¿Quieres saber cómo ayudar a una gata a parir? La llegada de los cachorros al hogar es una gran noticia, ¡pero hay que prepararse bien! No te pierdas este artículo, donde te contamos qué hacer paso a paso antes, durante y después del tan esperado parto de tu gata. ¡Sigue leyendo!
Cómo ayudar a una gata a parir
Se acerca una experiencia preciosa, ¡pero también una gran responsabilidad! Para saber cómo ayudar a una gata a parir, sigue estos consejos:
Antes del parto
Las semanas previas a dar a luz son clave para que todo siga su curso natural y salga bien.
- Si sospechas que tu gata está embarazada, ¡llévala al veterinario para confirmar! Le hará las pruebas necesarias para descubrirlo y, si ha pasado tiempo suficiente, podría decirte cuántos cachorros espera.
- Durante el tercer trimestre hay que hacer cambios en su dieta. Mientras que en las fases iniciales puedes seguir con su dieta habitual, en la última etapa se debe alimentar con comida para cachorros, ya que tienen las calorías y resto de nutrientes necesarios para que los bebés se acaben de desarrollar y se preparen para nacer.
- Busca un lugar cómodo, cálido y seguro para que tu gata dé a luz. Cuando tu gata esté a punto de dar a luz, dará señales de anidación; será el momento para enseñarle el nido que has preparado.
Necesitas: agua fresca y algo de comida, su cajón de arena, una caja de cartón y toallas o sábanas para crear el lecho de parto.
- Mantente atento a señales de complicación del embarazo, como comportamientos extraños, secreciones anormales o síntomas de enfermedad.
Durante el parto
- Si todo va bien, tu intervención en el parto no será necesaria en absoluto. Mantente a una distancia prudente de tu gata, necesita tranquilidad y espacio. Quedarte con ella le dará seguridad, pero procura que no se agobie.
- Mantente atento a las señales que indican que el parto es inminente: apatía o agitación, se lame la vulva, jadeos, lloros, descenso de la temperatura corporal, falta de apetito, vómitos… En caso de que tenga sangrado, debes acudir al veterinario cuanto antes.
- Espera y deja que el parto comience, vigilando cada nacimiento. Empezarán las contracciones y lo más probable es que la gata llore, jadee o grite y que esté en cuclillas, preparada para el nacimiento de su primer gatito.
- Lo primero en salir será el líquido amniótico, después el primer gatito. Los gatitos pueden nacer con una diferencia de entre media y una hora cada vez. Si pasa más de una hora sin que nazca ninguno, es probable que haya algún problema. ¡Llama al veterinario!
- No debes tocar a los gatitos si no es estrictamente necesario. Su madre se encarga de romperles la bolsa de líquido y de lamerlos para provocar el inicio de la respiración. En raras ocasiones pueden no hacerlo: entonces, tendrás que frotarle tú mismo con una toalla limpia y seca y volverlo a poner junto a su madre.
- Cada gatito tiene su propia placenta, asegúrate de que las expulsa todas. Si no es así, ¡no intentes sacarla tú mismo, podría morir! Necesita atención veterinaria.
- Es normal que la madre se coma las placentas, tiene nutrientes que necesita para recuperarse y alimentar a sus cachorros. Si tiene muchos gatitos, puede no ser necesario comerlas todas, deja que coma dos o tres y retira el resto con las manos bien limpias.
- Nunca cortes el cordón umbilical, ¡podría ser peligroso! La gata lo debería morder y partir por sí misma.
Después del parto
Cuando todos los gatitos hayan nacido, asegúrate de que empiezan a mamar lo antes posible, ¡es la forma de asegurar su supervivencia! No te extrañes si alguno nace muerto, es algo normal y debes estar preparado para ello; ocurre a menudo.
Durante las semanas posteriores asegúrate de cuidar no solo a los cachorros, sino también a la madre. Necesitará una buena alimentación y mucha tranquilidad para recuperarse.
Ahora que ya sabes cómo ayudar a una gata a parir, ¿preparado para el gran día?