Si tienes un felino en casa y, de repente, un día detectas que orina sangre, es normal que te alarmes. No es algo óptimo, es señal de que algo no va bien en el animal y hay que ponerle solución lo antes posible. Por ello, si tu gato orina sangre, debes llevarlo a un veterinario para que lo examine. De esta forma podrá determinar cuál ha sido la causa y ponerle solución.
¿Por qué un gato orina sangre?
La hematuria, presencia de sangre en la orina, es una consulta frecuente en veterinaria. Cuando el felino se encuentra ante el profesional, este le hará diferentes pruebas, pero además tendrá en cuenta ciertos datos que dará su dueño para aclarar la causa. Entre dichos datos está la frecuencia de micción, el color de la orina, la cantidad o si el gato muestra signos de dolor al orinar.
Veamos cuáles son las causas más frecuentes por las que un gato orina sangre.
- Cistitis o balanitis: infecciones de orina muy molestas, pero fácilmente tratables.
- Traumatismos: golpes muy fuertes en la vejiga que pueden causar pequeñas hemorragias. Pueden producirse, por ejemplo, al caer de una altura muy elevada.
- Inmunodeficiencia felina u otras enfermedades que merman el sistema inmunológico del animal.
- Cálculos urinarios: piedras o cristales que aparecen por un cúmulo de minerales en la orina no expulsados, normalmente por falta de hidratación.
- Piómetra: infección del útero en hembras.
- Tumores en la vejiga: no son muy comunes, pero se pueden dar en gatos mayores.
- Parásitos: algunos parásitos transmiten enfermedades que afectan a la sangre. Estos destruyen los glóbulos rojos, lo que produce hemoglobinuria (presencia de hemoglobina en orina).
- Vaginitis: inflamación de la mucosa vaginal de la gata.
- Heridas en el pene del gato.
- Como efecto secundario de la toma de un medicamento fuerte.
- Neoplasias.
- Intoxicaciones.
- Enfermedades renales.
En muchas de estas ocasiones, el felino presenta, además de la sangre en su orina otros síntomas que hay que considerar para un buen diagnóstico. Estos pueden ser malestar generalizado, fiebre, orina muy frecuente o dolorosa.
Qué hacer si mi gato orina sangre
Evidentemente el primer paso es acudir a un centro veterinario, pues solo el profesional podrá determinar cuál ha sido la causa de que haya presencia de sangre en la orina del animal.
La consulta consistirá en una exploración inicial acompañada de varias preguntas que se le hará al dueño del animal, como cuándo detectó por primera vez la sangre, con qué frecuencia orina el gato, si presenta otros síntomas como vómitos, etc.
Se puede continuar con otro tipo de pruebas como ecografías, análisis de orina, de sangre o radiografías. Una vez recogidas las pruebas y recibidos los resultados, se habrá determinado el causante del problema y se podrá disponer un tratamiento. Dependiendo de la causa, el tratamiento variará. Puede ser la toma de antibióticos o antivirales, por ejemplo, cuando la causa es infecciosa, un antiparasitario o, en algunos casos, habrá que realizar una cirugía (si hay traumatismo, tumores o cálculos urinarios grandes).
La prevención
Aunque no todos los causantes de hematuria en gatos se pueden prevenir, para algunos sí se pueden tomar ciertas medidas que pueden ayudar, en cierto modo, a evitarlos. Estos consejos, además, ayudan en más ámbitos de su salud.
- Una buena hidratación evitará los cálculos urinarios y las infecciones. Para ello no debe faltarle agua fresca nunca. Además, se puede complementar su alimentación de pienso con comida húmeda.
- Complementos de vitamina C. Con ello se fortalecerá el sistema inmunitario y se aumentará la acidez de la orina y eliminará bacterias infecciosas.
- Alimentación de calidad, con el aporte de nutrientes y minerales que realmente necesita.
- Un pequeña cucharada de vinagre de manzana en el agua ayudará a limpiar sus vías urinarias.
- Además de esto, la desparasitación interna y externa, además de cumplir con el correcto calendario de vacunación del felino, protegerán su salud.
La sangre en la orina de los gatos no es algo a pasar por alto. Si la detectas en tu mascota, pon su salud en las manos de un profesional cuanto antes.