La depresión en gatos puede ser una situación muy complicada de manejar, sobre todo porque puede no ser fácil de detectar. ¡Pero la salud psicológica es tan importante como la física! Si tu gato está triste o deprimido, necesita urgentemente tu ayuda y un tratamiento. Te lo contamos.
Causas de la depresión en gatos
A excepción de la inconveniencia de que los gatos no pueden decir lo que sienten, la depresión en gatos es igual que en las personas. Pero ¿qué les produce estos sentimientos a los gatos? Cualquier cambio repentino en la vida, bienestar o rutina de tu gato puede repercutir en su estado anímico, tanto para bien como para mal.
Por eso, las causas más comunes de depresión en gatos son:
- Enfermedad, especialmente si se prolonga durante mucho tiempo.
- Pérdida de seres queridos, ¡los animales también sienten duelo!
- Llegada de un nuevo miembro a la familia, que puede ser un bebé o una nueva mascota. A veces esto hace que los gatos se sientan algo desplazados.
- Falta de libertad. Si tu gato no puede salir fuera, pasa mucho tiempo encerrado y no encuentra opciones de exploración puede entristecer.
- Soledad. ¿Tu gato pasa demasiado tiempo solo en casa? Eso suele pasar factura, procura pasar más tiempo con él.
Síntomas de la depresión en gatos
¿Cómo saber si un gato está deprimido? Puede no ser fácil, así que lo primero es analizar su situación y ver si podría encontrarse en alguno de los supuestos anteriores. Por otra parte, los gatos deprimidos pueden mostrar los siguientes síntomas:
- Duermen demasiado
- Dejan de acicalarse
- Se vuelven agresivos o huidizos
- Se aíslan de la familia
- A veces dejan de comer y pierden el interés por las actividades diarias
Si tu gato reúne estos síntomas, ¡no tardes en consultar al veterinario! Si la depresión no se soluciona pronto puede agravarse mucho, incluso volverse crónica.
Cómo tratar la depresión en gatos
Lo más importante es tratar de determinar la causa de la depresión, ya que no podremos solucionarla si no cambiamos la situación que la ha desencadenado. Algunas de las soluciones podrían ser:
- Dedicar más tiempo a tu mascota, dándole cariño y ratos de juego. Especialmente ahora, necesita sentirse querido. Además, con los juegos fomentarás que vuelva a ejercitarse.
- Haz que se sienta seguro y que recupere la confianza en ti, dale los cuidados que necesita.
- Si no tiene ganas de hacerlo él mismo, tendrás que cuidar su higiene. Si no lo haces, es posible que enferme.
- Proporciónale un ambiente estimulante, con juguetes y posibilidades de entretenimiento.
Los medicamentos se suelen utilizar sólo en casos graves o cuando los métodos anteriores no funcionan, no es recomendable tratar la depresión en gatos directamente con fármacos. De todas formas, recuerda que es fundamental que sigas el consejo del veterinario siempre y dejar que haga un buen seguimiento de sus progresos.
¡No restes importancia a la depresión de tu mascota! Recuerda que el bienestar psicológico también es salud.