Acudir a una clínica veterinaria de manera periódica es esencial para controlar la salud de tu mascota y subsanar a tiempo cualquier problema que pudiese padecer. Sin embargo, estas visitas no suelen ser de agrado para los animales por diversas razones. Por suerte, tú puedes hacer algo para ayudar a tu perro si tiene miedo al veterinario. ¡Toma nota de estos consejos!
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¿Por qué los perros tienen miedo al veterinario?
Antes de adentrarnos en lo que podrías hacer para ayudar a tu mascota, es importante que conozcas las razones por las que un perro puede tener miedo de ir al veterinario.
Hace unos años, un estudio realizado por la Universidad de Adelaida (Australia), sacó varias conclusiones sobre los motivos causantes del miedo en las mascotas que van al veterinario. De hecho, determinó que este miedo es bastante frecuente.
Según esa investigación, desarrollada teniendo en cuenta más de 20.000 respuestas sobre comportamiento canino, el 41% de los perros presenta signos de temor cuando es examinado por un profesional veterinario. De hecho, 1 de cada 7 ejemplares muestra miedo extremo, es decir, fobia.
Además, el estudio facilitó determinar qué perros suelen ser los que más miedo muestran al veterinario. Los resultados señalaron a estos como los más miedosos en la clínica veterinaria:
- Los canes pequeños, los mestizos, los sabuesos y los que pesan menos de 20 kilos, sin importar su raza.
- Los perros de compañía muestran más temor que aquellos que ejecutan trabajos o actividades, como perros de asistencia o terapia, perros policía, etc.
- Aquellos peludos que viven solos son más miedosos en las consultas que los que viven acompañados.
- Los perros que fueron adquiridos en tiendas o adoptados en refugios también muestran más miedo que los que nacieron en la casa de sus propios dueños.
Dicho esto, se podría deducir que las razones que explican el miedo de los perros al ir al veterinario tienen que ver con algunas condiciones físicas, así como los roles que desempeñan y las experiencias que viven desde que son cachorros.
No obstante, también es importante señalar otros factores, como pueden ser las experiencias vividas ya en la clínica, el ambiente de la misma o la relación que tiene el can con los desconocidos.
Cómo sé que mi perro tiene miedo al veterinario
Si tu perro lo pasa mal con estas visitas, lo notarás fácilmente, pues tendrá actitudes como:
- Sollozar.
- Temblar.
- Ladrar.
- Hacerse pis o caca.
- Negarse a entrar al centro veterinario.
- Gruñir.
- Lanzarse a morder aquella mano que vaya a tocarlo.
Si detectas cualquiera de esos síntomas, es fundamental que empieces a poner en prácticas estos consejos para ayudar al perro con su miedo al veterinario.
Consejos para ayudar a tu perro si tiene miedo al veterinario
Como hemos mencionado, el miedo al veterinario es bastante frecuente entre nuestras mascotas, por lo que es relevante saber cómo ayudarle para rebajar ese mal rato.
De no ser así, la visita se volverá mucho más complicada para todos los intervinientes: el perro sufre, el veterinario no podrá hacer bien su trabajo y tú lo pasarás también mal al ver sufrir a tu mascota.
Veamos qué puedes hacer tú para ayudarle.
Ve al centro frecuentemente pero sin entrar en consulta
Uno de los consejos más básicos para ayudar a un perro que tiene miedo al veterinario es acudir a la clínica con frecuencia, pero sin necesidad de entrar a consulta.
Es decir, paséalo por delante en tus paseos diarios (o en algunos concretos, si la clínica está algo lejos), entra para pedir cita cuando te haga falta, preguntar dudas, comprar algo en su tienda o simplemente para saludar.
Esto hará que el centro se convierta en un punto de paso recurrente, por lo que en el momento de ir para una consulta real, su miedo se rebajará.
El camino hacia el veterinario
Es importante que acostumbres a tu perro a viajar en coche por muchas razones, ya que seguramente en alguna ocasión te haga falta transportarlo ahí.
Si es el caso cuando vais al veterinario, con más razón. Evita subirlo a tu vehículo solo para eso, porque desde que lo vea lo asociará a la consulta y empezará a pasarlo mal.
Acude con tiempo antes de la consulta
Acudir con antelación al centro veterinario también es valioso, tanto si llegáis en coche como caminando.
De esta manera podréis dar un paseo por los alrededores, lo cual ayudará al perro a distraerse y a gastar energía.
Debes acostumbrarlo a las revisiones
A muchos perros les causa rechazo que les manipulen y toqueteen. Por eso, debes acostumbrar a esto a tu mascota en casa, para que en las revisiones ya esté más acostumbrado.
Puede subirlo a una báscula común, aunque no te sirva para detectar su peso, lavarle los dientes, limpiarle los oídos y los ojos. Todo ello ayudará a que, llegado el momento de que lo revisen en la clínica, le resulte más familiar.
Premios y cariño
Los premios, tanto en forma de snack para mascotas como en caricias o palabras de amor y de ánimo, son esenciales para ayudar a un perro con miedo al veterinario.
Esto debe recibirlo tanto por tu parte como por parte del veterinario, pues debe sentirse querido por ambos lados.
Además, mientras esperas con él para entrar en la consulta, puedes aprovechar para acariciarlo o darle masajes con el fin de que se calme.
Por supuesto, no hay que olvidar darle un premio como recompensa al finalizar la cita.
Y lo más importante: estamos hablando de cómo ayudar a un perro que tiene miedo al veterinario. Es decir, un perro que lo pasa mal ante estas situaciones. Eso significa que jamás, bajo ningún concepto, debes enfadarte, gritarle, pegarle o castigar a tu mascota por mostrar síntomas de miedo. Ni ante esta circunstancia, ni ante cualquier otra, pues solo empeorarás la situación.
