posible para hacer sus necesidades. Pero, además, buscará tu mirada como forma de protección de la manada.
Esto es algo que llevan integrado en sus genes desde sus antepasados los lobos. Estos, en la naturaleza, corren el peligro de convertirse en presas de depredadores. Por eso, se protegen unos a otros.
Para tu perro, tú eres su manada, su familia, y buscará tus ojos con la mirada para asegurarse de que le proteges mientras hace sus necesidades, ya que para él en esa postura le es imposible defenderse o huir.
Así que si pensabas que cuando tu perro te mira mientras hace caca lo que te pedía era intimidad, más bien no, ¡al contrario!
Lo que debes hacer en esa situación es mantener la calma y no realizar ruidos inesperados o movimientos bruscos. No es necesario que durante todo el momento devuelvas la mirada a tu perro, pero sí quédate cerca para su tranquilidad.
Otro motivo: busca permiso y su recompensa
Hay otros motivos secundarios que también están dando los expertos como válidos por los cuales nuestro perro puede mirarnos mientras hace caca.
Por un lado, ha cobrado fuerza una teoría que dice que lo hacen para buscar nuestra aprobación.
Esto se da, especialmente, en perros a los que se educó de cachorros para hacer sus necesidades en un sitio concreto y en ese momento no lo está haciendo ahí (por ejemplo, porque estás de paseo por la calle).
Por otro lado, está la búsqueda de una recompensa.
También relacionado con esa enseñanza, puede suceder que lo que busquen con esa mirada sea aquella recompensa (refuerzo positivo) que le dabas tras acabar la tarea con éxito.
Sin embargo, es cierto que, una vez concluido el aprendizaje, no se debería seguir premiando esa actitud permanentemente. Eso, siempre y cuando, el premio fuese un snack. Si el premio era una buena caricia y rascado de cabecita, siempre puedes continuar haciéndolo.
Eso sí, ¡después no te olvides de recoger su caquita de la calle!