Alberto lo tiene claro: un perro adoptado lo agradece mucho más que uno comprado. Hoy os contamos la historia de cómo Alberto adoptó a Enzo dentro de nuestra campaña de #NoRegalesAbandono.
¿Cómo llegó Enzo a tu vida?
Enzo llegó a través de que mi novia se hizo madre de acogida de una protectora. Fui un día a su casa a ayudarle con unos cachorros que había acogido con nada más que una semana. Les eché una mano y justamente había uno que encajó muchísimo conmigo. No quería comer ni de mi novia ni de su madre, con lo cual lo cogí yo y fui el único que consiguió que comiese. Ahí fue cuando empezó la conexión. Empezó a acercarse a mi, a sentir mi olor y a partir de ahí el perro iba hacia donde yo fuera.
¿Habías tenido algún perro antes?
Tuvimos una hace tiempo, pero se nos murió de cáncer y la verdad es que fue todo un golpe… Mi madre ya no quiso tener más perros y a mi me costó bastante hasta que llegó Enzo. La verdad es que no tenía ninguna intención de adoptar un perro ni nada, simplemente quería ayudar a mi novia y a mi suegra, pero mira… Al final por A o por B entró en mi vida.
¿Cómo fue el principio con Enzo?
El perro desde el minuto uno me seguía a todos lados, se pegaba a mi como una lapa… ¡Y sigue! No lloró las primeras noches, en ningún momento se sintió raro en la casa. Empezó a marcar territorio y sintió la casa como suya.
O sea, que lo adoptaste también porque notaste un vínculo especial entre vosotros
Sí, de hecho la segunda vez que fui, Enzo se me cagó encima y ahí fue cuando mi novia me dijo: «te ha elegido» (ríe). Ahí se creó el vínculo.
¿Enzo venía de una protectora que tenía sus perros en casas de acogida?
Sí, exacto. La protectora es de Alicante, se llama Rescata Animal Marina Alta (RAMA). La verdad es que yo no estaba muy seguro de si adoptarle o no, pero me fui de viaje con mi familia y ahí me empecé a decidir. Mi tía me dijo que el perro parecía que era completamente mío. Mi abuela también me apoyó bastante, porque mi madre estaba muy reacia. Al final la convencimos entre mi abuela, mi tía y mi prima. Y aquí está, conviviendo con nosotros. La verdad es que estamos muy contentos con él, es muy bueno.
La cuestión también es aprender a educarle bien…
Sí, claro, el perro en dos semanas ya sabía hacer pis en el pañal, con lo cual es un logro bastante importante. Es estar muy encima de él y educarlo. Lo que no se puede es tener un perro por tenerlo, hay que dedicarle tiempo.
Ese es el problema, que hay gente que quiere tener un perro por un impulso, no se interesan por educarle correctamente… Y luego le echan la culpa al perro por no portarse bien.
Efectivamente. Una vez tomas la decisión de tenerlo, tienes que hacerte cargo de cualquier situación. Si el perro no te gusta o no está bien educado, tendrás que ponerle remedio, estar más encima de él, más pendiente de enseñarle, hablar con adiestradores… Pero eso de «no me gusta, pues lo dejo», claramente tiene que acabarse.
Además, aunque adoptes un perro que ya ha sido educado por otros dueños, te lo va a agradecer tanto que seguramente se porte bien.
Yo siempre lo he dicho: los perros adoptados lo agradecen muchísimo más que uno comprado. Es una decisión de cada uno, pero hay que pensársela dos veces. Yo me he encontrado perros en el monte abandonados, prácticamente desnutridos, y es una pena… Ellos no tienen ninguna culpa y los cazadores si ven que no sirven los sueltan…
Desgraciadamente eso pasa mucho con los galgos en España
Sí, uf. Qué quieres que te diga yo de los galgos… Es que ningún perro tendría que ser maltratado ni porque sea galgo, ni porque sea podenco… Si lo tienes es porque lo quieres tener. Y punto. Y si los utilizas por trabajo y luego ves que no sirve para lo que quieres, búscale otro hogar. No lo abandones en la calle para que le atropelle un coche o se muera de hambre.
Y que tampoco los maltraten si los quieren usar como método de trabajo…
Efectivamente. Un perro no aprende a golpes, un perro aprende con constancia, con cabezonería y siendo firme. Porque le des palos no va a aprender. Es más, te va a coger manía.
Volviendo a tu historia personal con Enzo, ¿cómo te sientes ahora que le has dado un nuevo hogar a un perro abandonado?
Hombre, para mí es súper gratificante, es una sensación única. Ves al perro crecer y sabes que siempre va a ser fiel a ti hagas lo que hagas.
¿Qué mensaje lanzarías a la sociedad para que adopte un perro que lo necesita en lugar de que compre?
Yo siempre lo he dicho: un perro que adoptas es un perro que te va a querer por encima de todo. Le estás dando una segunda oportunidad en el caso de un perro mayor, y una vida desde cero en el caso de un cachorro. Te lo va a agradecer toda la vida. Mi perro es lo más cariñoso que he tenido nunca. Adoptar es dar vida. Es dar vida a un perro que está metido en una jaula o entre cuatro paredes.
¿Y qué mensaje lanzarías para que la gente no compre animales por impulso y acabe abandonándolos?
Básicamente que se metan en su pellejo. Que piensen en cómo se sentirían ellos si ahora mismo se fuesen a vivir con sus padres y les abandonaran en la calle como si fueran un deshecho. Igual que tú puedes acabar en las drogas o deprimido si te han tratado mal, un perro también lo sufre a su manera. Los animales lo sienten igual.