Teniendo en cuenta que los gatitos cachorros se deben alimentar solo de la leche materna en sus primeras semanas de vida, es normal que surjan las dudas sobre si los gatos son intolerantes a la lactosa o no. ¡Te invitamos a seguir leyendo para aclararte esta cuestión!
Los bebés gatos deben beber leche
Cuando un gato nace es un ser muy débil. Sus sentidos aún no han terminado de desarrollarse y su sistema inmune es muy frágil. Aun así, lo único que necesitan para salir adelante es a su madre.
Ella los guiará para que no sufran daño, los protegerá del frío y los alimentará con su leche. Dicha leche contiene todos los nutrientes necesarios para poder vivir y esto es así hasta que se produce el destete, más o menos a las 8 semanas de vida.
Durante el tiempo que la gata está amamantando a sus crías, estas producen continuamente la enzima lactasa. Esta enzima es la encargada de «romper» la lactosa (presente en la leche) en los dos azúcares simples que la componen: galactosa y glucosa.
Dado que el organismo solo puede absorber azúcares simples, se puede concretar diciendo que la lactasa es la encargada de que animales y humanos podamos digerir la lactosa. Eso es lo que nos evita las intolerancias y de ahí que los gatitos pequeños no sean intolerantes a la lactosa.
Ahora bien, no es el caso de algunos gatos adultos. ¿Por qué? ¡Sigue leyendo!
Los gatos son intolerantes a la lactosa, pero cuando son adultos (y no todos)
Cuando se produce el destete, los gatitos ya estarán preparados para tomar alimentos sólidos y lo normal es que se pasen a estos. Al dejar de lado la leche, la producción de lactasa va decayendo, hasta al punto de desaparecer. Es por ello que algunos gatos son intolerantes a la lactosa cuando llegan a adultos.
Sin embargo, la falta de producción de la enzima lactasa no es idéntica en todos los felinos. Por ejemplo, si el gato ha podido seguir consumiendo leche materna más allá del momento en el que debería haber dejado de mamar, puede que continúe produciendo lactasa durante un tiempo.
Pero esto no es lo común. Por ello, cuando algunos tutores ofrecen leche a su gato y ven en él una reacción adversa, se suele decir que es alérgico. Esto es un error, porque no es lo mismo una intolerancia que una alergia.
Diferencias entre alergia e intolerancia a la lactosa
La alergia a la proteína de la leche (de vaca, por ejemplo) afecta al sistema inmunitario, provocando una reacción cuando está en contacto con el alérgeno, la lactosa en este caso. Por su parte, una intolerancia afectará al sistema digestivo, no al inmune.
Lo mejor para poder diferenciar una de otra es analizar sus síntomas.
Los gatos son intolerantes a la lactosa cuando muestran las siguientes señales, todas ellas relacionadas con la digestión y que aparecen al poco tiempo de consumir la leche:
- Diarrea
- Náuseas
- Gases
- Vómitos
- Hinchazón abdominal
- Malestar estomacal
Si tienes en casa un gato adulto, ha bebido leche y muestra alguno de estos síntomas, es importante que retires la leche sobrante y acudas con él a un centro veterinario para que el profesional determine si esa ha sido la causa y pueda ayudar al animal.
Por su parte, los síntomas de la alergia a la lactosa en gatos también son evidentes, aunque hay algunos que se repiten respecto a la intolerancia.
- Vómitos, diarrea y malestar estomacal también se pueden dar con la alergia
- Tos
- Urticaria
- Descamación
- Picor
- Disminución de la tensión arterial
- Dificultad para respirar
Ante cualquiera de estos síntomas es importante también acudir al veterinario e informarle de que el animal ha consumido leche.
Si el gato bebe leche y no le pasa nada, ¿puedo seguir ofreciéndosela?
Una cosa hay que tener clara: la leche no forma pare de la alimentación esencial para el gato. Eso significa que, sea intolerante, alérgico o no, no es necesario ofrecérsela.
Los felinos son animales estrictamente carnívoros y aunque en su dieta pueden incluirse otros elementos en pequeñas porciones, como frutas y verduras, su base principal de alimentación es la carne.
Cuando los gatos son intolerantes a la lactosa es evidente que debemos eliminarla completamente de su alimentación. Pero si ya se ha ofrecido y el gato no ha presentado reacciones adversas y, además, le encanta, se le puede dar siguiendo algunos consejos.
- Da pequeñas dosis de leche y con muy poca frecuencia.
- Evita la leche de vaca, pues es una de las que más grasa poseen. Es mejor dar leche de oveja o cabra.
- Si es leche sin lactosa o semidesnatada mejor.
- Otra opción es escoger leche especial para gatos, que es la leche que se le suele dar a los cachorros cuando son separados de su madre y no pueden amamantarse.
- Los yogures o derivados lácteos tienen menos lactosa que la leche, pero si se les ofrece un poco hay que tener en cuenta que no pueden tener azúcares u otros derivados.
Ahora ya sabes que los gatos pueden beber leche cuando son cachorros, pero, cuando llegan a adultos, muchos de los gatos son intolerantes a la lactosa y por eso es mejor evitarla. ¡Cuida la salud de tu mascota!