La cistitis idiopática felina es relativamente frecuente y puede llegar a ser una patología realmente dolorosa y molesta para tu felino. ¿Qué le ocurre a un gato con cistitis idiopática? ¿Cómo se puede tratar? En este post te damos todos los detalles sobre esta enfermedad de los gatos. ¡Sigue leyendo!
Qué es la cistitis idiopática felina
La cistitis idiopática felina es una dolencia realmente difícil de diagnosticar. Consiste en una inflamación de la vejiga y puede afectar a cualquier gato, tanto machos como hembras de cualquier raza o edad.
Es bastante complicado determinar su causa, por eso la denominamos idiopática. Sin embargo, todo parece indicar que en muchos casos, la cistitis felina está relacionada con el estrés. En momentos de estrés, el gato libera altas dosis de cortisol, que al mantenerse en el cuerpo durante tiempos prolongados provoca una inflamación de las paredes de la uretra. Sin embargo, es una inflamación que no presenta infección, por lo que los antibióticos no resultan efectivos.
Causas del estrés en las mascotas
Como decimos, el cortisol que produce la inflamación de la vejiga a menudo viene dada por el estrés. Pero ¿cómo saber si tu gato está estresado? ¿Qué tipo de situaciones producen estrés en los animales domésticos? Hay muchas causas:
- Imposibilidad de salir al exterior
- Convivencia con más gatos
- Sobrepeso u obesidad
- Cambios en el núcleo familiar, como la llegada de una nueva mascota o bebé, o el fallecimiento de un miembro
- Mudanzas, cambios radicales de entorno
- Castración
- Mala alimentación
- Soledad
- Falta de espacio
- Frustración de su instinto de caza
- Enfermedades
- Falta de ejercicio y socialización
- Alteración de sus necesidades vitales: alimentación, sueño…
- Arenero inapropiado
- Falta de higiene
Como ves, se trata de problemas que vienen dados por una falta de cuidados. Para evitarlos, ¡preocúpate siempre de dar a tu mascota todo lo que necesita para vivir feliz!
Síntomas de la cistitis idiopática felina
Cuando un gato tiene cistitis idiopática, los síntomas que suele presentar son:
- Muestras de dolor al hacer pis. A menudo empiezan a hacerlo, repentinamente, fuera del cajón, ya que asocian ese lugar con el dolor que les produce miccionar.
- Sangre en la orina.
- Aumento de la frecuencia al orinar, pero disminución de la cantidad.
- Falta de apetito
- Bebe más agua de lo normal
- Mal humor
- Comportamientos inusuales, como lamido compulsivo de los genitales
¿Tu gato hace estas cosas? Sea cistitis o cualquier otra cosa, ¡seguro que algo no anda bien! Es muy recomendable que acudas al veterinario cuanto antes.
Tratamiento de la cistitis idiopática felina
Cuando lo lleves al veterinario, le harán pruebas variadas para diagnosticar la cistitis idiopática felina, como análisis de sangre y orina, radiografías y ecografías del abdomen y la vejiga.
En caso de confirmarse, habrá que seguir un tratamiento que se basará en:
- Aliviar el dolor: los antiinflamatorios y analgésicos ayudarán a paliar los desagradables dolores de esta patología.
- Cambios en la dieta: los gatos que comen únicamente alimento seco suelen desarrollar con mayor frecuencia este tipo de problemas. Lo más probable es que el veterinario recomiende cambiar a un alimento húmedo. Ese extra de hidratación ayudará a que el gato orine más a menudo y se vaya limpiando.
- Cambios en el entorno: ¿recuerdas todas las causas del estrés que te hemos comentado? Cuando una mascota enferma es importante analizar su entorno y su situación en busca de posibles problemas, y cambiarlos una vez identificados. El bienestar y la tranquilidad son fundamentales para que se recupere.
La cistitis idiopática felina es complicada de tratar, pero con un buen diagnóstico, el tratamiento adecuado y mucha paciencia, seguro que tu gato pronto se encontrará mejor.