Todo lo que debes saber sobre el estrés en los hámsters
Imagínate vivir encerrado constantemente en un espacio pequeño. ¿Te estresarías? Lo más probable es que sí. Ahora piensa en las mascotas, especialmente en los pequeños animales que viven en jaulas. En ellos, el no tener la libertad para correr y jugar les suele pasar factura. Por ejemplo, el estrés en los hámsters es muy común y ese es uno de los motivos. ¡Hablamos sobre ello!
El estrés en los hámsters
Por la naturaleza de estos animalitos, ellos están en constante alerta. Al ser pequeños, se convierten en presa fácil de muchos depredadores.
Esa forma de ser la llevan en su ADN. Esto hace que en casa necesiten vivir en un ambiente lo más tranquilo posible, ya que algunos causantes del estrés en los hámsters son:
- Los ruidos fuertes.
- Los movimientos bruscos.
- Sacarlos de la jaula sin delicadeza.
- Las variaciones de temperatura.
- Estar constantemente agarrándolos.
- Que otros animales estén cerca haciendo ruido.
La más mínima alteración en su entorno le puede producir altos niveles de estrés a un hámster, especialmente si no ha sido socializado desde pequeño.
Otros de los motivos que causan estrés en los hámsters son:
- La falta de juguetes que estimulen su mente y su cuerpo.
- La falta de higiene de su jaula.
- Una alimentación inadecuada.
- Algunas enfermedades.
Cómo reconocer el estrés en los hámsters
Entender cómo se comunica tu hámster contigo es esencial si quieres saber si hay algo que no va bien.
Estos son los síntomas principales del estrés en hámsters:
Comportamientos extraños
Observa a tu hámster: ¿últimamente hace cosas raras? ¡Podría tratarse de estrés y eso cambiará su conducta de repente!
Uno de los comportamientos más habituales que reflejan estrés es morder los barrotes de su jaula. Otro, caminar de manera diferente, como si se arrastrase.
Caída del pelo
En un estado avanzado de estrés, las señales físicas pueden ser evidentes. Una de estas señales es la caída excesiva del pelaje del hámster de manera natural, o bien porque él mismo se lo arranca.
Agresividad
Un hámster estresado es un animal puramente reactivo. Cualquier mínimo intento de acercamiento hacia él puede ser respondido con agresividad.
Mucho ojo si notas que tu hámster enseña los dientes a la vez que echa sus orejas hacia atrás y gruñe... ¡quiere atacar!
Hiperactividad
Porque las enfermedades no solo se traducen en una quietud por parte del animal: a veces, ver a un hámster correr de un lado para otro de su jaula o girar en su rueda sin parar también es síntoma de que algo va mal.
Sonidos inusuales
El hámster es un animal normalmente silencioso, por eso, cuando están estresados pueden emitir ciertos sonidos extraños. Entre esos sonidos se encuentran los bufidos, los gruñidos y los chillidos elevados.
Rigidez en su cuerpo
Que un hámster se quede erguido sobre las dos patas traseras puede indicar que está en alerta. Si esa rigidez es permanente, los niveles de estrés son altos, pudiendo llegar a temblar.
Intentos de huida
Si cada vez que te acercas a abrir su jaula el hámster infla sus cachetes y dirige sus orejas hacia delante, ten cuidado, ¡quiere huir!
Otro tipo de conductas
Las enfermedades pueden traer consigo conductas de lo más extrañas. Otro tipo de conductas comunes al estrés en los hámsters son la salivación excesiva, morderse, rascarse o asearse compulsivamente.
Creo que mi hámster está estresado: ¿qué hago?
Si en un momento determinado notas estos síntomas de estrés en tu hámster, lo mejor es que no intentes calmarlo en tus manos: ¡podría morderte!
Aléjate de él, aísla su jaula en un lugar tranquilo con la temperatura adecuada y deja que se calme. Luego, acude a la consulta de un veterinario para que sea él quien determine cuál es la causa del estrés en el animal.
Si lo que deseas es prevenir todo esto, entonces toma nota de estos consejos:
- Cuida su alimentación.
- Mantén su jaula limpia. Una vez limpia, deja todo como estaba antes de empezar (no muevas sus juguetes o su cama de sitio).
- Asegúrate de que la jaula de tu hámster es la correcta: ofrécele un habitáculo de tamaño apropiado y con los accesorios necesarios.
- Sitúa su jaula en un lugar tranquilo, sin frío ni calor excesivo.
- Interactúa con él.
- Sácalo de la jaula de manera habitual y deja que corra en un espacio asegurado y con tu supervisión.
- Acude de manera periódica a un centro veterinario para asegurarte de que tu mascota goza de buena salud.
Cada hámster puede tener un comportamiento distinto ante el estrés, además de, como hemos visto, mostrar señales físicas. ¡De ahí que sea tan importante que conozcas bien al tuyo!